África capítulo 3

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La campana seguía sonando, nadie sabía qué hacer, todos se estaban empezando a montar cientos de películas en su cabeza y ninguna buena, de repente se abre la puerta y aparece Rodolfo el director.

- Todos al aula magna, ¡Rápido! – Dijo Rodolfo y seguidamente fue al aula de al lado a avisarles de lo mismo.

Nadie decía nada y los nervios del director no tranquilizaban a nadie, África y Miguel salieron al pasillo, África agarró a su amigo del brazo y lo arrastró con ella, quería saber qué estaba pasando y se fue corriendo a por el director sin soltar a Miguel.

- ¿Rudolf qué pasa? – Pregunto África al alcanzarle.

- Nada África y aquí soy tu director, por favor no me llames así. – Rudolf era el apodo que le pusieron el padre de África y sus amigos y África desde bebe le llamaba así.

- Rudolf si no pasase nada no sonaría la campana ni nos mandarías corriendo al aula magna.

- África, al aula magna, no puedo decir más. – Dijo él relajando su tono de voz.

África no dijo nada y se fue cabreada al aula magna junto con Miguel.

Al llegar se encontraron con un enorme salón de actos lleno de butacas rojas, en algunas de las butacas pusieron un cartelito de "no sentarse", en el instituto solo estaban los alumnos de 4º de la ESO, 2º de bachiller y 2º de grado medio o superior. África y Miguel estaban sentados en la tercera fila en el centro, Hugo y Fernando estaban delante de ellos y detrás Robin, Ainara y Valentín. Todos murmuraban intentando adivinar que pasaba, de repente se abrió la puerta del aula y entró el director, el silencio se apoderó de la sala, Rodolfo subió al escenario, se ajustó el micrófono y dijo.

- Nuestro jefe de estudios de la E.S.O Manolo tiene coronavirus, y su mujer, Lara la jefa de estudios de bachillerato también, estos resultados llegaron a mis manos hace unos minutos, fueron realizados a lo largo de la mañana por diferentes síntomas notados, antes de esto el último test que se les realizó fue ayer el cual dio negativo, Manolo y Lara han sido encerrados en uno de los pasillos inutilizados del instituto, tienen un baño para ellos y los médicos serán los únicos que puedan estar con ellos, tenemos médicos dentro del instituto que se quedaran con nosotros hasta tener controlada la situación, están viniendo dos camiones cargados de comida para que no falte de nada. Estamos en cuarentena, no quiero que os alarméis, las clases van a seguir dándose como siempre lo único que no podéis volver a casa, vuestros padres ya han sido avisados. Se están lavando y desinfectando todas las sábanas y colchones de la residencia de estudiantes de la cual dispone el centro, para que durmáis allí, sólo habrá una persona por habitación y todos aquellos que hayan estado en contacto con Manolo o Lara quiero que vayáis a enfermería, allí hay un médico haciendo test. Podéis volver a clase.

- Y ya está. –Dijo Valentín indignado. – Suelta una bomba tan gorda y se va, así sin más. 

- Que le vamos a hacer, nuestro director es así, quiere que estemos siempre en clase y que no faltemos bajo ningún concepto, solo se que si nos dejasen elegirlo los alumnos nunca nadie le habría votado – Dijo Miguel.

- Y que lo digas, yo por mucho que sea amigo de mi padre nunca le votaría y menos después de aquello que me hizo. – Contestó África.

- ¿Puedo preguntar que te hizo? – Preguntó Hugo con curiosidad.

- Fue en mi 14 cumpleaños. – Empezó a narrar África con un tono triste. - Mi padre se empeñó en hacer una fiesta de cumpleaños con sus amigos ya que según él su niñita entraba en la adolescencia y había que celebrarlo, nuestro director es su mejor amigo y vino a la fiesta, después de dos horas sin poder tocar el móvil conseguí que me dejasen ir a mi habitación 10 minutos para mirar los mensajes, me fui y él se ausentó diciendo que iba al baño, él y yo llevábamos meses hablando y quedando a escondidas, yo estaba super ilusionada porque tenía 13 años y era la primera vez que alguien se interesaba por mí y encima mayor, me sentía en una nube de popularidad, para mí estaba viviendo la mejor historia del mundo, aunque pasados los años y visto desde otro punto más maduro da un poquito, bueno bastante asco. El caso es que mientras yo estaba en mi habitación el vino sin avisar, yo me ilusione un montón, nos empezamos a besar, cuando menos me lo esperaba me bajó las bragas y me la metió sin condón y sin avisar, a mí me dolió hasta el punto de llorar, le pegué como pude, quería deshacerme de él y quería que sintiese el mismo dolor que yo, lo eché de mi habitación llorando. Se lo conté a mis padres, mi padre se enfadó tanto que tuvo una gran pelea con el y pasó, bueno... – África cogió aire antes de seguir, daba igual el tiempo que pasase esa historia dolía como el primer día. – Lo de mi padre, ya sabéis, el incendio y eso. - Miguel rodeo con un brazo a su amiga. – Mi madre quiso cambiarme de instituto, pero yo no le deje, afrontar todo eso sin mis amigos, rodeada de desconocidos, no podía ni imaginármelo. Pasados los días Rodolfo y yo lo hablamos, se dio cuenta de lo que hizo mal, me pidió perdón y nunca volvió a intentar nada conmigo.

40TenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora