Capítulo 8: La camiseta.

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_Altea: Nadie les ha visto con pareja por más de un día. Les ha extrañado.

_Yo: Ya. No somos pareja.

_Altea: Fuiste el otro día a verlos entrenar.

_Yo: Si. Ryan me invitó.

_Altea: No te gustaría estar en las animadoras.

_Yo: Ahora no. Tal vez en otro momento. Tengo que irme, adiós -dije caminando-

Me metí en mi aula y empezó la clase. En el descanso caminé como de costumbre a la cafetería. Pedí y poco después dos personas me llevaron a una mesa.

_Gala: Te dije que te buscaría para que te sentaras aquí -dijo llevándome por un lado-

_Yo: Y tu excusa -dije mirando a Ryan-

_Ryan: No necesito excusa -dijo cogiendo mi otro brazo-

_Yo: Ya veo.

_Gala: Ella es Anastasia. Una amiga -dijo presentándome en el grupo- a muchos de ellos ya los conoces. El es Renegar, Jean, Alexia, Rebeca, Delphine, Georgina, Hermes e  Iris.

_Ryan: Al resto ya los conoces.

Me senté entre Ryan y Gala y nos quedamos hablando.

_Hermes: Entonces, Anastasia ¿Vendrás después al entreno?

_Yo: Si.

_Hermes: Esa es la actitud. ¿No te apuntas a las animadoras? No nos importaría más apoyo, sobretodo si es tuyo.

_Ryan: Ya bueno solo viene a verme a mí -dijo orgulloso-

_Yo: Voy a verles a todos. No olvides que tu hermano también está en el equipo.

Seguimos hablando y poco después volvimos a las clases. Esta vez compartía clase con Renegar, que por lo visto compartiamos la misma carrera-

_Renegar: El sábado daré una fiesta en mi casa. No dudes en venir. Aunque imagino que ya Gala te invitó -dijo cuando nos sentamos-

_Yo: Si. Gala me había invitado.

_Renegar: Imaginaba, de todas formas quería invitarte yo.

_Yo: Gracias. Allí nos vemos -dije cuando el profesor entró-

Pasadas las clases faltantes, Ryan me esperaba en la entrada de la facultad.

_Ryan: Vamos, Ricura, tengo que ir al coche a coger la equipación.

_Yo: Bien, de acuerdo.

_Ryan: No me gustó la actitud de Hermes. Pretende ir detrás tuya.

_Yo: No veo el problema.

_Ryan: El problema es que tú eres mía, Ricura.

_Yo: ¿Tuya? -dije parando en seco-

_Ryan: No me lo vayas a negar. Hicimos match desde que nos vimos por tu bola de pelos -dijo delante mía-

_Yo: Más quisieras -dije continuando-

_Ryan: O venga, Ricura, no lo niegues. Sabes perfectamente que es verdad -dijo abriendo el coche-

_Yo: No. Realmente pensé que eras un idiota.

_Ryan: La baba que estuvo a punto de caerse decía lo contrario -dijo sacando la ropa-

_Yo: No, un idiota que estaba bueno. Luego descubrí que eres un odioso, intenso con un ego a la altura de las nubes.

_Ryan: ¿Y por qué se supone que estás ahora mismo con ese intenso, odioso con un ego en las nubes?

_Yo: Buena pregunta. Supongo que me estás cayendo bien o cada vez te tolero un poco más.

_Ryan: Ocultarlo no hará que no sea verdad. Nos vemos ahora, Ricura. No me extrañes en estos minutos -dijo cuando llegamos a las gradas-

Me senté en la misma grada del otro día y esta vez varios del equipo vinieron a saludarme a medida que salían al campo. Minutos después volvió Ryan.

_Ryan: Encárgate tu de mi botella de agua.

Asentí y empecé a verlos entrenar. Un largo rato después se tomaron un pequeño descanso.

_Ryan: Ricura, el agua -dijo estirando el brazo-

Le pasé la botella de agua y esperé a que tomara.

_Ryan: ¿Tienes algo para el partido de mañana? -dijo con la botella en la mano-

_Yo: ¿De qué?

_Ryan: Del equipo.

_Yo: No.

_Ryan: Bien. Ven después conmigo a mi habitación -dijo dando el último trago- nos vemos, Ricura -dijo tirándome la botella-

Se marchó de nuevo al grupo con el entrenador y poco después volvieron a jugar. Pasada otra hora ya se estaban marchando a los vestuarios. Le esperé allí y al par de minutos volvió.

_Ryan: Bien vamos para casa -dijo en frente mía-

Marchamos a la casa poco después.

_Ryan: Ahora vienes conmigo. Te daré una cosa para mañana -dijo entrando a la casa-

_Yo: Vale.

Le seguí por unos pasillos y entramos a su cuarto. Un cuarto bastante amplio de color gris claro. Varios premios deportivos y académicos se encontraban en una estantería frente al escritorio y un balón de fútbol americano en medio de ellos. Igual que en mi habitación tenían la última tecnología. En medio se encontraba una cama de matrimonio y en un lado un armario bastante grande. A un lado de este se encontraba la puerta al baño. Cómo en cualquier cuarto de adolescente no podía faltar la Play y una bandera del equipo.

_Yo: Bastante bonito tu cuarto.

_Ryan: Gracias -dijo yendo al armario- ten, es para tí -dijo sacando una camiseta nueva del equipo con su número 8 y su nombre: R. Blackwood- así todos sabrán que eres mía -dijo con risa-

_Yo: Gracias, pero te quedarás sin ninguna.

_Ryan: Tengo cinco más. No utilizo una sola. 

_Yo: Gracias. Te la devolveré cuando la lave.

_Ryan: Es un regalo para tí. Para que te la pongas cada vez que vengas a un partido. No todo el mundo tiene la camiseta del quarterback.

_Yo: Gracias.

_Ryan: Te acompañaré a tu cuarto a que te la pruebes.

Me llevó por esos pasillos hasta llegar a mi habitación. Allí se sentó en mi cama y esperó a que saliera del baño.

_Yo: Me queda demasiado grande -dije saliendo-

_Ryan: Tu llevas una M, Ricura, si yo llevo una XL por la espalda, a eso añade las hombreras se convierte en una XXL o XXXL. Personalmente me encanta como te ves.

_Yo: Me meteré las orillas por los pantalones. Gracias por el regalo.

_Ryan: Quiero verte con ella mañana. Ahora te dejo que te cambies. Te esperan unas compras con Gala.

_Yo: Cierto. Gracias de nuevo.

Se marchó y yo me cambié y preparé el bolso. Poco después Gala tocaba mi puerta.

_Yo: Está abierto. Pasa.

_Gala: ¿Lista para las compras? Son las siete, pero llegamos a comprar algo.

Los hermanos BlackwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora