DARK FAIRYLAND.

Adiós, Anwen.

Elijah y Joseph van a la planta de abajo, Adrián está en la cocina preparándose un cóctel de manzana morada, con sabor a caramelo.

_¿Ya vas a emborracharte? - Pregunta Joseph cruzando los brazos.

_¿Qué más te da? - Responde Adrián sin mirarle.

_Adrián, Joseph tiene razón, ¿ya vas a empezar? Deberías relajarte y descansar.

_No os metáis donde no os llaman. - Dice él enfadado.

_Adrián, hemos visto a la chica, y el Diehekdn. - Dice Joseph muy serio.

Diehekdn, un hechizo muy poderoso, una píldora de algas de azúcar. Es una droga tan potente que actúa como bloqueador, te deja inconsciente, y cuando te despiertas, no recuerdas nada. Solo lo que el ser que te la ha dado quiere que recuerdes.

Adrián se marcha de la cocina, los dos me siguen como si fueran su sombra.

_No estás bien. - Le dice Joseph con gesto de preocupación.

_¿Y tú qué sabes?

_Nos conocemos, todos, sabemos si estamos o no bien. Y tú no lo estás.

_¿Por qué no admites que ella te importa más de lo que crees? - Pregunta Elijah frunciendo el ceño.

_Por que admitirlo, sería una debilidad, y eso es cosa de humanos. Somos hadas, no tenemos tales cosas aunque nos parezcamos a ellos. - Responde con frialdad.

Elijah y Joseph se miran.

_Bueno, has dado un gran paso, has admitido eso. - Dice Joseph.

_Dejadme, necesito estar solo, quiero estar solo.

_No vamos a hacer eso.

_¡LARGAOS! - Grita él furioso.

Los dos se asustan, el chillido hace temblar las paredes, y hace eco en todo el castillo. Ambos se marchan sin decir nada, Adrián se seca las lagrimas de sus mejillas, y se dirige a la habitación donde está Anwen. La observa dormir plácidamente, por el efecto del Diehekdn, le acaricia la cara con dulzura y sonríe. Diez minutos después, llaman a la puerta, se trata de Sfreity, otro de sus cocheros.
Adrián baja a abrir la puerta, la abre y se encuentra a Sfreity sonriendo.

_¿Me ha llamado señor?

_Si, tienes que llevarme a un lugar.

_Como quiera señor, ¿no lleva equipaje?

_No, llevo una esclava.

A Sfreity se le congela el aliento.

_¿Un-una que... Señor?

_La humana, Anwen.

_Ah, muy bien señor, ¿a dónde les llevo?

_Al mundo humano.

Al oír eso, es como si el mundo se detuviera, Sfreity se queda de piedra.

_P-pero señor, eso está prohibido.

_Si, lo está, pero el que manda soy yo.

_Y el Elijah, si me permite decirlo señor.

_No, si por decir, puedes decir lo que quieras, pero el que manda soy yo.

Sfreity ve como Adrián se marcha dentro del castillo, poco después, aparece con Anwen, cargada a su espalda.

_Abre las puertas, voy a dejarla.

Él obedece sin decir nada, Adrián suelta a Anwen en uno de los sillones alargados. El se sienta en los del frente, mirándola fijamente, sintiendo un vacío que, de sobra, sabía que no se llenaría ni con alcohol, ni con mujeres. Pone su mano en el pectoral, y nota débil, pero continuo los latidos de su corazón. Sorprendido, se lleva las manos a la cara, de nuevo, las lágrimas caen, pero no en sus mejillas, si no en las palmas de la mano.
Se dirigen hacia Dropcup, un portal mágico enorme, que lleva hasta el mundo humano, solo hay que pensar en la dirección a que se quiere ir, y al atravesar el portal, llegas a ese punto exacto.

_Estamos llegando señor.

_Bien. - Le contesta borde.

