CAPITULO 19

21 7 69
                                    

Octubre de 2007

Torre de Burton Grand Pharmaceuticals, Nueva York.

Los conductos de ventilación estaban por todas partes. Jin solo tenía que encontrar el correcto que pasara por alto la cámara séptica y entrara en el área de los ascensores de mantenimiento. El pozo al que subió antes con la ayuda de Mike estaba fuera de discusión y la siguiente mejor opción debería ser la de la sala de descanso. Afortunadamente, el cofre estaba bien colocado debajo del punto de entrada y ella lo usó para impulsarse.

Mientras se arrastraba por las rejillas de ventilación, pudo escuchar disparos y el sonido de un monstruo aullando de dolor. ¿Mike estaba enfrentándose a la bestia que escucharon gruñir antes?

¿Por qué debería importarle? Jin juró alejarse de él.

A juzgar por el rápido sonido de las balas que se disparaban, Jin solo podía apostar a que Mike podría estar ganando la batalla con un poco de suerte.

Estaba muy apretado cerca del final del pasaje y le tomó algún tiempo maniobrar con cuidado para atravesarlo sin lastimarse. Finalmente, Jin avanzó poco a poco hasta llegar a una repisa que daba a una parte de la alcantarilla con agua corriente. Saltando por encima de la barandilla, aterrizó frente a un tramo de escalones.

-¡Jin! – la voz de Mike gritó con urgencia y ella se volteo, sorprendida de ver que él había ganado la batalla contra la monstruosa criatura. Este hombre era más formidable de lo que pensaba –

El rubio bajó corriendo las escaleras con una ametralladora MP5 en sus manos, por lo que Jin optó por esperar esta vez en lugar de huir. ¿Qué tenía reservado para ella? Tal vez Michael la ayudaría a entrar en los laboratorios.

Lo que no esperaba era que él la amonestara como a una niña.

-¡¿Qué fue todo eso?! ¡Huir de esa manera fue imprudente y estúpido! – Mike tiró su brazo hacia un lado. Claramente estaba agitado. La espía siguió observando con leve diversión –

-¡Esos infectados están por todas partes! ¡Sin mencionar esa cosa que atrapó a Sam! – descansando la mano con el arma en la cadera, Jin respondió con naturalidad – Estuve allí, Mike, lo sé.

Luciendo avergonzado, Mike suavizó su expresión y le habló con la misma voz suave que había usado antes:

-Mira Jin, siento que te debo el haberte mentido sobre mi nombre y ocupación. Así que déjame sacarte de aquí.

Ella tuvo que morderse la lengua. Sus intentos de caballerosidad y también de cumplir con su deber la estaban molestando. Fue entrenada para ser independiente, sin necesidad de que ningún hombre la salvara.

Luego, Mike la señaló:

-Pero no vamos a salir vivos de esto si no trabajamos juntos. ¿De acuerdo? – sus ojos azules buscaron los color avellana de ella, pidiéndole en silencio que aceptara su simple petición. Había algo sincero en su mirada pero Jin no se dejaría sucumbir a esa debilidad –

En cambio, ella le siguió la corriente.

-Está bien, lo haremos a tu manera. Por ahora...

-Sé que puedes cuidarte sola – Mike suspiró ante su actitud – Pero... ¡Todos en la torre están muertos y no puedo dejar que te conviertas en un zombi o en algo así! Por favor... solo escúchame por una vez, Jin. Déjame hacer mi trabajo, ¿de acuerdo?

Michael Shepherd era una de las pocas personas que podía ver a través de su actuación de mujer dura. Jin estaba impresionada y esa mirada de cachorrito que le estaba dando, estaba provocando una emoción dentro de ella. Un sentimiento que estaba luchando por contener. Un sentimiento de empatía y admiración. Le hizo sentir que no debería decepcionarlo. Además, esa mirada de tristeza en el rostro de Mike no le sentaba bien. Ella haría cualquier cosa para evitar que se sintiera abatido.

La historia de Sakura y BoatmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora