- ¿Podrías pasarme aquel frasco, querido?
Taehyung se apresuró en caminar hacia el estante y tomar suavemente el frasco tintado de azul a medio llenar.
- Tome, maestre.
Ella le sonrió.
Taehyung permaneció a su lado inclinado sobre la mesa mientras la veía darle movilidad a los dedos de la mano de marfil que tenía entre las suyas.
- Obstruyes la luz, podrías...
Taehyung se movió rápidamente, sonrojado. Ella le acariciaba superficialmente el brazo.
Permaneció horas viéndola manejar fácilmente el marfil. Le encantaba la forma en la que daba los detalles y las expresiones del rostro con una pequeña lija y una pala igual de pequeña.
Le ayudó a colocar las piezas correspondientes desde los dedos de los pies hasta el último cabello detrás de las orejas.
- Tiene un excelente aspecto, Maestre.
Ella le miró con anhelo y suspiró con cansancio.
- Si Los ángeles existiesen, estoy segura de que se verían así.
Taehyung lo miró, ladeando un poco la cabeza.
- Tiene un color de cabello muy hermoso.
- Son hilos dorados.
Ella se sentó en la incómoda silla de madera donde había estado postrada por más de tres días y le sonrió con ansias a Taehyung.
- ¿Quieres hacer los honores?
La cara de Taehyung resplandecía mientras una gran sonrisa se formaba en su rostro. Sus manos se unieron con fuerza mientras los pelos de los brazos se le erizaban.
Se apresuró a abrir el armario de vidrio al otro de la habitación y con mucho cuidado, sacó una caja musical de color rojo.
Caminó lentamente con ella entre sus manos sin siquiera quitarle los ojos de encima y la postró sobre las manos de marfil. Le dio vueltas a la pequeña manecilla que tenía a un costado y retrocedió esperando que se abriera.
Al abrirse, emergía una preciosa bailarina, con un vestido largo que ocultaba su pierna izquierda por completo, mientras que con un corte al costado del vestido se podía ver la derecha y su zapatilla negra enlazada por su pantorrilla.
Sobre su mano izquierda sostenía una pequeña luna que resplandecía. Giraba lentamente mientras una canción suave y corta sonaba desde adentro de la caja.
Taehyung miraba con total fascinación, viendo como, poco a poco, sus articulaciones parecían moverse.
Se acercó al ver como los dedos de sus manos se movían y puso sus propias manos bajo las de él para evitar que la caja cayera al suelo en caso de que la soltase.
Ella se levantó de la silla y se quitó algunos mechones del cabello, estirando un poco la espalda.
Los ojos oscuros se abrieron curiosos por primera vez. Parecía no enterarse aún de que podía mover algo más que los ojos.
Al ver a Taehyung retrocedió y él le sonrió con agrado.
- Ya puedes dármela.
Bajó la mirada a sus manos y estiró los brazos en dirección a él. Taehyung la tomó suavemente y de la misma manera, la regresó a su sitio.
Ella se acercó mientras le miraba con una sonrisa.
- T-tengo frío.
- Claro que lo tienes.
Taehyung le puso suavemente una manta sobre los hombros, a pesar de estar vestido.
- También debes tener hambre. Te enseñaré el lugar mientras Teahyung te prepara algo.
Taehyung hizo una reverencia, dio medía vuelta y salió de la habitación.
- Estuve buscando durante horas un nombre que se acomodará a tu razón de existir. Tampoco quería algo muy común. Espero que Jimin te parezca adecuado... - Le sonrió.- Puedo cambiarlo si quieres.
Él permaneció allí sin expresión por unos segundos, luego sus ojos se fijaron en las pequeñas pecas que había sobre sus mejillas.
- Ji-min. Jimin. - Sonrió por primera vez y dio unos pequeños pasos con sus pies. - Así que es mi nombre...
Miró sus manos y brazos de marfil mientras ella le tendía su mano de carne y huesos.
- Ven conmigo. - Le apretó la mano. - Apóyate en mi hombro si te hace difícil caminar.
Jimin caminó suavemente a su lado, tambaleándose un poco.
- Suelo tener mis creaciones, mis ancestros dieron vida a una ciudad entera con solo ramas y saliva. Nuestras manos Jimin, tenemos el don de crear vida con nuestras manos, no importa que sea.
Jimin escuchaba su voz de una manera suave, pero firme, mientras miraba las paredes tapizadas y olía la canela en el aire.- Tus ojos están hechos de café molido y vidrio. Busque un material liso para tu piel. Mi especialidad son las muñecas, de trapo, porcelana, barro... Pero la otra noche me cuestioné sobre cómo se vería un ángel y me puse a la tarea de recrear el mío propio.
- ¿Soy yo ese Ángel?
- Sí, tú eres mi ángel.
Caminaron hasta llegar a la cocina donde Taehyung terminaba de cocinar.
- Él también es una de mis creaciones.
- ¿Por qué su piel es distinta?
Ella sonrió mientras se acercaba y tomaba suavemente el brazo de Taehyung.
- Su piel es de seda y sus cabellos son fragmentos de lana.
Jimin se acercó mientras Taehyung le sonreía ampliamente.
- Bienvenido a la familia, Jimin.
ESTÁS LEYENDO
One shots -Jimin- (Segunda Parte)
FanfictionSegunda parte del libro One shots -Jimin- (Primera parte)