CAPITULO 30

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CAPITULO 30: LIBROS Y PELEAS 

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CAPITULO 30: LIBROS Y PELEAS 

Dahlia salió de la tienda todavía sintiendo sus latidos rápidos y algo nerviosa luego de ese encuentro. No esperaba encontrarse con la madre de Draco Malfoy en el callejón Diagon y menos tomar un café con ella. 

— ¡Dahlia! ¡Aquí! — gritó Hermione junto a Sophie. Estaban cerca de las escaleras de Gringotts. Se acercaron corriendo en su encuentro, con sus castañas cabelleras moviéndose con el viento. 

— ¡Chicas! — sonrió Dahlia cuando ambas la envolvieron un abrazo. 

— ¡Te escribí mil cartas! — se quejó Sophie cruzando sus brazos cuando se separaron del abrazo. — Si no fuera por Hermione que me explicó todo hace unos minutos, te daba un golpe. Pensé que me ignorabas todas las vacaciones. 

— ¿Cómo podría hacer eso? — preguntó Dahlia con la confusión plasmada en su rostro — Yo pensé que ustedes se habían olvidado de mí... ¡Auch!

Sophie y Hermione le habían dado un golpe a la pelirroja. 

— ¿Cómo se te ocurre eso? De mí no te libras tan fácil — comentó Sophie y Hermione asintió con una sonrisita. 

Las niñas aprovecharon en presentarle a sus padres. Dahlia sonrió mientras hablaba con los papás de Hermione y la madre de Sophie. También aprovechó en pedirle a Hermione que le dijera a sus padres si podía cambiar parte del dinero muggle que le había mandado su tía Petunia. 

Ya tenía los galeones de la señora Malfoy, no era mala idea guardar un poco de dinero muggle por un caso de emergencia. 

— ¿Ese es Harry? — preguntó Sophie viendo detrás de Dahlia. 

Todas las niñas giraron solo para ver a Hagrid y a un muy sucio Harry lleno de hollín de la chimenea. Dahlia lo vio algo confundida porque Hagrid parecía algo molesto. 

— ¡Harry! ¡Harry! ¡Aquí! — gritó Hermione alzando la mano en dirección a Harry, luego hizo una seña a las niñas para que la siguieran acercándose al hermano de la pelirroja. 

— ¿Qué pasó con tus gafas? — preguntó Dahlia al notar que las tenía rotas — Hola Hagrid.

— Hola Hagrid — saludó con alegría Sophie — Hola Harry...

— Hola... — murmuró el hermano de Dahlia algo avergonzado de que lo vieran todo sucio y con las gafas rotas. 

— ¡Cuánto me alegro de volver a verlos! — dijo Hermione con una sonrisa — ¿Vienes a Gringotts, Harry?

— Tan pronto como encontremos a los Weasley — respondió Harry a Hermione. 

— Ahí vienen, tienen suerte.— dijo Hagrid al ver acercarse al señor Weasley y sus hijos. 

— Harry — dijo el señor Weasley, le faltaba el aire como si hubieran corrido más de lo debido — Esperábamos que solo te hubieras pasado una chimenea, Molly está desesperada... ahora viene.

THE GREAT WAR ┆Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora