_Ramiro: La comida está servida.
_Ryan: Ya vamos, Ramiro.
_Casian: Me alegra que al fin mi sobrino sentara la cabeza -me dijo caminando-
_Ryan: A penas tengo 21. Me lo podía permitir.
_Casian: Bueno será que tuve la necesidad de madurar pronto. Cambiando de tema. Gracias por invitarme a almorzar. Hace tiempo que no te veía.
_Ryan: No fue nada. Igual también para que conozcas nuestra nueva casa. Nos mudamos esta semana.
_Casian: Me alegra. Aunque tus padres me dijeron que fue por Eva -dijo sentándose-
_Ryan: Si. Quería buscar problemas y ya será suficiente con los problemas que de en la universidad. Buscamos tranquilidad.
_Casian: Bueno. Cuéntame un poco sobre tí Anastasia. ¿De dónde vienes?
_Yo: Me mudé de Inglaterra tras la muerte de mi padre. Vine a vivir con mi madre. Paula. Conocí a Ryan en la casa. Después de que se escapara mi mascota. El conejo que lleva detrás nuestra todo el tiempo.
_Casian: Interesante. Ryan es un buen chico. No tendrás ningún problema con él -dijo para comer una papa-
Seguimos hablando y conociéndonos. Finalmente tras pasar una hora del almuerzo se retiró.
_Casian: Un placer Ana. Gracias por invitarme a la nueva casa. Vamos hablando Ryan. Pásense algún día por mi casa.
_Ryan: Ya veremos. Empezamos mañana las clases.
Asentí.
Casian se fue y nosotros fuimos a la habitación.
_Yo: ¿De qué trabaja?
_Ryan: Ayuda a mi padre de vez en cuando. Pero él tiene una fortuna. No necesita trabajar. Ni siquiera varias generaciones después. Invirtió en varias cosas, tiene unas empresas y tiene en funcionamiento el club de lucha de mi familia paterna.
_Yo: No sabía que tenían un club de lucha.
_Ryan: Si. Todos sabemos boxear. De pequeños entrenábamos con mi padre y mi tío. Todos en mi casa tenemos una formación bastante alta. Sobretodo en temas de protección, mis padres siempre han insistido en ello. Dicen que al ser de familia poderosa pueden venir por nosotros en cualquier momento. Y teníamos dos opciones. O protegernos con la mejor formación o tener guardaespaldas. Y todos elegimos saber defendernos.
Asentí.
_Ryan: Ábrelo y póntelo -dijo dándome una caja-
De la caja saqué lo que parecía ser un enterizo de flores y elásticos.
_Yo: Es precioso.
_Ryan: A la ducha y póntelo. Te harás una coleta alta. Saldré de la habitación. Cuando entré te quiero ya con eso puesto, el consolador, el plug, el collar, la correa y las pinzas de los pezones sobre la mesa y tú me recibirás como una linda perra sentada sobre tus talones al lado de la puerta.
Asentí y me metí a la ducha. Poco después escuché cerrar la puerta. Me duché rápidamente y me puse el conjunto que me dió. Salí, preparé todas las cosas sobre la mesa, me hice la coleta y le esperé como me dijo. Pasaron cinco minutos y nada de nada. Finalmente escuché pasos en el pasillo. Entró y le miré.
_Ryan: No me mires -dijo seco-
Agaché mi mirada al piso y de mi coleta me jaló para ponerme en cuatro. Me llevó hasta la cama, me subió a ella y me dejó allí.
Caminó hasta la mesa y se trajo el consolador y el plug.
Con sus manos empezó a jugar en mi vulva y sus dedos se hicieron paso en mí. Los movía rápido, con dureza. Mientras que con la otra mano apretaba mi nalga. Cuando lo noto suficientemente mojado metió el plug y lo sacó y empezó a hacer presión en mi ano.
_Ryan: Te reventaré ese rico culo, Ricura -dijo frotándome el clítoris y dándome una nalgada mientras hacía presión con el plug-
Unas pocas lágrimas me salieron del dolor. Cuando lo metió entero cogió el consolador y lo metió dentro de mi.
Volvió a la mesa y le colocó al collar la correa y trajo consigo las pinzas de los pezones.
Primero me abrochó el collar y después me puso las pinzas de los pezones.
Me tiró al piso, me dejó a cuatro patas y me dió múltiples nalgadas fuertes.
Se marchó al cajón donde guardábamos las cosas sexuales y sacó la mordaza. Me la puso y fue al vestidor y sacó un par de tacones altos negros. Me los puso y me puso de pie.
_Ryan: Es hora de irnos.
Hice un ruido de queja para mostrarle que no estaba vestida y siguió.
_Ryan: No vas vestida a propósito. Quiero que te vean. Ahora camina. No tenemos todo el día.
Caminamos hasta el coche, allí nos montamos y llegamos al local a los diez minutos. Allí esperaban dos chicos dentro.
Me quitó la mordaza y hablamos. Finalmente empezamos con la sesión de BDSM. Escuchamos atentamente lo que nos decían y como lo hacían para finalmente nos ayudaran a hacerlo. Finalmente pasamos allí las horas que habíamos reservado y nos marchamos a casa.
_Ryan: Toma mi chaqueta. Hace frío -dijo poniéndola encima mío para meternos al coche-
_Yo: Gracias.
_Ryan: Es interesante. Me gusta esto del BDSM. ¿A ti?
_Yo: Si. Me gustó. Es raro, pero se siente bien.
_Ryan: Bien. Cuando quieras me dices para reservar la sala y llamar a los chicos. Mientras vamos equipando una habitación, si quieres.
_Yo: De acuerdo. De todas formas tenemos alguna cosa ya comprada, además las cuerdas de hoy y el aparato de los calambres.
_Ryan: Si. Pasaremos por el Mcauto para comprar la cena. Tápate si quieres -dijo entrando al McDonald's-
_?: Buenas noches. ¿Qué desea pedir?
_Ryan: Un menú grande de doble McExteme BBQ Bourbon Huevo con papas francesas y Coca-Cola. Un menú grande de... -me miró-
_Yo: McWrap Chicken Crujiente & Bacon papas normales y Lipton.
_Ryan: McWrap Chicken Crujiente & Bacon papas francesas y Lipton. Una ShareBox de alitas y nuggets. Dos ensaladas de queso de cabra. Dos McFlurry's de M&M con chocolate blanco y dos Applepie. Eso es todo.
_?: De acuerdo. Recoja su pedido en la tercera ventanilla.
Fuimos hasta allí, esperamos y Ryan pasó la tarjeta en lo que recogía el pedido. Dió las gracias y me lo dió.
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Los hermanos Blackwood
Ficção AdolescenteEn el esplendor de una mansión adinerada, la hija de una empleada encuentra un amor inesperado con el hijo pequeño de la familia. Juntos, desafían a las carreras clandestinas y comparten momentos íntimos. Sin embargo, las tensiones familiares los ob...