Ya no hay oxígeno, sino estas... ya no hay vida, ni tiempo. Inventaré nuevas palabras para decirte en todas que te quiero como a nadie. "Y una cosa puedo jurar: yo, que me enamoré de tus alas, jamás te las voy a querer cortar". "Te amo más que a mi...
Mientras Patrick conducía para ir a conocer nueva casa, yo iba de lo más ansiosa el... había que adivinar pero suponía que si, el reía de mí porque quitaba mis tacones quejándome de ellos y jurando que jamás iba a tratar de estar a su altura. Llegamos y desde afuera no se veía la casa, ya que había altos muros y un portón de doble que no dejaba ver nada, Patrick metió sus manos al bolsillo y examinó una llaves, luego saco una pequeña tarjeta, bajo el cristal de su puerta y la apoyo en algún tipo de cerradura o lo que sea que estaba a un costado y de inmediato el portón se abrió dejando ver un gran jardín y al final del mismo una casa, que estaba muy iluminada pero no distinguimos bien. Estábamos los dos parados frente la casa mirándola totalmente asombrados y en silencio.
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-Es una puta broma verdad? ni de coña está puede ser nuestra casa...-
Dije de lo más asombrada sin dejar de mirar como tonta
-Tatlı... cuida tu boca, y no, no es broma está es, y necesitaremos cortinas-
Me dijo sin quitar su vista de la casa y torciendo su boca levemente. De inmediato entramos y había una gran sala espaciosa con un gran sofá en forma de ele y dos sillones, en la pared había una gran pantalla plana, demasiado grande diría yo pero hacía juego con la decoración moderna de la sala, Patrick miraba en silencio mientras se quitaba su saco y lo dejaba sobre el sofá, yo subí dos escalones ya que estaba el comedor y cocina integrados en desnivel, era impresionante los ventanales daban al jardín y eran enormes, y apenas se veían a los costados las cortinas que por lo que ví tenían un sistema automático para correrlas, di un brinco y tome asiento en la encimera admirando el espacio.
-Grandote no debes preocuparte por las cortinas -
Le dije elevando la voz ya que me había adelantado y lo esperaba fascinada con cada detalle que veía. Entro mirando cada detalle y se acercó a mi que tome su mano y baje de un brinco nuevamente.
-Hay suficiente espacio para que me ayudes a cocinar-
Me dijo con media sonrisa porque le prometí que aprendería de él, lo bese con dulzura pero de inmediato me devolvió el beso con pasión, me había dejado prácticamente en coma, haciéndome olvidar de todo.
—¿Qué llevas debajo del vestido? —
Me dijo con su voz súper grave y baja mientras rozaba mis labios con su boca yexploraba con los dedos la tela que cubría mi trasero
—Bragas —
respondí mordiendo mi labio inferior, buscó el dobladillo de la falda, la levantó y me dio media vuelta, y yo solo estaba entregada a él dejandolo hacer lo que quiera.
—¡Eso no son bragas! Vas enseñando el culo —
susurró con voz grave mientras me acariciaba suavemente el trasero. Solo pensaba en la diminuta braguita que me había puesto con el sujetador a juego.
