África Capítulo 8

13 1 0
                                    

África terminó de vestirse con su camisón morado rápidamente con miedo, decidió ignorar los ruidos de la persiana pensando que sería el viento, cogió un libro de la mesita de noche y se sentó en el escritorio a leer, poco después los mismos ruidos volvieron a sonar, África se sobresaltó y despacio se acercó a la ventana.

- África no te asustes soy yo, ábreme porfa. - Susurró Diego desde el otro lado, las ventanas del edificio donde dormían los estudiantes tenían una escalera de incendios.

África subió la persiana y abrió la ventana, estaba nerviosa, su última conversación con Diego no le había dejado muy buen sabor de boca y no sabía que hacía esté aquí.

- ¿Qué pasa Diego? - preguntó África con miedo y la voz entrecortada cuando Diego terminó de entrar.

- Veras, hace unos años yo también tuve 16. - Dijo él tímidamente.

- Enserio no me digas, pensé que naciste con 22. - Respondió ella en tono burlesco intentando quitarle hierro al asunto, los dos soltaron una pequeña carcajada.

- Y bueno también me enamoré por primera vez, de dos personas como tú y bueno que lo que quiero decir es que he sido un gilipollas y que se por lo que estás pasando y lo último que debería haber hecho es dudar de ti.

- No Diego, no has sido un gilipollas, has reaccionado como cualquier persona normal en tú situación y no estoy enfadada contigo sino con está situación de mierda.

- Ya pero lo que quiero decir es que se lo que es estar en tu situación, qué lo único que quieres es quedarte con las dos personas así como estás ahora y no elegir nunca y que mi reacción no te ha ayudado nada, lo siento.

- Diego por favor no te disculpes, la única que está haciendo mal las cosas aquí soy yo. - Dijo ella resoplando y tumbándose sobre la cama boca arriba con las manos en el cabello, él se agachó a su altura.

- Deja de echarte la culpa por seguir a tú corazón, no elegimos de quien nos enamoramos, o de cuántas personas, ni cuando, pero pasa y cuándo pasa hay que actuar acorde a lo que uno siente y si tú quieres estar así con Robin y conmigo hasta que te decidas yo no debería enfadarme ni ponerte las cosas más difíciles de lo que ya son.

- ¿Cómo te decidiste tú? - preguntó África girándose para verle la cara.

- Fue difícil la verdad, en mi caso las dos estaban en mi clase y eran amigas, ellas también se gustaban de mí y un día decidí hablar con las dos al salir de clase, les conté lo qué pasaba y qué no sabía que hacer, una de ellas quedó conmigo esa misma noche y bueno ya té puedes imaginar lo que pasó, al día siguiente la otra quedó conmigo y me dijo que quería apartarse, que yo le gustaba a su amiga y ella no pintaba nada ahí en medio por mucho que nuestros sentimientos fueran recíprocos que nada, comencé a salir con la otra pero nada fue bien, duramos 3 meses, poco más tarde volví a coincidir en clase con la que se apartó, le conté todo, me dijo que lo sabía, como eran amigas, comenzamos a quedar y acabamos teniendo una relación de dos años.

- ¿Y qué pasó?

- La universidad nos separó.

África le hizo un hueco en la cama y Diego se tumbó de medio lado mirándola a la cara y apoyando la mano sobre su cadera.

- No te importa que ponga la mano ahí ¿verdad? - Preguntó él con miedo.

- No tranquilo, está bien. - Respondió ella posando su mano sobré la mejilla de Diego, se quedaron en silencio un rato mirándose y sonriendo, él acercó su cara a ella, ella respondió igual, siguieron mirándose un poco más, pronto los dos volvieron a moverse, cada vez estaban más cerca, ella movió su mano hasta la nuca de él para terminar de atraer su cara a sus labios, en una fracción de segundo los dos jóvenes se fundieron en un tierno y largo beso.

40TenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora