40Tena

África capítulo 17

Eran las 22:00 cuando entraron al edificio principal, los profesores, jefes de estudio, el director y demás trabajadores del centro estaban en la cafetería cenando todos juntos, fue Valentín quien mirando muy sutilmente por la ventana confirmó que el director estaba ahí dentro junto a sus compañeros, seguidamente Miguel fue a revisar que en jefatura de estudios no quedase nadie, una vez comprobado las chicas vestidas de negro está vez subieron hasta el despacho, África volvió a abrir la puerta con facilidad pero está vez el diario no estaba sobre la mesa.

- Vale yo miro en los cajones de la mesa, Robin en la estantería y Ainara en el mueble bar. - Susurró África.

Las chicas comenzaron a buscar, Ainara solo encontró un montón de botellas de alcohol sin la etiqueta. Entre los libros de la estantería Robin encontró las etiquetas sirviendo de marcapáginas con un número escrito en ellas y entre los cajones del escritorio solo estaban un montón de fotos del centro y el expediente de África.

- ¿Por qué iba a tener mi expediente tan a mano? - preguntó África entre susurros muy extrañada.

- Yo he encontrado una carta entre los libros que va para ti. - Añadió Robin entregando la carta.

África la cogió rápidamente, la abrió y comenzó a leerla.

Hola África, bueno los dos recordamos lo que pasó ese día con tu padre, solo quiero que sepas que nunca tuve la intención de matar a mi mejor amigo y nunca lo hice, solo fue una sucesión de actos que no terminaron bien, tu madre y tu nunca quisiste escucharme por lo que preferí admitir que sí lo había hecho, era lo más fácil para todos.

Lo que en verdad pasó fue que tu padre entró muy enfadado a mi casa por lo que pasó en tu cumpleaños, él comenzó a gritarme y pegarme y entre todo ese alboroto las velas que tenía sobre la mesa de comedor se cayeron provocando el incendio, tu padre no conseguía respirar bien por el humo y ante esa situación el miedo se apoderó de mí y hui, le deje solo a merced de las llamas, ni siquiera fui capaz de llamar a los bomberos.

Espero que puedas entender que solo fui presa del pánico pero nunca quise hacerle daño, espero que una vez sepas ésto puedas perdonarme.

Dile a tu madre que la quiero.

- ¿¡Pero este señor!? - Exclamó extrañada Ainara al terminar de escuchar a su amiga leer la carta.

- Y encima se extraña de que tú padre estuviese enfadado, no si te parece. - Comentó Robin.

- ¡Ósea que dejó solo a mi padre, su supuesto mejor amigo, muriendo y le dio igual todo! - Exclamó África impactada.

- ¿Estás bien África? - preguntó Robin poniendo sus manos sobre los hombros de su amiga.

- Estoy,... no, no se como estar, no entiendo nada ¿Qué cojones es esto?

- Creo que el relato es falso, solo quiere limpiar su imagen. - Especuló Ainara.

- Pero si el juicio ya fue, ¿Por qué iba a querer inventar nada ahora?

- No lo se, pero no creo que sea cierto, nadie iba a querer cargar a sus espaldas con un asesinato que no cometió. - Continuó Ainara.

- Y al final, el "dile a tu madre que la quiero" ¿Que cojones Rodolfo? mataste a su marido, mi madre solo quiere saber de él de manera profesional como director del centro y ya. - Continuó África más extrañada aún.

- Y ¿si fue un crimen pasional? - Preguntó Robin.

- No vivimos en una peli amor, no creo que mi madre tocase a esté señor ni con un palo.

- Pero la frase, no deja mucho lugar a la imaginación. - Expresó Ainara.

- Que no, que mi madre no.

- Habla con ella, mañana o cuando sea pero aquí hay algo que tus padres no te contaron. - Comentó Robin.

- Tías mi madre estaba embarazada cuando se quedó viuda, aquí no pasa nada, os estáis montando pájaros en la cabeza.

- África amor se que es duro pero no hay otra explicación, ¿o tú ves otra? - Preguntó Robin.

- Pues que la aprecia como persona.

- Habla con ella, si quieres estamos contigo cuando lo hagas pero hazlo. - Dijo Ainara.

África no contestó, las amigas dejaron el despacho como si nada hubiese pasado y volvieron con los demás y una foto de la carta a la habitación de Robin, una vez allí les explicaron lo ocurrido.

- Entonces no lo tenemos, ni una idea de donde puede estar. - Dijo Fernando.

- Amor el diario es lo de menos ahora. - Le regañó su novio.

África quedó con sus amigos para llamar a su madre al día siguiente, los demás estarían con ella. Todos volvieron a las habitaciones, al llegar África a la suya se encontró con Diego, un ápice de felicidad la llenó por dentro.

- He ¿Que pasa, porque esa cara? - Preguntó el al verla.

- Nada, ha sido un día muy loco, solo dame un abrazo.

Diego aceptó y los dos se envolvieron en un abrazo. Más tranquilos y acurrucados sobre la cama de África está le contó sobre la visita del director en la mañana.

- ¿Y por eso estás así? - Preguntó él.

- Si, en una parte.

- ¿Y la otra parte?

- No es nada, solo una tontería.

Diego contestó dándole un beso en la frente y entre caricias, besos y abrazos se quedaron dormidos.