- Volveré lo más pronto que el trabajo me lo permita, en serio siento dejarte solo con los niños, Jimin.
Él se encogió de hombros viéndolos jugar con autos de juguetes en una pequeña autopista desde el suelo afelpado de la sala.
- Ve tranquila, también son mis hijos, no debería ser difícil para mí cuidarlos.
Ella suspiró, viendo la hora en su celular.
- Debo irme en 15 minutos, ¿estás seguro de que estarán bien? Puedo decirle a mi madre que venga a recogerlos.
Jimin le sonrió con ternura y le acarició el brazo izquierdo.
- Esta semana estoy libre en el trabajo, no te preocupes por ellos.
Ella lo abrazó, suspirando contra su cuello.
×××
Los días siguientes transcurrieron con total normalidad. Jimin despertaba a los chicos, les daba de comer y les dejaba tiempo suficiente para que jugaran un rato antes de llevarlos al colegio.
De camino al colegio les daba algunas golosinas y esperaba en su auto hasta que entraran por las puertas de cristal. En la tarde volvía a recogerlos lo más puntual que podía llegar a ser y al llegar a casa nuevamente les tenía ya lista la comida, les ayudaba con las tareas y el resto del día les permitía hacer lo que quisieran, mientras más cansados estuvieran, más temprano se acostaban.
Ese mismo fin de semana había llegado a la ciudad un parque de atracciones, que hacía parte de un reconocido circo. Los gemelos se habían enterado por sus amigos de la clase, mientras que su padre se había enterado por un rápido anuncio en la televisión.
- Es hoy, es hoy.
Los niños corrían gritando hacia la cocina luego de que Jimin los llamara a desayunar. No era la primera vez que iban a un parque de atracciones, pero siempre se animaban cuando llegaba uno nuevo a la ciudad.
Jimin ni siquiera tuvo que pedirles que se bajaran y organizaran sus camas. A las 5 de la tarde ya estaban listo y sentados en el jardín, esperando impacientes a que su padre encendiera el auto.
- Mira papá, un oso.
En la entrada del lugar, había alguien con un disfraz de oso inmenso, abrazando y tomándose fotos con los niños, incluso con uno que otro adulto.
Estacionó el auto y los niños casi corrieron al gran oso, Jimin les tomó una foto y entró con ambos cogidos de las manos a cada lado de su cuerpo.
Comieron golosinas, compraron gorras alusivas al parque y ganaron uno que otro premio en algunos juegos que tenían recompensas.
- Buscaré un baño, ¿por qué no van a jugar allí.? - Se acomodó la gorra. - No tardo.
Los gemelos vieron como su padre se perdía entre las personas y fueron a ver como un payaso hacía algunos trucos de magia con un pequeño corrillo de gente apretujado a su alrededor.
A los casi 10 minutos, Jimin regresó. Había tardado en encontrar un baño y eso lo molestó un poco.
Buscó rápidamente a los chicos con la mirada y no los vio. Caminó aún más por entre la gente, no era difícil ver a dos niños normalmente cogidos de la mano con dos gorras de un verde fosforescente. Rápidamente, tomó su celular y llamó a dos de sus amigos.
Cuando Taehyung y Jungkook llegaron al lugar, Jimin estaba completamente alterado. Tenía ansiedad y sudaba frío.
- Deberías llamarla, después de todo es su mamá.
Jimin frunció fuertemente el ceño y negó repetidas veces.
- ¿Estás loco? ¿Cómo le voy a decir algo así? Hola amor, los niños se perdieron y no logro encontrarlos, cuídate.
Jungkook río y Taehyung suspiró mientras se pasaba una mano por la cara.
- ¿Por qué los dejaste solos?
Jimin se enderezó y miró hacia donde había caminado en dirección a los baños.
- Iba al baño, les dije que me esperaran en aquel juego. Pero cuando volví no estaban allí ni por ningún otro lugar.
- ¿Los buscaste bien?
Jimin lo miró unos segundos y luego casi gritó.
- Claro que los busque.
- Quizás logramos verlos, deben estar por aquí.
Los tres comenzaron a caminar aún entre la gente, mirando cada niño que se les cruzaba.
- ¿Y si se fueron a casa? - Comenzó a susurrar. - ¿Y si Alguien los secuestró?
Jungkook le pasó una mano por los hombros y negó con la cabeza mientras Taehyung le preguntaba a una pareja si habían visto a dos gemelos con gorras caminando por allí.
- Estarán bien, deben estar aún aquí, no te sulfures. Relájate un poco.
Pasaron casi dos horas buscando a los niños, incluso algunos internos del parque les ayudaron a preguntarles a las personas si los habían visto por algún lugar.
Jimin casi derrotado, se sentó en una silla de metal, hundiendo la cara entre sus manos.
- Creo que deberías llamarla.
Antes de que Jimin sacara su celular del bolsillo, levantó la mirada hacia una pequeña plaza que había casi cerca del bosque de la parte de atrás del parque y los vio allí abrazados.
Se levantó rápidamente y corriendo, llegó donde los pequeños y los aplastó con un fuerte abrazo.
- Pensé que tendría que divorciarme con su madre por esto.
Los niños se entretuvieron con los chicos mientras Jimin recibía la llamada de su esposa, donde le decía que lo más probable era que llegara esa misma noche.
Dejó a sus amigos en sus casas y volvió con los niños casi a media noche, estaban tan rendidos que cayeron profundamente dormidos en el sofá.
Para cuando su madre llegó, los encontró casi encima de Jimin en el sofá grande, babeando entre sueños.
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One shots -Jimin- (Segunda Parte)
FanfictionSegunda parte del libro One shots -Jimin- (Primera parte)