One shots -Jimin- (Segunda Parte)

Nuestra culpa.

Subió las escaleras intentando no empujar a muchas personas, sosteniendo fuertemente una servilleta contra su nariz. Aun con la cabeza gacha, giró la perilla de la primera habitación y entro, cerrando con rapidez la puerta.

- ¿Te ocurrió algo? ¿Te encuentras bien?

Ella se giró un poco asustada al escuchar a Jimin detrás de ella. No lo vio al entrar.

La música de la planta de abajo aún se escuchaba un poco amortiguada por las paredes de la habitación.

- Estoy bien, estoy bien. - Lo alejó, estirando la mano en su dirección. 

Entró en el baño y mientras ponía la servilleta manchada sobre el lavabo, apretándose la nariz para sacarse toda la sangre que había quedado en sus fosas nasales. 

- ¿Qué te pasó?

Ella le miró y se encogió de hombros.

- Solo es por el calor, muchas personas, sobre muchas más personas. Estaba sofocándome.

Jimin se acercó hasta poner una mano sobre su espalda mientras la veía por el espejo. 

- Ya paró el sangrado.

Jimin suspiro y asintió, mientras echaba al bote de la basura, los papeles manchados de sangre y ella se lavaba la sangre que le había quedado fuera de la nariz.

- ¿Y dónde está Yoongi?

Ella se encogió de hombros mientras suspiraba.

- No lo sé, con los demás, quizás.

Jimin frunció un poco el ceño y la siguió con la mirada. 

- ¿Pasó algo entre ustedes?

Ella negó.

- No, solo... Creo que está un poco pasado de tragos. 

Ella río y Jimin sonrió.

- ¿Segura estás bien?

Ella asintió, dejándose caer sobre la cama, mirando el techo. 

- Tranquilo. - Se levantó para mirarlo. - Solo no le cuentes nada a Yoongi.

Jimin asintió

- ¿Está todo bien entre ustedes? - Quiso saber de nuevo. 

Ella le miró mientras se apoyaba en la cama con sus codos y asintió.

- De verdad, todo está muy bien. - Le sonrió con ternura. - No te preocupes.

Jimin asintió y la vio desplomarse de nuevo sobre la cama.

- Hace dos semanas fui al médico porque el sangrado de la nariz era muy recurrente. - Se tapó la cara con las manos. - Aún espero los resultados de los exámenes. 

Jimin frunció el ceño.

- ¿Pensabas decírnoslo en algún momento? 

Ella movió la cabeza y luego suspiró.

- Quizás no sea nada importante. 

Jimin se puso sobre ella viendo sus mejillas tomar color mientras le miraba directo a los ojos.

- ¿Y si en verdad si es algo delicado?

Ella suspiró y le empujó un poco desde el pecho para quitarlo de encima.

- Hablo en serio. - Insistió. 

- Jimin, deja que me levante.

Él negó y bajó la cabeza mientras la veía abrir mucho los ojos. Sus labios sabían a fresa y sentía su respiración fuertemente contra su cara.

Cuando se alejó para verla de nuevo, estaba dispuesto a levantarse, pero lo tomó de la nuca y lo atrajo hacia sí para besarlo de nuevo.

Jimin se dejó caer un poco más sobre ella mientras sentía su calidez invadirle.

Su nariz volvió a sangrar y se levantó rápidamente hacia el baño. 

- En que estaba pensando. - Murmuró.

Jimin se apoyó sobre la puerta y se encogió de hombros.

- Lo siento... Fue mi culpa.

Ella le miró con papel en la nariz y negó.

- Nuestra culpa.

- Otra cosa más por ocultarle a tu novio. - Bromeó. 

Ella suspiró y salió del baño, acercándose a la puerta, antes de abrirla, alguien desde afuera la abrió. 

- Te llevo buscando hace rato, ¿qué te pasó?

Ella negó con la cabeza y sintió sus manos rodearle mientras caminaban fuera de la habitación y caminaban más allá en el pasillo.

- Estoy bien. - Miró hacía atrás. - Solo necesitaba el baño. 

La llevó hasta su habitación y mientras entraba, sangre volvió a brotar de su nariz. 

Se tensó al recordar a Jimin en el baño, su tacto, su calor...

- Puedo estar algo bebido, pero sé que algo debe estar pasando.

Ella negó y lo tomó de la mano, mientras se limpiaba con el dorso de la mano, la nariz. Había sido leve. Jalo a Yoongi del brazó y lo arrastró hasta el primer piso. 

- Tomemos un poco, olvida lo que paso, no importa.

Yoongi la tomó de la cintura y mientras le acariciaba la mejilla, le besó suavemente los labios.

- Lo podría olvidar si volvemos arriba y...

La beso de nuevo mientras ella sonreía contra sus labios. 

- No sé por qué me sigue sorprendido que me pidas sexo cada vez que bebes de más.

Él río y la beso de nuevo, tomándola suavemente de la nuca.

La tomó de la muñeca y la jaló escaleras arriba de nuevo. Antes de entrar a la habitación, Jimin apareció por el pasillo. Justo antes de cerrar la puerta, creyó verlo guiñarle un ojo.