Una historia en la cual Harry Potter tiene una hermana melliza, Dahlia. Al cumplir ambos once años reciben su carta de Hogwarts enterándose por primera vez sobre el mundo mágico y todo lo relacionado a lo que fue la vida de sus padres.
Dahlia Potter...
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CAPITULO 65: LA CAÍDA
Los niños Slytherin no podían estar más enojados de no haber podido asistir a la fiesta de Halloween que se estaba preparando en la sala común. Era la primera vez que querían disfrutar de la fiesta y esta había sido cancelada.
—¿Por qué tenemos que regresar al Gran Comedor? — se quejó Blaise mientras rodeaba los hombros de Pansy, todos iban de regreso al comedor.
—Dicen que alguien se metió a la escuela — murmuró Daphne mientras se acercaba con una bolsa de caramelos.
—¿Y eso? — preguntó Celine al ver los dulces.
—Ah, es para mantener a los chicos tranquilos. — comentó Daphne de forma obvia — Solo míralos.
Las niñas miraron en dirección al grupo que iba delante de ellas en el cual Crabbe y Goyle parecían luchar con unas envolturas de algún dulce raro que les había dado Daphne y Dahlia soltó una risita mientras negaba con la cabeza.
—Parecen unos bebés. — comentó Pansy mientras rodaba los ojos.
—Pero están tranquilos — dijo Daphne mientras alzaba los hombros.
Las chicas iban a decir algo cuando Antoine llegó al lado de ellas, parecía que había corrido para llegar a dónde estaban.
—Dicen que Sirius Black se metió a la escuela. — comentó el pelinegro sin mucho interés.
—¿Fuiste a escuchar chisme? — preguntó Dahlia con una sonrisita.
—Si no se los digo yo ¿Quién entonces? — respondió Antoine.
—Eso me ofende — se quejó Blaise — No hay persona mejor informada que yo — respondió Zabini.
—Ah... pero no sabías que era Sirius ¿O sí? — dijo Antoine mientras ladeaba la cabeza.
—Estaba con mi Pansypan, no me molesté en informarme primero — respondió el moreno desviando su mirada.
Antes de que los dos niños se pusieran a discutir sobre quién podía informar al grupo mejor que el otro, Daphne sacó dos caramelos de la bolsa y los puso frente a ellos.
—¿Dulces? — ofreció Daphne.
—Gracias, linda. — respondió Antoine mientras le guiñaba y aceptaba el dulce.
Blaise aceptó el dulce, luciendo algo ofendido al comienzo hasta que se entretuvo abriendo la envoltura y los dos niños se acercaron a los otros dos que comían sus dulces más adelante.
—Les dije que funciona — comentó Daphne con una sonrisita.
Al llegar al Gran Comedor, los alumnos de Gryffindor ya estaban esperándolos. Los alumnos de Hufflepuff y Ravenclaw, lucían igual de confundidos como lo habían estado ellos al comienzo cuando les habían informado que debían regresar al Gran Comedor.
