CAPÍTULO 28

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Julio de 2011

Londres, Inglaterra.

20:38 hrs

Mientras que Mike y apenas se recuperaba de su encuentro con Jin Park, salió del baño, tiro su ron en una planta cercana y encontró a Kate caminando hacia él. La seguía un hombre de cabello blanco, ojos marrones, de unos sesenta y tantos años, vestido con un lujoso esmoquin. Kate presentó a Shepherd a su acompañante como Wilhelm Carl Schneider, director de antigüedades y jefe de conservación del Museo Británico de Londres.

Mike le estrechó la mano con fuerza.

-Guten Tag, ¿lo dije bien?

Schneider sonrió y habló en un inglés culto.

-Encantado de conocerlo, señor Shepherd. La señorita Mansfield me ha estado hablando de su trabajo.

-Sí. Estoy en el negocio de la escritura. Escribo historias de aventuras y visito museos de todo el mundo para reunir investigaciones para mis proyectos. Mi sueño es tener una película basada en mi línea de libros y abrir mi propia editorial aquí en Londres.

-Bastante interesante – dijo Schneider – ¿Qué te parece la fiesta? Eres americano, ¿verdad?

-Sí.

-¿Y te gusta Inglaterra?

-No tanto como yo le agrado a ella – Mike le contesto como si le lanzara una indirecta a Kate. Ella se sonrojo ante el comentario –

-Vine aquí desde Stuttgart, Alemania en Abril de 1980. Trabajé en una serie de trabajos ocasionales antes de convertirme en custodio del museo. Los bajos salarios y las largas horas me obligaron a estudiar antigüedades y conservación en la Universidad de Yorkshire. Fue un proceso lento y doloroso, pero aquí estoy – un hombre alto y corpulento de hombros anchos y ojos color avellana se acercó a Schneider y le susurró algo en alemán. Casi de inmediato, Schneider se alejó de Shepherd – Gunther me informa que es hora de comenzar la ceremonia. Puede quedarse aquí, Fraulein Kate. Que tenga una velada agradable, señor Shepherd.

Schneider siguió a Gunther fuera del bar. Kate suspiró.

-¿No es agradable? – le pregunto ella –

-Me pregunto si es tan amable con sus clientes – Mike le asintió con algo de sospecha –

-La ceremonia de inauguración está a punto de comenzar – Kate tomó el brazo de Mike – Vamos.

Michael y Kate se alejaron mientras tres hombres trajeados de Oriente Medio se acercaban a la barra. Mike reconoció a uno de ellos como Zayed Abdullah Rahman.

-El comprador ya está aquí – le susurró el a la joven –

-Vamos a buscar a Ben. En algún momento, Schneider se encontrara con los libaneses para negociar. Puedes conseguir tus fotos allí.

Abu Salman se acercó a sus tres hermanos y anunció:

-El alemán está comenzando la ceremonia.

Rahman dejó su cerveza y se volteo hacia Sinan y Al Ahnef, que estaban disfrutando un Bacardi.

-Vamos – Rahman pagó y regresaron al salón de la Edad Oscura, donde una multitud de personas se alineaba en el pasillo detrás de una cuerda de terciopelo –

Abu Mos'ab se unió a ellos y los cinco hombres se acercaron poco a poco para poder ver bien a Schneider.

Schneider anunció a la multitud ante él con un micrófono.

-Es un gran honor en nombre de la Fundación Kaufman, la Ciudad de Londres y el gobierno de Egipto presentarles el "Paso del faraón". Desde los tiempos de las Pirámides y los reyes, Egipto fue un país maravilloso con rituales, religiones, costumbres y maravillas que hoy nos parecen perdidas. Hace tres años, el gobierno egipcio permitió que nuestros equipos de antropología ingresaran al país, y con su permiso especial, pudimos llevar sus tesoros sagrados de regreso a Inglaterra. Lo que una vez fue maravilloso e inspirador, solo visto por reyes y reinas, hoy será visto por todos. Me enorgullece presentarles el Pasaje del Faraón. Entren y sentirán lo que significaba ser un monarca – luego soltó la cuerda y retrocedió hasta el ala nueva. Era una tabla de oro adornada con un arco de piedra arenisca replicada. Schneider dijo – Esta noche será recordada por todos. Esta no es una exhibición para ustedes, sino para todos en el mundo. Es un gran placer abrir este pasaje.

La historia de Sakura y BoatmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora