Capítulo 6: Anhelo

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¡Advertencia!
Este cap contiene contenido que puede no gustarle a muchas personas por lo alto, muy alto, contenido explícito.
Actitudes cuestionables habrán y quiero aclarar que todo eso es ficción. Si sigue leyendo quiero dejar en claro que es bajo su propia responsabilidad, (es su elección)

Elena

El disparo que retumbó en medio del gran salón puso mi mente en un trance. No, no, no, esto no podía estar pasando.

La sangre manchaba el hombro de mi padre y…

Mi respiración errática me despierta sobresaltada de ese horrible sueño.

Miro a mi alrededor, intento levantarme al no reconocer en dónde estoy pero cuando lo intento mi mano me devuelve a la cama de un jalón fuertemente.

La cadena que se posa en mi muñeca aprieta tanto que me hace castañar los dientes.

Un momento… ¿No fue un sueño? ¡Maldición!

La habitación se encuentra ligeramente oscurecida y mi respiración se altera sobremanera lo que hace que jadee bocanadas por la boca.

—¿Te comió la lengua el gato, Ángel?

Su voz me deja paralizada en mi sitio enviando corrientes por todo mi cuerpo.

Volteo mirando mi alrededor pero no logro ver nada por la poca luz.

Me siento como un venado a punto de ser devorada por el león.

Soy su presa.

Sale entre la oscuridad y su gran pecho al descubierto me pone al mil.

Gran mandíbula fuerte, su cabello cae sobre sus hombros de un color dorado, su mirada es intensa debajo de sus pestañas, sus tatuajes decorando sus brazos me hacen fijarme detallandolo por completo.

Un león se posa en su pecho hasta su brazo derecho y en el otro un tatuaje en espirales, la marca de la Bratva se posa en la parte de su pecho.

—Sacame de aquí, idiota —escupí con ira—. No te pertenezco.

—Repitelo hasta que te lo creas, pero tú y yo sabemos que tengo el control sobre ti.

Jale mi muñeca intentando liberarme.

Gruñi hacía él.

—Eres un soberbio, idiota engreído.

Una sonrisa torcida se muestra en sus labios.

Sacó de la parte de atrás de su espalda una daga que me hizo tragar.

La giró en su mano y empezó acercarse a mí amenazadoramente.

—Qu… ¿Qué harás? —tragué no pudiendo apartar la mirada de su intimidante porte.

Se acercó hacía mí, su rostro se inclinó hacía el mío e inhaló mi olor al estar su rostro cerca del mío.

Su mano me empujó fuertemente a la cama y mi cuerpo impactó muy rápido en ella.

Se subió encima de mí y pasó su daga por mi pecho sin cortarme, hasta bajarla a mis pechos.

—Si tanto te molesta como soy tendrás que soportarlo, total, no fui yo quién hizo un pacto en el que serías mía, siendo lo cuál que la única persona de la que tienes que quejarte es de tu padre. —gruñó con su voz cargada de ira, su mirada recorría mis pechos junto con la daga que pasaba por ahí.

En un movimiento rápido, cortó la tela fina del camisón que no sé cómo llegó a mí cuerpo, y mis pechos con el sujetador quedaron a su vista.

—Escúchame bien, no hablarás si te lo ordeno, no escaparas y tampoco harás ninguna locura, ángel, porque lo único que ganarás será un castigo por mí parte y no quiero que me jodas cuando esté por aquí, porque tú lugar será a mí lado, ¿Por qué sabes que también soy? Soy un jodido animal adicto a la sangre que caza todo lo que está a su mira, y tú mi querida Elena, eres mi presa favorita.

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