Patrick:
Era un sábado frío de febrero. Habían pasado más de seis meses en los que yo trabajaba junto a Alex, Theo y Max. Durante este tiempo, pude terminar mi carrera de ingeniería. Sara trabajaba en nuestra constructora con mis padres y nuestros amigos. Cada día crecíamos más y todo iba magnífico. De pronto, la constructora se encontraba entre las tres mejores del país.
Sin embargo, había algunos problemas en la empresa que teníamos con Alex, Theo y Max. Al final. Al final, Alex le pidió ayuda a Sara para terminar unos contratos antes del lunes, y ella aceptó ir temprano, lo cual significó una molestia para mí, ya que no quería que lo hiciera. Aunque jamás le prohibía nada, le dije que hiciera lo que quisiera. No obstante, esto no era lo que habíamos acordado.
-Esto no es lo que acordamos, Sara. Alex no es tu jefe y los sábados no trabajamos. Es nuestro día libre, y vas a darles una mano, ¿no es así?-
Le dije, visiblemente molesto. Salí con Niyet a correr, sin ofrecerme a llevarla o recogerla. Por primera vez, estaba molesto con ella y no quería escuchar sus explicaciones como siempre hacía.
Además de mi mal humor por su decisión de trabajar, mi hermana Cathy se había comprometido con Santiago, el primo de Sara. Ambos habían decidido ir a Madrid para cursar su último año de universidad y especializarse allí. Volverían a nuestra ciudad en unos dos años, y me sentía un poco triste por la partida de mi hermana. A pesar de tener 20 años, para mí seguía siendo mi hermanita. Sin embargo, no iba a detenerla, era su sueño y me alegraba verla cumplirlo y, sobre todo, verla tan feliz junto a Santiago.
Mientras estaba en el parque corriendo, principalmente para liberar tensiones, el aire fresco de la mañana golpeaba mi rostro y parecía aliviar mis frustraciones. Me encontré con Adam, que también corría. Siempre veníamos al mismo parque, pero nuestros encuentros eran poco frecuentes, ya que él solía hacerlo más temprano.Después de terminar nuestra carrera, Adam me comentó que Michelle, su esposa, se dirigía a un almuerzo con sus antiguos compañeros de universidad. Le dije que yo también estaría solo, así que lo invité a almorzar en casa. Adam, al igual que el resto de mis amigos, era excepcional, pero nuestras conversaciones solían ser más reflexivas. Tal vez debido a que él era dos años mayor que yo, tenía otras perspectivas o simplemente porque era el más calmado de todos. Siempre terminaba siendo una guía para los demás, especialmente para Chris, que tendía a ser impulsivo.
-Martillo, debes hablar con Sara. Sé que tú y Max están ayudando a sus amigos, y es una acción increíble, pero ya está, ya llevan seis meses allí. Debería estar marchando sobre ruedas. Nuestra constructora está firme, es exitosa, y todos estamos allí. Tú mismo nos propusiste que seamos socios para trabajar entre amigos. Lo único que hará que tú estés en esa empresa y Sara en la nuestra es robarles tiempo, y ahora Sara también los ayuda. Es demasiado...-
Me aconsejó Adam mientras almorzábamos. Le conté la situación porque sabía que él podría tener un mejor punto de vista que el mío.
- Lo sé, pensaba hablar con Theo y Alex el lunes, cuando mi padre se retire. Ya quiero estar solo en la constructora, pero no quiero que piensen que los abandono-
Respondí soltando el aire. La empresa de Alex y Theo estaba creciendo y era un éxito a pesar de los pocos meses que llevaban. Sin embargo, aún no estaban muy organizados. Carol trabajaba demasiadas horas, más que los demás, y Max se enojaba. Yo solía ver esa situación y trataba de hacer que mi amigo no discutiera con ella, pero a veces era inevitable.
- Aun faltan dos años para que tu padre se retire. Pueden pasar muchas cosas en ese tiempo... No sé, Sara puede quedar embarazada, y querrás estar más tiempo en casa. Te lo digo por experiencia, sabes que mi hijo aún es pequeño, y Michelle y yo hacemos todo lo posible para pasar más tiempo con él, no queremos perdernos nada de su crecimiento, y te aseguro que te sucederá lo mismo-
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Olvidé Respirar
RomanceYa no hay oxígeno, sino estas... ya no hay vida, ni tiempo. Inventaré nuevas palabras para decirte en todas que te quiero como a nadie. "Y una cosa puedo jurar: yo, que me enamoré de tus alas, jamás te las voy a querer cortar". "Te amo más que a mi...