One shots -Jimin- (Segunda Parte)

Adicción #2

Jimin le sonrió y ella terminó todo el trago del vaso, viendo como su cuello se tensaba.

- ¿Qué pretendes con eso?

Ella sonrió y mientras Jimin se aferraba a sus caderas, respiró suavemente para sentir un poco más de su aroma.

- Podemos averiguarlo.

Jimin sonrió y mientras acortaba el mínimo espacio que había entre ambos, la tomó de la mejilla para sentir su fría piel.

Ella lo tomó de la mano y mientras salían del lugar, cruzaron la calle, entrando en un edificio.

La puerta del lugar se abrió y las luces automáticamente se encendieron, Jimin se sorprendió un poco. 

- ¿Quieres algo de comer?

Jimin sonrió mientras la tomaba de las mejillas y le daba un suave beso. Era muy tierno, le sorprendía que una de las razas más violentas tuviera como portador alguien tan distinto. 

Ella sonrió mientras se separa de él y lo miraba directamente a los ojos.

- Quiero saltarme al postre si no te molesta.

Ella sonrió y mientras volvían a besarse sin prisas, comenzaron a caminar hasta la sala. Jimin la acorraló en la pared mientras comenzaba a apretarle más las caderas y la besaba aún más fuerte.

Las manos de Jimin la tomaban fuertemente por la nuca, pasaban por sus cabellos, por sus caderas, dejando marcas. Jimin se quitó la camiseta mientras la tiraba al sillón y la tomaba fuertemente por el cuello, ella dejó salir un gemido al levantar la cabeza. Jimin le mordía suavemente los labios mientras comenzaba a deslizar las tiras del vestido por sus brazos.

Los besos húmedos del peli negro comenzaron a bajar por sus mejillas y se deslizaron suavemente por su cuello. Llenando sus pulmones de aquel aroma que poco a poco se intensificaba. Le clavó los colmillos lentamente mientras ella lo tomaba por los cabellos y gemía con suavidad. 

Podía sentir su descontrolada respiración, chocar contra su cuello, sentía como la sangre salía de su cuerpo. Jimin gruñía contra la piel herida y mientras ella se mordía los labios y le jalaba los cabellos, el agarre insistente de Jimin se intensificó.

Se separó un momento, relamiéndose los labios

Ella sonrió mientras lo empujaba hacía hacerlo caer suavemente sobre la alfombra afelpada.

Jimin la recibió con una sonrisa de oreja a oreja. Contempló cómo se quitaba el vestido y se sentaba sobre él. Rápidamente, se besaron mientras las manos de Jimin descubrían cada rincón de su espalda.

Desabrochó avidez su pantalón y mientras se quitaba la única prenda que la cubría, se sentó de llenó sobre su miembro.

Ambos gimieron y Jimin se levantó un poco del suelo mientras le clavaba los colmillos en el valle de los senos.

Ella suspiraba mientras sentía que sus sentidos se perdían poco a poco, y luego de comenzar a sudar frío mientras movía rápidamente las caderas de atrás hacia adelante sobre Jimin, terminó rendida mientras lo sujetaba desde el cuello con ambos brazos. Su respiración era suave, pausada. Jimin aún sentía una gran fuerza recorrerle, nada parecido a la sangre de los humanos, que aunque pudiera llenarle, no le causaba tantas sensaciones como la de aquella bruja. Sus sentidos estaban alborotados, pero, aun así, dejó dormir a su lado en el suelo a aquella peli negra mientras seguía sudando y perdía el conocimiento de que era la realidad.