CAPÍTULO 18

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Octubre de 2007

Torre de Burton Grand Pharmaceuticals, Nueva York.

Al pasar rozando a "Jonathan Feldon", Jin solo logró dar un par de pasos hacia adelante antes de que el hombre levantara la voz de una manera bastante áspera.

-Pareciera ser que te veo en el momento oportuno, Jin – le dijo Mike, aun con su tapadera oculta – Ojala no hubieras venido.

La espía optó por ignorar sus palabras hasta que llegó a la camioneta donde se detuvo y se dio la vuelta para mirarlo de frente.

Suprimiendo el impulso de poner los ojos en blanco, Jin hizo un gesto con el pulgar hacia el vehículo que bloqueaba su camino y contó su mentira.

-Me dijiste que Sam Baxter estaba en este lugar. Tengo que hablar con el – ella miró hacia abajo, asumiendo el papel de una damisela lamentable – Escuché que estaba encerrado en una oficina cerca de aquí, pero hay un auto destrozado que bloquea la entrada – Jin suspiró dramáticamente mientras sacudía la cabeza con desesperación – He estado tratando de encontrar otra forma de entrar.

Podía ver que los rasgos del "detective privado" se suavizaban un poco cuando la entendió. Era hora de tomar la iniciativa antes de que él se negara a ayudarla. Rápidamente, Jin se colocó en la parte trasera de la camioneta.

-Si trabajamos juntos, podemos mover esta cosa. Échame una mano aquí, ¿quieres? – Jin le dedicó una sonrisa y él asintió mientras apoyaba el hombro y el peso contra el vehículo –

Ambos gruñeron mientras ejercían cualquier fuerza que tenían en la camioneta. Lento pero seguro, las ruedas comenzaron a girar y el vehículo avanzó poco a poco, revelando la entrada al bloque de oficinas. Satisfechos de que hubiera suficiente espacio, ambos dejaron de empujar y "Jonathan" tomó la delantera, entrando primero en el bloque de celdas para asegurarse de que la costa estuviera despejada.

Sin embargo, Jin no necesitaba un caballero de brillante armadura para guiarla. La joven siguió de cerca a su compañero y esta salió corriendo una vez que entraron al establecimiento. Podía oírlo gritar "¡Jin, espera!" mientras giraba a la derecha por el pasillo e inmediatamente atravesaba el primer par de puertas que vio.

Las puertas metálicas la recibieron, pero los ocupantes del interior no eran lo que ella esperaba. El olor a podrido acompañado de ladridos rabiosos reveló que ella estaba en las perreras, no en el bloque de celdas.

Maldita sea, tome el camino equivocado.

Ese fue un error que no debería haberse cometido en absoluto. Apartando los ojos de los caninos en descomposición pero aún muy vivos, Jin salió de la perrera y caminó hasta el final del pasillo.

-¿Quieres arrastrarme a otro problema, Michael? No voy a salir de aquí...

Jin escuchó una voz diferente proveniente del bloque y empujando la puerta a un lado, vio a "Jonathan" parado al final. Corrió y vio a su objetivo a salvo tras unos cristales por alguna razón desconocida.

El "detective" se volteo hacia ella y señaló al hombre desaliñado dentro de la oficina.

-¿Es este el tipo?

A juzgar por la apariencia de su objetivo en ropa de trabajo casi formal, tenía que ser el reportero que estaba buscando. Ella habló suavemente:

-¿Sam Baxter? Les dijiste a los guardias de seguridad que sabías algo sobre lo que ha estado pasando, ¿no es así? – Jin apoyó una mano en su cadera, luciendo un poco más seria – ¿Qué les dijiste?

Sam solo la fulminó con la mirada y la señaló con el dedo.

-¿Y quién diablos eres tú?

Jin continuó con su acto gentil.

La historia de Sakura y BoatmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora