La historia de Sakura y Boatman

CAPÍTULO 34

Enero de 2012

Londres, Inglaterra.

"En la tercera semana de búsqueda, la policía de Londres no pudo encontrar a Linda Hellerman, una niña desaparecida de diecisiete años, quien fue secuestrada de la Universidad de Westminster mientras recorría el campus. La policía cree que fue secuestrada por un violador en serie que ha plagado la ciudad desde hace un año y medio. Si lo que dice la policía es cierto, ella puede estar en grave peligro..." dijo una reportera en una pequeña pantalla de televisión.

Dentro de un almacén oscuro, Mike se preparaba para una misión. Apenas y se estaba poniendo su equipo táctico cuando volvió a sopesar sus opciones, tanto de éxito como de fracaso, pues esta misión era de suma importancia. Tenía una barba de cinco días en la cara, pues no se había molestado en afeitarse. Estaba parado sobre un banco de trabajo; solo un pequeño foco de mesa iluminaba todas las armas que tenía por delante.

"Durante una conferencia de prensa, Richard y Jean Hellerman suplicaron a quienquiera que tenga a su hija, que la deje ir y que ellos harán todo lo que la persona quiera para garantizar la seguridad de Linda".

Pronto, la escena cambió al interior de la embajada de Estados Unidos donde una mujer con cabello rubio largo y ojos verdes enrojecidos por el llanto se paró junto a un micrófono, rodeada de reporteros. Llevaba una camiseta verde, pantalones marrones y zapatos. Junto a ella se encontraba un hombre más alto, de complexión atlética, tenía cabello castaño corto y sus ojos estaban cubiertos por anteojos. Llevaba el típico traje azul marino que claramente se esperaría que el embajador estadounidense portara en una conferencia de prensa.

"Por favor... quien se haya llevado a Linda... solo la quiero de vuelta en paz. Te lo ruego, por favor, libérala..." dijo Jean Hellerman entre lágrimas, antes de romper a llorar y enterrar su cara en el pecho de su marido, Richard.

Mientras esto sucedía, el hombre continuó trabajando. Sacó su pistola Colt. 45 y colocó un cargador modificado de diez rondas. Pronto, atornilló un silenciador tubular en el cañón roscado y luego lo colocó en una funda en su cadera derecha. Tomó una versión moderna del cuchillo de los marines KA Bar, y lo metió en una vaina en la parte baja de su espalda.

Normalmente iría mucho más armado, pero esta era un tipo diferente de misión. Miró la televisión para ver el informe que hablaba de lo que estaba haciendo la policía de Londres para encontrar a Linda. El hombre tomó el control remoto colocado al borde del banco y apagó la televisión.

Mike Shepherd (el hombre al que actualmente se le conocía en el medio de los súper espías como Boatman) sabía que la policía llegaría demasiado tarde para salvar a la joven. Significaría que otra familia se rompería por la muerte de un ser querido. Mike ya había pasado por eso, por eso estaba decidido a no dejar que eso sucediera de nuevo.

Pronto, fue a una silla y recogió un chaleco táctico de Kevlar. Se lo puso y también puso algunos cargadores de pistola más en las bolsas, en caso de que los necesitara. Caminó hacia un área que usaba para sus vehículos. Decidió tomar un Sedán azul oscuro, ya que era menos probable que llamara la atención. Se subió adentro, encendió el motor y pronto dejó su escondite y entró en la ciudad. De alguna manera, alguien lo encontró a él y a su escondite, dejándole un mensaje para reunirse con ellos en un deportivo privado en Hounslow, en el lado oeste de la ciudad. El mensaje decía que tal vez supieran dónde estaba la niña.

Llegó allí en unos treinta minutos, ya que era de noche. Condujo hasta el estacionamiento y aparco el coche. Se dirigió al área designada muy lentamente, pero vio una limusina aparcada en el muelle. Dos hombres estaban parados alrededor; uno era un hombre blanco atlético y el otro era un hombre negro musculoso y calvo. Ambos vestían camisas de cuello blanco, pantalones y zapatos negros. Mike también vio que ambos iban armados con ametralladoras ligeras MP5.