0

135 12 0
                                    


La relación de Gemini y Fourth iba mucho más allá de una simple relación de hermanos, fraternal.

Gemini era un bastardo, eso todos lo saben, inclusive él mismo.

Fourth era un niño bueno, nada de lo que sorprenderse.

Gemini odiaba a todo ser humano que se cruce en su camino, lo cual es prácticamente un hecho. Y eso, irremediablemente, también incluía a Fourth (y a todos sus otros hermanos, claro).

Antes de convertirse en la gran familia Vachirawit, solamente eran mamá, papá y el pequeño Gemini, hasta que ambos adultos decidieron que era una buena idea adoptar a más pequeños (porque sí, Gemini es un niño adoptado) e incrementar de esa forma su familia. Así que, después del azabache, llegó un pequeño castaño de adorable sonrisa, personalidad fresca e infantil y una gran alegría por delante —y eso no fue más que el principio del detonante para Gemini, quién en ningún momento dio su aprobación a la hora de permitir otro inquilino a su familia. Y mucho menos a un niño tan desesperante y raro como lo era Fourth—.

Después de Tae, vinieron los gemelos AJ y JJ, los cuales eran bastante similares en aspecto, pero completamente diferentes si hablábamos de personalidad. JJ era carismático y bastante alegre, aunque también era lo suficientemente llorica como para empujar a Gemini dentro de su habitación para que matase cualquier insecto que se hubiese colado. Mientras que AJ era tan seco como atractivo, inexpresivo y cruel,—probablemente esa era la razón por la que era el único de todos en ser realmente cercano a Gemini, ya que éste solía ser cómplice de la gran mayoría de sus bromas al resto de sus hermanos, especialmente al despistado—.

Un par de años después, se unió Satang (el despistado, víctima de los ataques del malvado gemelo), su cabellera era aún más brillante que su sonrisa contagiosa, a diferencia del resto, Satang era lo suficientemente inocente como para no darse cuenta de que uno de sus hermanos se burla directamente de él. También era el que más tiempo pasaba con Fourth, debido a sus similares personalidades y ya que ambos compartían la misma habitación.

El siguiente en llegar fue un bonito pequeño de prominentes pómulos, ojos pequeños y adorables hoyuelos, al que le correspondía el nombre de Neo, o, como lo llamaban todos ''el caos de la casa''. Neo solía causar el alboroto alrededor de sus hermanos, pero a pesar de eso, no era más que un niño dulce e hiperactivo que sólo ansiaba disfrutar de su infancia.

Cuando Neo cumplió los cinco años, la familia Vachirawit decidió que su familia era extensa, pero que aún así quería darle un hogar a los pocos pequeños que quedaban en el orfanato, por lo que volvió de la mano con un adorable pelinegro un poco rechoncho y bastante más pequeño de lo que había sido Gemini a la edad de dos años, de mejillas gorditas y ojitos pequeños. Su nombre era Forf. Era tímido al principio, y estuvo más de seis meses durmiendo en la cama de Fourth hasta que se acostumbró a dormir en compañía de Neo, el cual se colocó demasiado feliz ante la llegada de Ford.

Por último, hace exactamente un año, llegó el último miembro de la familia. Apenas tenía cinco meses de edad cuando fue adoptado, cabello negro azabache, ojos grandes y boquita de labios prominentes y en forma de corazón. Winny era una bolita de adorabilidad y cautivó por completo el corazón de un inocente Satang, quién pasó más de tres meses durmiendo cerca de la cunita del bebé por si en algún momento éste se ponía a llorar.

Desde el primer día que Fourth pisó la casa que sería su nuevo hogar, él tuvo la ligera idea de que no era cien por ciento del agrado de Gemini.

Y estaba tan jodidamente en lo correcto.

Con el paso de los años, la relación entre ellos se volvió más densa. Gemini solía dejar encerrado a Fourth cuando sus padres no estaban en casa, y ocasionalmente echaba almendras en sus postres para causar un tremendo caos (debido a que Fourth era alérgico), lo cual terminaba con un pequeño castaño lleno de erupciones y lágrimas en el hospital. Cosas como esas eran completamente habituales entre ellos, no había ni un día que Fourth no recibiese algo malo por parte del pelinegro.

Hasta que Fourth creció, y todo se revolucionó.

Gemini seguía molestándole, pero él ya era lo suficientemente inteligente como para devolverle la jugada, o lo que era incluso peor, ignorarle. No había cosa que Gemini detestase más que la ignorancia hacia su persona.

Bueno, sí que la había. Fourth sonriéndole a otros chicos era esa cosa, y Gemini no tenía idea de porque ocurría eso.

LionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora