Olvidé Respirar

Paz

Sara

Llegué al hospital con Carol, Eve y Chris, ya toda la familia estaba allí y de lo más felices, Cathy estaba adentro con Santiago..todos nos contaban arrebatados cómo es que había sido y no podía dejar de sonreír al verlos a todos tan felices yo me sentía muy feliz

-Puedes verlo tu sola Sara... no dejan entrar a más de una persona -Me explico Manuel al que no se le borraba la sonrisa del rostro

-Escucha Sara... necesito que grabes tu conversación con Santiago... no porque olvides algo, sino porque quizás un detalle que te parezca insignificante es de mucha ayuda-Me decía Carol mientras preparaba mi teléfono de lo más concentrada

-Oye cuando asesine a Chris quiero que seas mi abogada -Bromeaba Eve y Chris solo negaba con media sonrisa, esperé que Cathy saliera y entré... Santiago se venía pálido y débil, pero sonrió a penas me vio tomar asiento a su lado

-Vaya aventura que tuvimos prima... fue más intensa que la búsqueda del tesoro que hacíamos de niños -Bromeó por lo bajo mientras y yo tomaba asiento a su lado y le preguntaba cómo se sentía y me contaba feliz que había visto a Cathy y Dante.

-Gracias Santi... eres increíble, me salvaste de ser un vegetal -Le decía bromeando pero totalmente agradecida se había portado de lo más increíble

-Pff hubieses hecho lo mismo, incluso sino fuese por tí seguiríamos ahí, robaste el teléfono que nos saco de allí -Me dijo como recordando, y eso si lo recordaba porque Santiago no me dejó dormir porque sabía que vendrían por nosotros ese mismo día

-El teléfono... tú lo escondite, necesitamos ese teléfono... era de ellos, así sabremos quien era esa mujer -Me sentía Sherlock Holmes... era brillante, quizás si ese lugar seguía cerrado, nadie pudo ver el teléfono porque Santiago lo había escondido en el hueco de una baldosa

-Sara... déjalo, ya no sigas, la policía vino a hablar conmigo y hasta el FBI, les dije la verdad no ví nada ni reconocí a alguien... no tengo miedo que me pase algo, pero si a Cathy o Dante... dejalo, no nos buscarán porque no sabemos nada -Santiago estaba aterrado por su familia y era entendible, pero yo quería que pagarán todo lo que habían hecho

-Confía Santi... nadie los va a lastimar, incluso Iván ya está en prisión -Le dije para tranquilizarlo, me miro de lo más asombrado y le conté todo en detalle

-Por eso necesito, te suplico que me digas algo que recuerdes lo que sea, nosotros nos encargaremos... por favor -Le suplicaba mientras el miraba el techo como pensando

-La verdad... se lo mismo que tú, puedo indicarte bien como sepulte prácticamente ese teléfono... pero no, por más que pienso... -Suspiró y luego me miro un segundo como recordando algo

-Si te sirve.. la noche que robaste el teléfono, cuando te llevaban a ducharte vino a buscarte un hombre y una mujer, obvio no se ví sus rostros, pero ahora que recuerdo, su chaquetilla, la de la mujer recuerdas? era manga corta, me llamo la atención que en la parte posterior de su brazo tenía tatuada unas alas pequeñitas cómo las que tiene Patrick... en el mismo lugar y eran idénticas-Me miró de lo más serio y ambos pensábamos... Patrick tenía un montón de tatuajes pequeños en su cuerpo y algo rústicos por así decirlo porque se los hacían sus compañeros cuando regresaban de una operación, pero esas alitas que decía Santiago estaba hechas perfectas y por alguien que sabía lo que hacía

-Cualquiera puede tatuarse esas Alas... son de lo más común, parecen alas de un ángel -Le respondí de lo más frustrada

-Si es cierto... pero cuántas posibilidades hay que sean en el mismo lugar e idénticas? -Me miró alzando sus cejas y realmente era cierto... era demasiada coincidencia, algo era algo, debía preguntarle a Patrick la historia de sus Alas y esperaba el tuviese la respuesta.