El corazón desnudo.

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Joseph y Fhengin llegan al castillo Werxey, ella para en seco, y detiene a Joseph cortándole el paso con el brazo alargado.

_¿Qué es lo que pasa? - Pregunta él.

Fhengin observa como la enorme energía de color azul oscuro envuelve el castillo. Joseph la mira y se guía por la dirección de su mirada, pero él no ve nada.

_¿Que estás mirando?

_¿Es que tú no puedes verlo?

_¿Ver el qué?

Fhengin decide caminar, adelantándolo, acaricia con suavidad el escudo.

_¡Ven, no pasa nada! - Le ordena.

Joseph obedece, caminan hasta llegar a la puerta, llaman y se abre sola. Al entrar, no hay nadie para recibirles, Joseph tiene una extraña sensación, Fhengin lo mira todo con desconfianza.

_¿Adrián? - Pregunta Joseph.

_¿Sshell? - Preguntan al mismo tiempo.

_No están. - Dice Elijah.

Ellos se sobresaltan.

_¿Que coño haces tú aquí? - Pregunta ella frunciendo el ceño.

_Podría preguntarte lo mismo, Diosa. - Dice cruzando los brazos.

_Estamos buscando a esos dos, hay algo muy importante que tienen que saber.

_Si es sobre la corte de los búhos espías llegáis tarde, se han marchado hace dos días y aún no han vuelto.

A Joseph le da un pinchazo en el corazón,  mira a Fhengin, ella se mantiene fría.

_¿Cómo que no han vuelto? - Pregunta él.

_Se han ido, y con el príncipe Nathaniel, no se cuánto tiempo van a estar allí.

_Pues ya deberían estar aquí, por qué los de la corte, le tienen prohibido el paso a Sshell. - Dice ella.

_¿Qué? Eso no puede ser, si eso fuera cierto, ¿por qué no han llegado aún?

_Por que les estarán torturando. - Dice Joseph.

_Voy para allí. - Dice ella.

_¡De ninguna manera! Voy yo. - Dice Elijah.

_Tu tienes a Shenne, y a tu madre. Yo ya no tengo familia, no tengo nada que perder. - Dice Joseph.

_Nosotros somos tu familia.

Las puertas se abren de golpe, ellos se asustan, llegan Sshell, Adrián y Nathaniel empapados por la lluvia, muy malheridos, mareados. Caen al suelo y pierden el conocimiento, Fhengin, y los demás corren a ayudarlos.

_Hay que llevarlos a la habitación - Dice Joseph mientras coge a Adrián por los brazos.

_¡Espera! Usa la magia, no te canses.

Eljah rápidamente usa la suya y levanta los cuerpos sangrantes, los guían hasta una habitación vacía con tres camas. La habitación está oscura, la ventana es grande, y no tiene cortinas ni nada que impida ver el paisaje, las tres camas son grandes, las sábanas son negras. Dejan a cada uno en su cama, Joseph se mira las manos llenas de sangre, que le tiemblan.

_Tranquilo, el temblor se pasa. - Dice ella.

_Es la sangre de Adrián, tiene heridas muy gordas Fhengin.

_Eres príncipe Joseph, no puedes dejar que algo así te domine.

_Ahora entiendo por qué no tienes corazón, ya de por si eres una mujer fría. - Dice Nathaniel despertando.

Fhengin le mira abriendo los ojos, Elijah y Joseph se acercan a ellos. Joseph mira las grandes heridas que tienen, Elijah intenta curarlas con magia, Sshell se queja de dolor, y sangra aún más por ellas.

_No lo entiendo, ¿que pasa?

_Que no se puede con magia.

_Ya, hasta ahí llego.

Fhengin se acerca y observa despacio cada detalle de las heridas, detecta restos de un líquido verde en las heridas de Adrián, y Sshell y azul en la de Nathaniel.

_Es Gelgyv. - Dice ella muy seria.

_¡Mierda! - Dice Joseph.

Gelgyv, un potente veneno que usan los búhos para sus enemigos. El efecto paralizante impide que la magia pueda curar las heridas, mientras estas se abren a cada intento. Impregnan sus enormes uñas en el veneno, y desgarran sin piedad la carne, dejando a sus enemigos paralizados, mientras sufren la agonía de las heridas abriéndose cada vez más, hasta que llegar al punto de la muerte.

_¿Cómo han podido hacer esto? - pregunta Joseph mirando con preocupación a sus compañeros.

_Por la guerra, es todo por eso. - Le responde Elijah.

_Esto no puede seguir así, atacando hasta a los reyes de Dark Fairyland.

_Fhengin, reúne a las diablesas y demonios, hay que prepararlos para la guerra. - Dice Elijah frunciendo el ceño sin dejar de mirarla.

_Que nadie va a ir a ninguna guerra, a ver si os queda claro de una vez.

_No hablo de la guerra de los búhos contra los humanos, sino de nosotros contra ellos.

_¿Como dices?

_No es tiempo de ponerte dramática esta situación es horrible, mira hasta donde son capaces de llegar. Esto es intolerable, y como llegue a los oídos de los habitantes de Dark Fairyland ya me dirás qué hacemos. Van a pedir nuestras cabezas y no van a parar hasta conseguirlas.

_Pues habrá que hacer algo para que no llegue a los oídos de nadie, pero no va a haber ninguna guerra.

_Estás negando lo evidente, y no se puede hacer eso solo, tienes que ver a nuestros compañeros como están.

_No lo estoy negando, estoy tratando de evitarlo no hay porque tener un derramamiento de sangre.

_¡¿Que no hay por qué?! Haz el favor de mirar cómo están, tirados en la cama desangrándose como si fueran humanos.

Fhengin se queda pensativa sin dejar de verlos a ellos, Joseph se queda mirándola en silencio intentando controlar su pulso.

_Fhengin, no te queda otra que rendirte ante la evidencia del horror que estamos viviendo ahora mismo. - Dice Joseph.

Ella suspira, mientras mira con tristeza el estado de Adrián, Sshell y Nathaniel.

_Diosa oscura, sé que no quieres que nadie muera, pero tampoco podemos dejar que esto se agrave más. O ellos contra el mundo humano, o nosotros contra la corte de los búhos. Sabes que no podemos permitir que el mundo humano tenga nada que ver con Dark Fairyland, Fhengin, esto nos viene grande y antes de que nos aplaste tenemos que actuar. - Dice Elijah, intentando convencerla.

_Está bien, os proporcionaré armas, elixires y todo lo que os haga falta.

_¿Y de mientras que hacemos con ellos? - Pregunta Joseph.

_Hay que llevarlos a Inwayno, quizás podamos cauterizar sus heridas, ya que la magia no funciona, hay que pensar en otras alternativas.

_¿De Anwen se sabe algo? - Pregunta Elijah mirándola fijamente.

_Ella sigue en el mundo humano, y ahí se va a quedar. No quiero bajo ningún concepto que ella vuelva a pisar este país, y menos en la situación en la que estamos ahora.

DARK FAIRYLAND.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora