Una historia en la cual Harry Potter tiene una hermana melliza, Dahlia. Al cumplir ambos once años reciben su carta de Hogwarts enterándose por primera vez sobre el mundo mágico y todo lo relacionado a lo que fue la vida de sus padres.
Dahlia Potter...
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CAPITULO 20: A TRAVES DE LA TRAMPILLA
Dahlia no tuvo muchos problemas con sus exámenes, todas las veces que había estudiado con Hermione y Sophie en la biblioteca habían servido bastante. No podía negar que estaba algo nerviosa luego de recibir aquella información sobre la piedra filosofal y la idea de Voldemort intentando robarla.
¿Quería volver para terminar con ellos como no pudo hacerlo hace más de 10 años? ¿Si volvía serían capaces de salir vivos una vez más?
Para tranquilidad de Harry, por más que los días pasaban Fluffy, el perro de tres cabezas, seguía bien y con vida detrás de aquella puerta cerrada.
Dahlia aún recordaba lo nerviosos que estuvieron todos mientras intentaban recordar como hacer una "poción para olvidar " como examen del profesor Snape. Lo cual no fue muy difícil para Dahlia a diferencia de Harry.
Dahlia tenía una constante molestia desde que habían ido al bosque prohibido como castigo y tampoco podía dormir bien por las noches, suponía que se debía a la falta de su fiel compañero de toda la vida, su pequeño ciervo.
De no ser por el pequeño dragón al que se aferraba hasta poder dormir, no sabía que sería de ella.
Los amigos de Dahlia seguían con su vida como siempre, tal vez se debía a que ellos no sabían lo que ella había visto en el bosque. Aquella figura que bebía la sangre y la información de la piedra que en cualquier momento podía ser robada.
— ¿Está todo bien, Lia? — preguntó Theo entrecerrando los ojos para poder verla sin que el sol lo molestara.
Todos estaban en el patio disfrutando de un rato libre. Dahlia apoyada sobre el árbol mientras Theo estaba recostado sobre sus piernas, Celine a su lado leyendo un libro y los demás conversaban sobre las respuestas de sus exámenes y cuánto pensaban obtener como nota.
— Sí, solo que me duele un poco la cabeza. — comentó restándole importancia y Theo se enderezó en su lugar.
— ¿Quieres que te acompañe a la enfermería para que te den algo para el dolor? Llevas días con esa molestia.— dijo el castaño en un tono preocupado.
— Tranquilo, debe ser que estaba estresada por los exámenes. — dijo Dahlia antes de darle una pequeña sonrisa.
— Bueno, ya no pienses en eso. Puedes relajarte ahora.— sonrió antes de acomodarse a su lado y pasó un brazo por encima de los hombros de ella.
Dahlia intentó hacerle caso a Theo y se relajó un poco conversando con los chicos. Cuándo Sophie se acercó a ella y a Celine, Dahlia no pudo sentirse más feliz de estar con sus amigos pasando un buen rato.
Todo hubiera estado perfecto si su hermano y su amiga Hermione también hubieran estado en ese momento a su lado.