Adrián nueve las piernas por nerviosismo, abriendo y cerrando todo el tiempo. Siente como la ansiedad, le invade el pecho, intenta controlar sus nervios, entonces el cochero se detiene en frente del portal.

_Llegó la hora. - Piensa él.

Se levanta, arrastra a Anwen hasta la salida del coche, la coge por las muñecas y tira hasta ponerla en su hombro. 

_¿Tardará mucho señor?

_No, espera aquí.

Adrián se marcha, está en frente de un  bloque de pisos, en el sexto, es donde vive ella. En el mundo humano, es de noche, nadie los ve, Adrián vuela hasta la ventana de su habitación, con sus poderes, consigue abrirla sin romperla.
La deja cuidadosamente en la cama, saca un papel de su bolsillo del pantalón, y se la pone en la almohada, él la besa y se marcha. En la carta dice:

"Yo no echo de menos a nadie.  Qué dulce mentira.
Creía que podía leer sin pensar en ti, mentira, creía que podía escribir sin más, mentira.
Creía que por poder, podía no recordarte, mentira, es mentira por qué lo llamaba odio antes de conocerte.
Y cuando lo hice se convirtió en miedo, miedo de conocerme y no reconocerme. Tenía miedo de poner mi mano en el pecho, y notar mi corazón, después de ciento cincuenta años negando tenerlo.
Ya no hay nada, en mi solo queda el insomnio, pensé que no eras apta para mí mundo, me equivocaba.
Has sido muy capaz de aguantarlo,
he sido yo, el que no estaba preparado para verlo"

_¿Señor? - Dice Sfreity al ver a Adrián.

_Nos vamos a Dark Fairyland.

_Por supuesto señor. - Dice él.

Adrián sube al coche, está muy serio, no dice nada en todo el camino de vuelta.
Cuando llegan, Elijah y Joseph le esperan en la puerta, Adrián se baja y ve a los dos. No les dice nada, pasa de largo y entra en el castillo.

_¿No vas a decirnos nada? - Pregunta Joseph preocupado.

_Si, que os vayáis. - Responde muy borde.

Los dos entran y le siguen, como si fueran su sombra.

_Adrián, háblanos. - Le dice Elijah.

_No tengo ganas de hablar.

Adrián se marcha a su habitación, y cierra la puerta de un portazo. Elijah abre la puerta, Adrián le mira con odio, Joseph se sienta al filo de la cama, pero Adrián sigue en silencio.

_¿Dónde está Anwen? - Pregunta Joseph.

_En su mundo, donde tiene que estar.

_¿Y tú cómo estás?

_Yo bien, como siempre. - Responde sin mirarlos.

_No Adrián, tu no estás bien. - Le dice Elijah, poniendo su mano en el hombro.

_¿Y que más os da?

_Somos el trío escaleno, si uno se hunde nos hundimos todos.

Adrián no dice nada, Elijah y Joseph se miran al mismo tiempo, sin decir nada.

_Adrián, estamos aquí para lo bueno y lo malo. - Dice Elijah.

_Hasta que la muerte nos separe, según los humanos.

_Eso es en las bodas de humanos, en nuestro caso...

_Es el mismo, llevamos toda la vida juntos, solo que lo nuestro no se llama matrimonio, se llama putada.

Los tres se ríen.

_Bueno, esto es un avance, estás algo mejor. - Dice Joseph.

Adrián se da la vuelta, y se sienta en la cama.

_Venga, hablemos. - Dice Joseph.

_No se de que queréis que hable.

_De lo que has hecho, de como te has sentido.

_Y de cómo te sigues sintiendo. - Dice Elijah.

_Pues es raro, por primera vez me sentí  vacío. Y cuando la he dejado, ha sido como ver a mi madre muerta de nuevo. No tengo palabras para describirlo.

_¿Sabes lo que significa eso? - Le pregunta Elijah sonriendo.

_En el fondo si, pero no lo he dicho.

_Significa que por primera vez, te has enamorado.

_Y eso es algo prohibido aquí. - Dice Joseph.