Te esperaré.

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- Conseguí tu vuelo para esta madrugada. 

Ella sonrió mientras le acariciaba la mejilla y luego miraba hacia el suelo con los ojos llenos de lágrimas.

- De verdad siento tener que irme tan repentinamente...

Jimin le sonrió de lado mientras negaba.

- Tu mamá siempre estará sobre cualquier persona. Lo entiendo todo. - Le dio un beso en la frente. - Te esperaré.

Ella sonrió mientras lágrimas bajaban por sus mejillas. Jimin la abrazó contra él fuertemente.

Su madre había tenido un accidente y necesitaba un riñón nuevo. Ella viajaría lo más rápido que el tiempo, se lo permitiría para donarle uno de los suyos.

Esa misma madrugada, luego de que Jimin le ayudara a empacar sus cosas, la acompañó hasta el aeropuerto y esperó junto con ella hasta que tuvo que pasar al avión.

- Te esperaré.

Luego de pasar casi 10 horas en el avión y los transbordos, logró llegar a su destino y luego de tomar rápidamente un taxi, llegó al hospital donde tenían a su madre en cuidados intensivos y su padre se ofreció a llevar sus maletas a casa mientras ella también era ingresada para poner en marcha el trasplante.

Luego de algunas horas en cirugía, Jimin habló con su hermano para preguntar cómo iba todo. Cuando despertó luego de que la anestesia se fuera un poco, pudo hablar con Jimin y los médicos le dieron la buena noticia de que su madre estaba muy bien gracias a su donación.

Tendría que tomar algunos meses de reposo y junto con su familia, también tendría que cuidar mucho a su madre.

Jimin le llamaba en las mañanas y en las noches, a veces cuando tenía tiempo en el trabajo también le mandaba un mensaje para preguntar cómo estaba. Los primeros meses estuvieron muy bien, Jimin estuvo muy pendiente de ella e incluso le mando algunos regalos.

Estuvo con su familia durante unos cinco meses, cuidando a su mamá y cuidando su recuperación. Tenía que tomar muchas vitaminas y medicamentos para evitar alguna enfermedad, pues, con la ausencia de su riñón, su salud se podía debilitar más rápidamente.

Jimin comenzó a ausentarse con las llamadas luego de los tres meses, solo la llamaba una vez al día e incluso hay días en los que se ausentaba por completo. Realmente no le preocupaba mucho el que Jimin no la llamara. Pero no se dio cuenta de que poco a poco perdía el interés y comenzaba a seguir con su vida a falta de su presencia.

Cuando pudo volver con Jimin, decidió darle una sorpresa y no le aviso que volvería. Simplemente, se despidió de su familia y tomó las mismas 10 horas de vuelos y transbordos hasta llegar de nuevo a la ciudad donde vivían.

Luego de bajar las pesadas maletas del taxi, las arrastró hasta el ascensor donde esperó a que la llevara al séptimo piso y las arrastró más hasta llegar a la puerta del departamento.

Buscó las llaves entre una de las maletas y abrió la puerta, arrastrando las maletas. 

Jimin se asomó desde la sala y sus ojos se abrieron tanto que ella río al verlo así. Llevaba traje y olía a comida, quizás había estado cocinando.

- ¿Qué haces aquí?

Ella frunció un poco el ceño y se acercó, mientras Jimin se hacía enfrente suyo para impedirle seguir avanzando.

- Pensé que sería lindo sorprenderte. - Miró más allá, a la sala. - ¿Esperas a alguien?

En la mesa que había en la terraza había comida, una botella de vino y algunas decoraciones. También había un ramo de flores.

- Yo...

Antes de que pudiera terminar de responderle, una chica salió del baño y la miró con el ceño un poco fruncido.

- No puede ser, Jimin. - Gimió.

La chica detrás de él estaba desconcertada, mirando a Jimin.

- No sabía que vendrías. - Se excusó. 

- ¿Quién es ella?

Ella respiró fuertemente y negó con la cabeza.

- No sabrías cuánto tiempo estaría fuera ¿No? - La voz se le quebró. - Dijiste que me esperarías.

Jimin bajó la mirada.

- Puedo explicártelo. - La miró.- Sabes que te amo.

- Mentiroso. - Escupió.

La chica pasó de largo empujando a Jimin y salió del lugar cerrando fuertemente la puerta. 

- No digas que no te amé cuando muy bien sabes que sí lo hice.

Ella frunció el ceño y negó.

- La chica que se acaba de ir demuestra que no.

Jimin intentó acercarse a ella, pero rápidamente tomó sus maletas y las arrastró hasta la puerta. 

- Perdón por dañar tu cita, Jimin.

Salió por la puerta mientras con mucho esfuerzo ponía sus maletas dentro del ascensor, terminando por sentarse en ellas, rompiendo en llanto. 

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parkmaggie1018



One shots -Jimin- (Segunda Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora