África Capítulo 18

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El domingo llegó y con él los nervios de África, los cuales la habían hecho pasar una mala noche, entre eso y las recurrentes pesadillas los ojos de África eran dos tomates, hinchados y rojos. Miró su reloj el cual indicaba las 9:00 de la mañana e intentando no despertar a Diego salió de la habitación en dirección al baño para darse un agua en la cara, al volver Diego ya estaba despierto.

- Incluso sin dormir estás guapa. - La cara de África se iluminó al escucharle.

- Gracias. - Agradeció con una sonrisa acercándose a él para darle un beso, el la rodeo por la cintura y la tumbó sobré la cama sin soltarse de sus labios. - Diego cuidado, ya sabes que por las mañanas Rodolfo puede aparecer en cualquier momento, mejor a la noche.

- Está bien. - Contestó a regañadientes, sentándose sobre la cama.

- Mejor si te vas, es que, va a ser un día duro y prefiero estar sola.

- ¿Duro? pero si es domingo chica. - Contestó el con ironía.

- Ya pero, es algo privado, Diego porfa, necesito estar sola.

- Está bien, pero si cambiases de opinión, ya sabes cual es mi cuarto. - Contestó él sin darle más vueltas al tema, después le dio un beso en la frente a África y salió de la habitación.

Una vez sola África fue hasta la habitación de Miguel, está vez llamó antes de entrar, esté le abrió al segundo.

- ¿Cómo estás? - Preguntó Miguel una vez dentro.

- Ha sido una noche horrible, lo único bueno, Diego ha venido. - Contestó ella entre susurros porque Claudia dormía.

- Bueno, no ha pasado de ti tras metértela como tantas otras veces.

- No seas tan malo, está cambiando.

- Si, pero te olvidas de que tu ya has tomado una decisión, pronto tendrás que hablar con ellos y terminar con esto.

- Ya, ¿y si cambio de idea?

- ¿De qué idea?

- Pues que igual no es una decisión del todo segura, que quiero cambiarla vamos.

- Medítalo bien porque una vez les digas algo no habrá vuelta atrás.

- ¿Crees que es buena idea?

- La primera decisión sí, el cambio no, nos conocemos y tú sabes tan bien como yo que quieres hacer ese cambio por miedo a que las cosas cambien mucho pero a veces que todo sea diferente es lo mejor cariño.

- Me lo pensaré todo. - Contestó ella con un tono triste en la mirada.

Claudia se despertó poco después y los tres bajaron juntos a desayunar, afortunadamente los desayunos estaban bien colmados, era un buffet libre repleto de dulces y salados.

Eran las 10 cuando ya llegaron todos a la habitación de Robin, mostraron apoyo a África uno a uno mientras iban pasando, cuando ya estaban todos África respiró hondo e hizo sonar el teléfono.

- Hola Mami. - Dijo ella.

- Hola hiji. - Contestó su madre desde el otro lado. - ¿A qué se debe está llamada?

- Nada, solo me apetecía hablar contigo.

- Hay como me alegro.

- Jo mama no reacciones así, que entonces parece que no te llamó nunca.

- Es que me hace ilusión que me llames, aunque lo hagas todos los días. - África sonrió ante la respuesta de su madre.

- Recuerdas la historia que siempre me calmaba de pequeña.

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