- Vodka.
La castaña miró el vaso un momento, viendo flotar una rodaja de limón entre dos hielos.
- Sabes que no me gusta el Vodka. - Jimin acercó una silla. La miró unos segundos y chasqueó la lengua.
- No vinimos aquí a beber. - Lo revolvió un poco y suspiró suavemente antes de llevarse un buen trago a la boca.
- Pareciera que sí. - Hizo una mueca de disgusto mientras le pedía una botella con agua al mesero. Jimin sonrió a medias y miró más allá de los cabellos de su compañera. - Sabe asqueroso.
- Está terminando la comida. El micrófono no logra captar con claridad las voces de la mesa. - Tocó suavemente el chip en su oreja. Levantó la mirada y se encogió de hombros. - Me gusta el Vodka.
- Modificaré la frecuencia. - Deslizó el vaso hacia Jimin y sacó el celular de su cartera. - Dame un minuto.
- Se está levantando de la mesa. - Jimin lo siguió de reojo hasta verlo doblar por una esquina. - Va al baño.
La castaña se levantó de la silla y se acomodó un poco el vestido.
- Encárgate del audio, yo iré por él. - Cuando dio un paso, Jimin la tomó del brazo. Ella frunció el ceño y lo miró al instante.
- Ten cuidado.
La castaña se zafó de su agarre y empujó su cartera sobre las piernas de Jimin.
- No tardaré. - Jimin se dio vuelta, acompañándola con su mirada por entre las mesas.
Dobló en la esquina y paró un momento, suspirando. Levantó la vista para ver las etiquetas de los baños. Miró hacia atrás y acercó la oreja a la puerta del baño de damas.
Oía unas risitas y el tintineo de la hebilla de una correa. Empujó la puerta y vislumbró unas piernas alvinas enredadas sobre unos hombros.
- Creo que el indicativo afuera dice que este es el baño de damas. - Jungkook se levantó del suelo y se limpió la barbilla con el dedo pulgar. La castaña levantó una ceja, pasando la mirada hacia la mujer que aún se acomodaba la mini falda.
- Dijiste que le habías puesto seguro a la puerta. - Jungkook la miró con una sonrisa burlona.
- Juro que sí. - La chica agachó la cabeza y la castaña se alejó de la puerta para dejarla salir. Al chocar sus hombros, del pequeño bolso que llevaba abierto, cayó una bolsita con una sustancia roja azulada. La chica desapareció por el pasillo con rapidez.
Pateó la bolsa y terminó por entrar en el baño. Pasó el seguro del picaporte con cautela y ladeó la cabeza, viéndolo sonreírle.
- Ahora no solo vendes drogas. - Se ató el cabello con un clip que tenía en el doblillo de la falda del vestido y suspiró por tercera vez. - También follas a domicilio.
Jungkook rio con fuerza mientras terminaba de abrocharse la camiseta.
- No dejes volar tu imaginación solo por una pequeña...- Movió la cabeza mientras chasqueaba la lengua. - Situación. - La castaña enarcó una ceja cuando él comenzó a caminar. - No soy ese tipo de hombre. - Se inclinó sobre ella. - Pero me permito disfrutar de los beneficios de este trabajo de vez en cuando.
Puso ambas manos a la altura de su cabeza, agachándose levemente para respirarle en la enfrente. Ella permaneció quieta, siguiendo su mirada, con el ceño totalmente fruncido y una mano aun sobre el picaporte, tras su espalda.
- Si a eso llamas beneficios, espero pienses del mismo modo ante la condena que te pisa los talones. - Jungkook sonrió. Atrapó un mechón de su cabello entre sus dedos y se agachó aún más para acercarse a su oído.
- Tú también puedes disfrutar al igual que ella.
La castaña le dio un empujón, quitó el seguro y le propinó una patada en las piernas, haciéndolo tambalear.
- Cierra la boca. - Gruñó mientras esquivaba un puñetazo de él.
- Me gustan las chicas rudas. - La tomó del brazo, le dio la vuelta y la empujó contra la puerta, doblándole el brazo tras la espalda. - Pero no puedo dejar que me atrapes así de fácil.
Ella levantó la cabeza con fuerza, dándole un cabezazo.
- Me rompiste la puta nariz. - Unas gotas de sangre cayeron al suelo. La castaña se tomó el hombro mientras respiraba con pesadez.
Antes de que ella pudiera propinarle un puño en la cara, la puerta del baño se abrió.
- Dijiste que no tardarías. - Ella rodó los ojos, viendo a Jimin entrar.
- No me dijiste que tenías novio. - Jimin se quitó la chaqueta que tenía encima y se la puso sobre los hombros a su compañera. Una de las tiras de su vestido se había roto.
- Creí que seguías en la cárcel. - Jungkook rio suavemente mientras se inclinaba para escupir sangre en el lavabo. - No compliques más esto, date la vuelta y te sacaremos por la puerta trasera.
- No soy estúpido. - Le lanzó una patada a Jimin y esté le tomó del pie, jalándolo para que cayera al suelo.
Lo contuvo en el suelo y la castaña le pincho el cuello con una pequeña jeringa.
- Disfruta de tus beneficios, idiota. - Se acomodó la chaqueta sobre los hombros e hizo una mueca de dolor.
- ¿Estás bien? - Jimin oyó un crujido.
- Es mi hombro, se sale con facilidad. - Apretó los ojos con fuerza, sintiendo una corriente de dolor bajarle por el brazo. Jimin la tomó levemente de la cadera y la dirigió de nuevo hacia la puerta.
- Vamos, con un poco de Vodka se te pasará el dolor. - La castaña se giró levemente hacia Jungkook y Jimin le apretó la cadera. - Mis hombres se encargarán.
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One shots -Jimin- (Segunda Parte)
FanfictionSegunda parte del libro One shots -Jimin- (Primera parte)