Diosa de la oscuridad, reina del infierno.

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El reino de Fhengin es oscuro, gris y negro, su castillo es alto y puntiagudo, en el frente de él hay un río de lava. Al final de los cinco escalones que llevan a la puerta principal, por dentro es de color negro, menos su trono que es de color oro. Ella lleva una corona de oro y cenizas, qué le pesan tanto como los años que lleva allí.

Fhengin chasquea los dedos, mirando al sirviente que hay a la izquierda, al fondo de la entrada. Él sirviente coge una silla y la acerca hasta ellos, ella le señala que se siente y él lo hace.

_¿Vas a contarme tu historia? - Pregunta él.

_No, voy a contarte lo que va a pasar si Elijah decide ir al mundo humano.

Adrián le mira extrañado, con los brazos cruzados.

_Se nota que eres la mayor bruja que hay en Dark Fairyland.

_Gracias. - Dice ella sonriendo.

_Pero yo creo que no va a pasar nada.

_Tú fuiste llevado a juicio, y justo por eso.

_No, yo fui a juicio por qué me traicionó Sfreity, y está muerto por eso. Descanse en paz.

_Te equivocas, no descansa en paz.

Adrián la mira muy serio.

_C-como que no está descansando.

_Adrián, ¿a dónde crees que son llevadas al almas negras?

_¿Almas negras?

_Si, son seres que son malos por naturaleza, sin ningún resquicio de bondad.

_Ah, pues no lo sé.

_Aquí, son llevadas aquí.

_¿No se van con Clousheryn?

_Están divididas, después te lo explico. Las almas negras sufren aquí por toda la eternidad, condenadas al fuego eterno, sin posibilidad de perdón.

_¿Él está aquí?

_Exacto, y te puedo asegurar de que no descansa ni un solo día.

_No lo sabía, ni que pudiera pasar eso.

_Retomando el tema anterior, Elijah se enfrenta a lo mismo que tú, o peor, ningún humano debe ver a un hada, eso ya lo sabéis.

_Nadie lo verá, solo tenemos que ver el tiempo que tienen ellos.

_¿Y cómo váis a volver?

_Cruzando el portal, al igual que para ir.

_Tengo una mala sensación rey de Dark Fairyland. No deberías dejar que él cruce el portal.

_¿Dices que debo cruzarlo yo?

_No.

_¡No entiendo nada! Y me estás poniendo más nervioso aún.

_¡Cálmate! Te estoy diciendo que me da mala sensación todo esto, y que no debería ir el, ni tu.

_¿Entonces quién?

_Yo.

_¿Tú? ¿Pero qué estás diciendo?

_A mi nadie me va a llevar a juicio, así que te ayudaré. Además, la contaminación que hay allí me servirá para pociones.

Adrián se queda sin palabras.

_¿Lo dices en serio?

_Es la mejor opción que hay.

_¿Entonces vas a traerla tú?

_Desgraciadamente necesito a esa... Chica para averiguar qué es lo que pasa.

_¿Por qué desgraciadamente? Con tu ayuda, y la de ella se pueden saber las cosas.

_Desgraciadamente, por qué ella no debería pisar este país. Sabes que nuestro mundo no es para ella, la humanidad es muy frágil.

_¿Por eso decidiste renunciar a ella y convertirte en lo que eres?

Ella se queda en silencio, mirándole sin apartar la mirada de sus ojos.

_Hay veces en las que una tiene que renunciar a lo que es, por aquello que ama.

_No consigo entenderlo.

_No te preocupes, lo entenderás. - Dice ella mirándole con una sonrisa.

_¿Cuándo irás? - Pregunta él.

_Cuanto antes, una energía está alterando a Dark Fairyland.

Él suspira.

_Te preocupa ella, lo se. - Dice ella siguiéndole con la mirada.

Adrián se levanta, se cruza de brazos, tiene gesto de preocupación con la cabeza gacha.

_¿Qué posibilidades hay de que salga mal?

_Explícate.

_Me refiero a que la secuestren otra vez, o que la maten directamente, que la echen de una patada o...

_La pierdas para siempre. - Le interrumpe ella.

Él la mira asombrado.

_Dices que no sabes lo que sientes, pero lo que tienes es miedo, miedo de saberlo y no saber que hacer con ellos.

Adrián le mira y suspira.

_¿He acertado?

_Eres bruja, tú lo aciertas todo.

Fhengin se levanta mientras se quita un colgante de amatista púrpura.

_¿Qué es esto?

_Divinidad, protección, es una amatista, también tiene poder de curación. - Dice dándoselo.

_Gracias, ¿pero por qué me lo das? -Dice él sonriendo.

_Puede hacerte falta.- Le responde amable.

Él asiente sin dejar de sonreír, Fhengin desliza las manos al lado de su cuerpo, aparece un vestido muy elegante de color negro, tacones de plataforma y tacón grueso alto. Adrián mira con atención lo que acaba de pasar, y se asombra de ello.

_¿A dónde vas así vestida?

_Al castillo del dragón.

_¿Qué vas a hacer en el castillo de Joseph?

_Detener a Elijah, sé que sigue allí, como todos.

_No sabía que podías salir de aquí.

_Hay tantas cosas que no sabéis de mi.

Fhengin camina y Adrián le sigue hasta la puerta, ella la abre y deja que él salga primero. Cuando sale ella la puerta se cierra sola dando un portazo. Se acercan al río de lava, de un momento a otro, aparecen rocas ígneas que se alinean como un camino hasta el otro lado.
Pisan con cuidado, Adrián mira como se mueve la lava, el humo le da en la cara, cierra los ojos con fuerza y se tambalea un poco. Fhengin lo para.

_¿Estás bien?

_Si, es solo que el humo me da dado en la cara.

_Es normal.

Siguen caminando, el sonido de los tacones golpeando las rocas, crea eco en todo el camino hasta llegar al otro lado.

_¿Cómo lo vas a hacer para ir hasta allí? - Pregunta él.

_Tengo mis medios. - Dice ella sonriendo.

Fhengin empieza a elevarse y Adrián la mira sombrado.

_¡¿Puedes volar?!

_Soy una diosa, puedo hacer muchas cosas.

Él sonríe, sus alas se despliegan y de pone a su misma altura. Ambos vuelan hasta llegar al castillo de Joseph, quién los espera en la puerta junto con Elijah. Los dos sonríen al verlos bajar al suelo, Elijah y Joseph se inclinan antes ella.

_Diosa oscura, bienvenida a mi castillo. - Dice Joseph sonriente.

DARK FAIRYLAND.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora