_Altea: Nadie les ha visto con pareja por más de un día. Les ha extrañado.
_Yo: Ya. No somos pareja.
_Altea: Fuiste el otro día a verlos entrenar.
_Yo: Si. Ryan me invitó.
_Altea: No te gustaría estar en las animadoras.
_Yo: Ahora no. Tal vez en otro momento. Tengo que irme, adiós -dije caminando-
Me metí en mi aula y empezó la clase. En el descanso caminé como de costumbre a la cafetería. Pedí y poco después dos personas me llevaron a una mesa.
_Gala: Te dije que te buscaría para que te sentaras aquí -dijo llevándome por un lado-
_Yo: Y tu excusa -dije mirando a Ryan-
_Ryan: No necesito excusa -dijo cogiendo mi otro brazo-
_Yo: Ya veo.
_Gala: Ella es Anastasia. Una amiga -dijo presentándome en el grupo- a muchos de ellos ya los conoces. El es Renegar, Jean, Alexia, Rebeca, Delphine, Georgina, Hermes e Iris.
_Ryan: Al resto ya los conoces.
Me senté entre Ryan y Gala y nos quedamos hablando.
_Hermes: Entonces, Anastasia ¿Vendrás después al entreno?
_Yo: Si.
_Hermes: Esa es la actitud. ¿No te apuntas a las animadoras? No nos importaría más apoyo, sobretodo si es tuyo.
_Ryan: Ya bueno solo viene a verme a mí -dijo orgulloso-
_Yo: Voy a verles a todos. No olvides que tu hermano también está en el equipo.
Seguimos hablando y poco después volvimos a las clases. Esta vez compartía clase con Renegar, que por lo visto compartiamos la misma carrera-
_Renegar: El sábado daré una fiesta en mi casa. No dudes en venir. Aunque imagino que ya Gala te invitó -dijo cuando nos sentamos-
_Yo: Si. Gala me había invitado.
_Renegar: Imaginaba, de todas formas quería invitarte yo.
_Yo: Gracias. Allí nos vemos -dije cuando el profesor entró-
Pasadas las clases faltantes, Ryan me esperaba en la entrada de la facultad.
_Ryan: Vamos, Ricura, tengo que ir al coche a coger la equipación.
_Yo: Bien, de acuerdo.
_Ryan: No me gustó la actitud de Hermes. Pretende ir detrás tuya.
_Yo: No veo el problema.
_Ryan: El problema es que tú eres mía, Ricura.
_Yo: ¿Tuya? -dije parando en seco-
_Ryan: No me lo vayas a negar. Hicimos match desde que nos vimos por tu bola de pelos -dijo delante mía-
_Yo: Más quisieras -dije continuando-
_Ryan: O venga, Ricura, no lo niegues. Sabes perfectamente que es verdad -dijo abriendo el coche-
_Yo: No. Realmente pensé que eras un idiota.
_Ryan: La baba que estuvo a punto de caerse decía lo contrario -dijo sacando la ropa-
_Yo: No, un idiota que estaba bueno. Luego descubrí que eres un odioso, intenso con un ego a la altura de las nubes.
_Ryan: ¿Y por qué se supone que estás ahora mismo con ese intenso, odioso con un ego en las nubes?
_Yo: Buena pregunta. Supongo que me estás cayendo bien o cada vez te tolero un poco más.
_Ryan: Ocultarlo no hará que no sea verdad. Nos vemos ahora, Ricura. No me extrañes en estos minutos -dijo cuando llegamos a las gradas-
Me senté en la misma grada del otro día y esta vez varios del equipo vinieron a saludarme a medida que salían al campo. Minutos después volvió Ryan.
_Ryan: Encárgate tu de mi botella de agua.
Asentí y empecé a verlos entrenar. Un largo rato después se tomaron un pequeño descanso.
_Ryan: Ricura, el agua -dijo estirando el brazo-
Le pasé la botella de agua y esperé a que tomara.
_Ryan: ¿Tienes algo para el partido de mañana? -dijo con la botella en la mano-
_Yo: ¿De qué?
_Ryan: Del equipo.
_Yo: No.
_Ryan: Bien. Ven después conmigo a mi habitación -dijo dando el último trago- nos vemos, Ricura -dijo tirándome la botella-
Se marchó de nuevo al grupo con el entrenador y poco después volvieron a jugar. Pasada otra hora ya se estaban marchando a los vestuarios. Le esperé allí y al par de minutos volvió.
_Ryan: Bien vamos para casa -dijo en frente mía-
Marchamos a la casa poco después.
_Ryan: Ahora vienes conmigo. Te daré una cosa para mañana -dijo entrando a la casa-
_Yo: Vale.
Le seguí por unos pasillos y entramos a su cuarto. Un cuarto bastante amplio de color gris claro. Varios premios deportivos y académicos se encontraban en una estantería frente al escritorio y un balón de fútbol americano en medio de ellos. Igual que en mi habitación tenían la última tecnología. En medio se encontraba una cama de matrimonio y en un lado un armario bastante grande. A un lado de este se encontraba la puerta al baño. Cómo en cualquier cuarto de adolescente no podía faltar la Play y una bandera del equipo.
_Yo: Bastante bonito tu cuarto.
_Ryan: Gracias -dijo yendo al armario- ten, es para tí -dijo sacando una camiseta nueva del equipo con su número 8 y su nombre: R. Blackwood- así todos sabrán que eres mía -dijo con risa-
_Yo: Gracias, pero te quedarás sin ninguna.
_Ryan: Tengo cinco más. No utilizo una sola.
_Yo: Gracias. Te la devolveré cuando la lave.
_Ryan: Es un regalo para tí. Para que te la pongas cada vez que vengas a un partido. No todo el mundo tiene la camiseta del quarterback.
_Yo: Gracias.
_Ryan: Te acompañaré a tu cuarto a que te la pruebes.
Me llevó por esos pasillos hasta llegar a mi habitación. Allí se sentó en mi cama y esperó a que saliera del baño.
_Yo: Me queda demasiado grande -dije saliendo-
_Ryan: Tu llevas una M, Ricura, si yo llevo una XL por la espalda, a eso añade las hombreras se convierte en una XXL o XXXL. Personalmente me encanta como te ves.
_Yo: Me meteré las orillas por los pantalones. Gracias por el regalo.
_Ryan: Quiero verte con ella mañana. Ahora te dejo que te cambies. Te esperan unas compras con Gala.
_Yo: Cierto. Gracias de nuevo.
Se marchó y yo me cambié y preparé el bolso. Poco después Gala tocaba mi puerta.
_Yo: Está abierto. Pasa.
_Gala: ¿Lista para las compras? Son las siete, pero llegamos a comprar algo.
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Los hermanos Blackwood
Teen FictionEn el esplendor de una mansión adinerada, la hija de una empleada encuentra un amor inesperado con el hijo pequeño de la familia. Juntos, desafían a las carreras clandestinas y comparten momentos íntimos. Sin embargo, las tensiones familiares los ob...