Eran las 7:00 de la mañana y la luz del sol comenzaba a colarse por la ventana de la habitación de África, la persiana no estaba del todo bajada, África se despertó y la bajo entera para poder seguir durmiendo acurrucada en los brazos de Diego.
Eran las 10:00 cuando los ojos de África volvieron a abrirse, necesitaba ir al baño pero estaba atrapada entre los brazos de Diego, intentó salir muy sigilosamente.
- ¿A dónde crees que vas? - Le preguntó Diego con una sonrisa agarrándola de nuevo para que no se escapase, ella se rio al sentir las manos de él haciéndole cosquillas por el vientre.
- Diego para porfa que necesito ir al baño. - Suplicó ella, él paró de hacerle cosquillas pero en lugar de soltarla y dejarla ir al baño la abrazó, puso su mano en la cabeza de ésta y le dio un cariñoso beso de buenos días antes de dejarla irse.
- Anda, corre antes de que me arrepienta. - Bromeó el.
África se vistió con su pijama y corrió al baño, iba con una sonrisa que no se podía quitar de la cara, en el camino de vuelta se cruzó con Miguel el cual no se dio cuenta de su presencia, caminaba raro, como vigilando todo, África le llamó al verle y esté se asustó.
- Miqui hola.
- Ah, eh, hola. - Contestó nervioso.
- ¿No me vas a decir nada? - Preguntó ella extrañada.
- Hem... ¿De qué exactamente?
- ¿Enserio no te has dado cuenta? si tú siempre te das cuenta.
- Perdón, es que hoy estoy un tanto distraído.
- Ha pasado, está noche. - Dijo ella emocionada.
- ¿El que?
- Historia, ya sabes, clase de repaso, esas cosas. - Comentó ella haciendo el gesto de comillas con los dedos.
- Aaaa.
- Joe si que estás espeso hoy.
- Yo, que bah, es solo que no he descansado bien. - Respondió nervioso con la voz entrecortada.
- Ya, ¿Y no me vas a echar la bronca? - Su amiga no se creía nada, sabía que algo ocultaba pero tampoco le iba a presionar.
- Si, bueno, ya lo sabes que va a pasar, y sabes lo que opino, pero si es tú decisión pues tampoco puedo hacer mucho, lo hecho, hecho está.
- Ya, llevas razón, y lo se que va a volver a ser un gilipollas pero no se, me apetecía, estaba sensible ayer y el me dio el apoyo que necesitaba, me escucho y no sé, me deje llevar. - Dijo mientras su sonrisa se desvanecía.
- Bueno, lo importante, ¿Te lo has pasado bien?
- Mucho. - Contestó rememorando momentos de la noche con la sonrisa reapareciendo en su rostro, llenándolo de brillo.
- Bueno, me alegro, ahora te dejo, que tengo una cosa que hacer. - Respondió él mientras caminaba de vuelta a su habitación.
- Vale, si necesitas ayuda me dices.
- Si, si.
Miguel estaba muy raro y África se dio cuenta, se quedó con eso rumiando en su cabeza toda la mañana. Al volver a la habitación Diego seguía ahí, en la cama tumbado con la misma cantidad de ropa con la que lo había dejado, nada.
- Muy cómodo te veo, ¿No tendrías que ir pensando en huir de aquí? - Le dijo ella con un tono pillo en la voz.
- Es sábado, prefiero quedarme, si me dejas claro.
Ella sonrió, le recorrió con la mirada y soltó una carcajada, se tumbó encima de él besándole, esté puso su mano sobre la espalda de ella y la bajó poco a poco escondiéndola dentro del pantalón. Un sonido de un puño golpeando contra la puerta repetidas veces les interrumpió.
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40Tena
أدب المراهقينMayo 2020 la pandemia del coronavirus comienza a estar más tranquila, a esté grupo de jóvenes de entre 15-16 años les dejan/hacen volver a clase. Lo que parece una vuelta al cole normal se convierte en un encierro en el cole ya que un nuevo brote de...