DARK FAIRYLAND.

Preparación.

Adrián y Elijah hablan con Fhengin mientras que Joseph está en el salón con Nathaniel.

_Deberíamos hacerlo en uno de nuestros castillos. - Dice Elijah.

_La pregunta es cuál, no conseguimos ponernos de acuerdo. - Le dice Adrián frunciendo el ceño.

_Pues tenéis que elegir uno, de ambos. - Dice ella.

_¿Tenéis uno los tres verdad? - Pregunta ella sonriendo.

Ambos la miran fijamente, se miran y se ríen.

_Ese no es para este tipo de cosas. - Dice Adrián.

Adrián, Elijah y Joseph tienen un castillo juntos para sus fiestas privadas. El trío escaleno puede conseguir todo lo que quiera cuando quiera, estas hadas hacen lo que quieran más que ninguna. Despiertan envidias, fantasías de toda clase, son amados, temidos y odiados, pero sobre todo adorados. Estos tres hombres, están tan hunidos como un árbol a sus raíces, sus lazos son tan fuertes como el diamante, indestructibles.

El castillo mide ochenta metros de altura, es de color negro por fuera y rojo en el interior. Los cristales de las ventanas son blindados y tienen forma cuadrada, la puerta principal es enorme, de color roja, al igual que la puerta de atrás. La primera puerta tiene unos cuernos de diablo y la de atrás llamas de fuego. Dentro de él está todo permitido, drogas de todas clases, botellas de alcohol desde el mínimo hasta el máximo de grados. Mujeres con y sin ropa, allí dentro puedes elegir si dejártela o quitártela. En el interior del castillo, hay habitaciones privadas, cerradas con llave, que solo pueden abrirse para los actos de perversión, con todo tipo de artículos indecentes, preparados para la diversión más adulta.

Fhengin se queda callada, mientras ve como Adrián y Elijah se pelan por el castillo donde despedir a Swaity.

_Hay que elegir el mío. - Dice Elijah.

_¿El tuyo? Pero si tiene más peligro que tú.

_Mira quién habla, el primer diablo de los tres.

_¿Y quién me sigue?

_¡BASTA! El castillo será uno de los míos.

Los dos miran a la diosa, que resopla por impaciencia.

_¿Tienes castillos a parte de Inwayno? - Pregunta Elijah.

_Si, soy una diosa, puedo tener lo que quiera.

_¿Lo tienes que estar recordando siempre? - Pregunta Adrián.

_Por algo somos amigos, tenemos cosas en común.

_Y el ego es uno de ellos por lo que se ve. - Dice Elijah.

_Si. - Dicen a la vez.

_Bueno, ya tenemos ganador. Dime qué no está al rededor de un río de lava. - Dice Adrián.

_No hay río de lava.

_¿Dónde está? - Pregunta Elijah.

_En el punto cardinal Oeste. - Responde ella.

_¿En el cardinal del dragón? ¿Por qué no lo has dicho antes? - Le pregunta Elijah.

_Por que no tengo por qué decir nada.

_En este caso si.

_Dejar las peleas para otra cosa, ya tenemos castillo elegido, ahora solo hace falta ponerlo acorde a la situación. - Dice Adrián.

_Antes que nada, quiero saber que hacemos con el príncipe Nathaniel. Dice que no ha sido él, el partícipe del asesinato, pero también sabemos que se guarda muy bien las espaldas. - Continúa hablando Elijah.