Una historia en la cual Harry Potter tiene una hermana melliza, Dahlia. Al cumplir ambos once años reciben su carta de Hogwarts enterándose por primera vez sobre el mundo mágico y todo lo relacionado a lo que fue la vida de sus padres.
Dahlia Potter...
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CAPITULO 31: EL AUTO DE LOS WEASLEY
Dahlia no volvió a ver a Malfoy desde aquella vez en el callejón Diagon dónde el señor Weasley y el señor Malfoy se habían agarrado a golpes. Había intercambiado un par de cartas con sus amigas y con los chicos, pero no se habían visto en persona.
Theo había estado más que sorprendido al enterarse de lo que había ocurrido, no esperaba que el mismo Lucius Malfoy terminara en un problema de ese estilo. Sin embargo, el mundo estaba lleno de sorpresas.
Como los mellizos Potter se estaban quedando en casa de los Weasley, los amigos de Dahlia habían preferido no acercarse. Al ser buenos amigos de Draco Malfoy, tenían una especie de lealtad al platinado y si este estaba enemistado con los Weasley, preferían mantenerse al margen.
Considerando que Dahlia quedaba en el medio de todo ese problema al quedarse en aquella casa durante sus vacaciones, preferían no meterse en el medio también.
Las invitaciones no habían faltado de parte de Blaise y Daphne para que los visitara en sus casas durante lo que quedaba de las vacaciones, pero no podía irse sin su hermano y había formado una linda amistad con George y Ginny.
— ¿En qué piensas? — preguntó Harry mientras se sentaba a su lado en el pasto cerca de la colina en la casa de los Weasley.
Dahlia se sorprendió un poco al ver a su hermano y sonrió apenas mientras negaba y dejaba el libro de pociones a un lado con cuidado.
— En nada en especifico, solo estaba leyendo... pensé que estabas con Ron — comentó Dahlia mientras observaba en dirección a la casa y luego regresaba la mirada a Harry.
— Te vi y quise venir un rato contigo, pronto volveremos a Hogwarts y sabes que no tenemos todas las clases juntos.
Y siempre estás con Ron...
— Lia, no te ignoro cuando estamos allá. — comentó Harry con voz cansada. — sé que piensas que hago eso.
La pequeña pelirroja observó a su hermano en silencio y suspiró algo cansada de toda la situación. No era tan malo pasar las vacaciones con los Weasley, pero no era su actividad favorita estar cerca a Ron o la señora Weasley todos los días.
— Pero parece que lo hicieras... — comentó Dahlia — Estar en casas distintas no ha cambiado nada de mi parte, Harry. Sin embargo, desde que eres amigo de Ron parece que de la tuya sí ha cambiado.
El entrecejo de Harry se juntó en confusión y luego negó — Eso no es verdad, eres mi hermanita.
— Mhmm.— tarareó Dahlia mientras volvía su atención a su libro de pociones sin ánimos de discutir con su hermano.
— Dahlia... — dijo Harry antes de soltar un suspiro — me gustaría que te llevaras bien con Ron... ser amigos todos.
La pelirroja no pudo evitar reírse ante la ocurrencia de su hermano. Cerró su libro de pociones y se acomodó en su lugar pasando su mano por delante de su hermano y Harry se alejó unos centímetros confundido.
