Una historia en la cual Harry Potter tiene una hermana melliza, Dahlia. Al cumplir ambos once años reciben su carta de Hogwarts enterándose por primera vez sobre el mundo mágico y todo lo relacionado a lo que fue la vida de sus padres.
Dahlia Potter...
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CAPITULO 56: LA HERMANA DE VERNON
El dolor de cabeza que tuvo Petunia Dursley al día siguiente no tuvo otra explicación para su esposo Vernon que haberse quedado dormida en el sofá en una mala posición.
Dahlia se había despertado temprano y se había encargado de lavar todo, dejando limpia la sala, sin rastro alguno de lo que había hecho su tía la noche anterior.
La señora Dursley le había agradecido a su sobrina y le había dejado saber lo apenada que estaba de que la hubiera encontrado de esa forma. Dahlia le había restado importancia, dejándole saber que esperaba que no sucediera algo así seguido y que ella podía cuidarla.
Petunia no pudo estar más feliz de tener a Dahlia, era como la niña que no pudo tener.
—Entonces... — comentó Petunia mientras lavaba los platos que habían usado en el desayuno — ¿Qué te gustaría recibir por tu cumpleaños?
Dahlia dejó de secar los platos mientras soltaba un pequeño suspiro, su mirada no pudo evitar dirigirse hacia donde estaba su hermano que se encontraba limpiando los vidrios de la puerta hacia el jardín.
—No sé... cualquier cosa por mi estaría bien — comentó Dahlia regresando su mirada a su tía.
Petunia cerró el caño al terminar de lavar y miró a su sobrino, con la esperanza de que él se animara a decirle lo que quería recibir por su cumpleaños.
—¿Qué te gustaría recibir por tu cumpleaños, Harry? — preguntó Petunia.
Harry se detuvo en la limpieza observando el trapo entre sus manos con el ceño ligeramente fruncido, había tantas cosas que podía desear en aquel momento, cosas que por más que las gritara al viento no llegarían a él.
Su mirada se posó por unos segundos en su hermana antes de negar alzando los hombros restándole importancia.
—Lo que usted desee, tía Petunia — murmuró incómodo.
Por más que lo intentaba, le era difícil acostumbrarse al cambio de su tía con él. Al igual que Dudley, todo era tan diferente y al mismo tiempo igual.
¿Por qué no pudieron amarlo y aceptarlo de esa forma desde un principio?
—Bueno... — murmuró Petunia obligándose a sonreír — supongo que tendré que averiguar algo que les guste a mis sobrinos.
Petunia ordenó todo antes de salir de la casa, con la excusa de ir a comprarles algo por su cumpleaños. Cumplirían trece años al día siguiente y habían pasado por tantas cosas.
Dahlia suspiró subiendo las escaleras en dirección a su habitación para responder las cartas de sus amigos. En aquel momento se detuvo a observar la carta de Theo, era otra dónde le preguntaba si su tía le había dado el permiso o no.
