Una historia en la cual Harry Potter tiene una hermana melliza, Dahlia. Al cumplir ambos once años reciben su carta de Hogwarts enterándose por primera vez sobre el mundo mágico y todo lo relacionado a lo que fue la vida de sus padres.
Dahlia Potter...
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CAPITULO 72: ¡CORRE, DRACO!
Dahlia no podía creer que habían ganado la copa. Podía escuchar todos los gritos de alegría de sus compañeros de casa y algunas conversaciones entre los niños. Incluso pudo ver a Blaise quien pasaba cobrando las apuestas que había hecho con sus amigos.
—¡Felicidades! — gritó Sophie con alegría mientras se acercaba a su mejor amiga para colgarse de ella.
La pelirroja recibió el abrazo de su amiga mientras ambas daban pequeños saltitos de alegría. Al separarse, notó como la castaña tenía en sus manos uno de las cartulinas que había usado para animar a su equipo.
—Gracias, Sophie. — dijo Dahlia con una pequeña sonrisa.
—¡Sabíamos que lo lograrías! — dijo Daphne con una enorme sonrisa.
—¡Hoy vamos a celebrar la victoria! — dijo Pansy emocionada.
No todos los alumnos parecían estar celebrando junto a Slytherin, pues la mayoría había estado apoyando al equipo de Gryffindor. Sin embargo, varios habían terminado uniéndose a las celebraciones que había en medio del campo de quidditch.
El profesor Snape había regresado la copa a los niños del equipo para que pudieran celebrar como ellos querían y se había alejado para conversar con los demás profesores.
—Sophie. — dijo Dahlia con una enorme sonrisa. — Quiero que vengas a la fiesta que habrá luego.
La castaña miró a su amiga algo sorprendida y su mirada fue a las demás niñas de Slytherin.
—Pero... ¿Puedo? ¿No está prohibido eso? — preguntó en voz baja, regresando su mirada a la pelirroja.
—Tú no te preocupes por eso, de eso se encargará Marcus, me lo prometió. — dijo Dahlia, emocionada.
Celine soltó una pequeña risita mientras miraba a sus amigos celebrar. Todos los chicos del equipo estaban sudados debido al esfuerzo que habían hecho en desviar las bludgers y pasar la quaffle de un lado al otro, pero aquello no los detenía de celebrar.
—Anímate, Sophie. Estaremos todas. — dijo Celine, regresando su mirada a sus amigas. — Será divertido.
—Tiene razón. — dijo Pansy con una pequeña sonrisa.
Sophie pareció pensarlo y al final asintió, soltando un pequeño suspiro.
—Bueno, pero... ¿Cómo haré para llegar a su sala común?
—Oh... de eso me encargaré yo luego. — dijo Dahlia haciendo una pequeña seña con la mano.
Las niñas sonrieron más emocionadas ante la idea de poder celebrar juntas mientras continuaban hablando sobre el partido y lo tensas que habían estado desde las tribunas al pensar que algo sucedería que no les dejaría ganar.
