Ainara Capítulo 30

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- Arriba Ainara, hoy será mejor que no desayunes. - Le comentó su madre mientras corría las cortinas de su habitación.
- Buenos días a tí también. - Contestó Ainara adormilada.
Se levantó de su cama antes de ir al armario a buscar algo de ropa, ese día volvían a clase después de la cuarentena por el covid, se vistió con lo más normalito que encontró deseando que su madre no se quejase al verlo, una mascarilla negra reutilizable la cual se la enganchó de la oreja, un pantalón azul vaquero roto con una camisa rosa de cuadros atada a la cintura, una camiseta azul con el logo de la Mtv y unas botas planas blancas con un dibujo de rosas al lateral. Salió de su habitación esperando encontrar al menos una manzana que llevarse a la boca.
- La camisa o te la pones bien o te la quitas pero eso de llevarla en la cintura como un pordiosero no. - Le explicó su madre cuando la vio.
- Hola mamá ¿hay alguna manzana?
- Te he pedido que no desayunes, me vas a contradecir en eso también.
- Es solo para calmar mi estómago hasta la comida.
- Eso es mental querida, si tienes hambre piensas en otra cosa y se te pasa, es lo que hago yo.
- Y por eso acabaste en el hospital por desnutrición. - Susurro Ainara con disconformidad tras poner los ojos en blanco.
- ¿Qué has dicho?
- Que aún así prefiero una manzana.
- En la nevera.
Ainara se acercó a la nevera en busca de su manzana mientras la esquelética figura de su madre la seguía con los ojos llenos de disconformidad.
- Ese chico que te acompañó a casa antes de la cuarentena. - Comenzó a comentarle su madre.
- Valentín.
- Sí como se llame. ¿Va a tu clase?
- Sí.
- ¿Todas las horas?
- Bueno en optativa no, pero eso son los viernes.
- Uf no se porque te llevamos a un colegio público. Como sea, el caso, que no te juntes con él.
- ¿Por qué?
- No me inspira confianza, tiene el pelo muy blanco y los ojos rojos, seguro que es de alguna tribu urbana.
- Mamá, es alvino.
- ¿Así se llama su tribu?
- No, es una condición de su cuerpo, él no tiene melanina y por eso es tan blanco.
- Osea que está enfermo.
- No.
- De verdad que cosas más raras hay en los colegios públicos, volviste muy tonta de América, el curso que viene vuelves al privado con tu hermano.
Ainara puso los ojos en blanco y resopló antes de intentar contestar algo coherente.
- Me voy que se me va a hacer tarde.
Y sin darle tiempo a su madre a hablar salió de su casa en dirección a la de Valentín como todas las mañanas. El estaba en la puerta de su edificio, esperando para verla, llevaba su media melena blanca recogida una parte en un moño con sus mechas verde agua, una mascarilla reutilizable con la bandera no binaria colgando de su muñeca, sus dilataciones con la misma bandera, una camiseta de ariana grande con unos pantalones marrones parcheados y zapatillas azul marino.
- Has elegido un buen outfit para la vuelta al cole. - Soltó Ainara una vez llegó a su altura.
- Gracias, el tuyo también está muy bien, me gustan las botas.
- Gracias, buah tengo ganas de quitarme la camisa.
- Tu madre.
- Dice que parezco una pordiosera si me la ató a la cintura.
- Bueno, parecer algo no es tan grave.
- Si, pero lo pareceré en clase.
- ¿Tienes ganas de volver a ver a todos los compañeros?
- No a todos la verdad, Agatha es…
- Ya, Agatha es muy chivata, va de calladita pero lo escucha todo y Alison es muy pick me.
- Es que és tan petit que necesita la atención de los chicos porque ella no es como las otras chicas, ella es un chico más.
- Y sus manos son tan petit, vamos a hacer comparación de manos.
En un intento de continuar con el momento de risas Valentín dejó de caminar para coger la mano de Ainara y compararla con la suya, cuando Ainara vio como el tomaba su mano con delicadeza y la acercaba a la suya se le aceleró el corazón tanto que casi le explota, sus mejillas se pusieron rojas, intentó disimular pero su mirada se fue a los labios de su acompañante y recordó aquel casi beso que quería darle el último día que la acompañó a casa.

- Un día más llegamos a tu portal. - Comentó Valentín dejando a su compañera de clase en casa.
Ainara no respondió con palabras, solo se dejo caer en los brazos de Valentín para que esté la envolviese con un cálido abrazo, estaba deseando besarle desde hacía tanto que se había propuesto que de hoy no pasaba por lo que le sujetó la cara desde el mentón con una mano y se acercó a sus labios, cuando estaba a punto el miedo la envolvió y dejó caer el beso en la comisura del labio, más cerca de la mejilla que de esos ansiados labios, frustrada lo volvió a intentar, el no oponía resistencia, incluso entendía lo que pasaba, el tambien se estaba acercando a su boca y si él se acercaba ella no iba a decirle que no, por lo que se quedó quieta y…
- Ainara. - Escuchó a su madre gritar.

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