¿A dónde fuiste? #3

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Jimin no hizo ningún ademán o expresión al escuchar eso. Simplemente, se rio suavemente, poniéndole las manos en los hombros.

- ¿Pero qué dices?

Ella le miró con el ceño fruncido, viéndolo reírse. 

- No es gracioso, Jimin.

Él tomó aire, secándose lágrimas inexistentes de las mejillas y luego estiró los brazos.

- ¿Por qué mataría yo a alguien? - Entrecerró un poco los ojos. - ¿Y cómo lo haría? - Ella se inclinó hacia adelante, levantando un poco su labio superior para dejar ver su afilado colmillo. Él sonrió. - ¿De dónde sacaste tal cosa? - Preguntó. 

- Cuando volviste tenías su celular, cuando llamé, sonó en ese sillón, sé que era el suyo.

Jimin ladeó la cabeza, viéndola con ojos ausentes.

- ¿El celular de quién?

- No te hagas el santo. - Gruñó. - No cuando mataste un inocente. 

- ¿Quién dice que lo hice?

- Yo. 

- ¿Tú y quién más? - La miró con una sonrisa de oreja a oreja. 

Jimin la miró con diversión, inclinándose hacia adelante con las manos en las caderas y los colmillos, asomando por entre sus labios.

- No tienes ninguna prueba verídica. Un simple mal presentimiento no te servirá de nada. - Chasqueó la lengua. - Culparme a la ligera si es un delito. 

Ella frunció el ceño, apretando los dientes.

- No soy estúpida, Jimin.

- Ni siquiera conocía al tipo. ¿Cómo se supone que hubiera dado con él?

Ella se encogió de hombros y luego miró por la ventana.

- Eso no es ningún problema para ti. 

Jimin río y se encogió de hombros.

- No tienes ninguna prueba, así sigo sin entender por qué me pones en la posición del culpable.

Ella suspiró con frustración y negó con la cabeza.

- Jimin, sé que hiciste algo.

- Estás algo paranoica ¿No te parece? - Se burló. 

Ella soltó un gruñido desde la garganta y Jimin río.

- ¿Cálmate si? Te haré un té y le pondré algo de miel. 

Mientras Jimin pasaba a su lado para ir a la cocina, ella lo tomó por la muñeca e hizo que Jimin inmediatamente se tensara.

- Creo ser la única que sabe tu sucio secreto, así que no me des razones para decírselo a alguien. - Amenazó. 

Jimin con una rapidez monstruosa, la acorraló contra una pared mientras sus ojos se inyectaban en sangre y la tomaba fuertemente de las muñecas por sobre su cabeza.

- No hace falta que te drene cada gota de sangre como lo hice con él. - Ella abrió los ojos, viéndolo sonreír de nuevo. - No voy a soportar que otro imbécil te toque. - Se relamió los labios. - Tuve que darme mi propio lugar en el juego. 

Jimin pasó un dedo por su garganta y luego sonrió, mientras se apartaba y caminaba suavemente hacia la cocina.

One shots -Jimin- (Segunda Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora