Una historia en la cual Harry Potter tiene una hermana melliza, Dahlia. Al cumplir ambos once años reciben su carta de Hogwarts enterándose por primera vez sobre el mundo mágico y todo lo relacionado a lo que fue la vida de sus padres.
Dahlia Potter...
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CAPITULO 55: RECUERDOS
Pansy había hecho todo lo posible desde el momento en el que había llegado a su mansión junto a sus padres. Primero fue con su madre dónde usó sus mejores recursos que pudo para intentar convencerla de que no quería casarse con Draco Malfoy.
Duró una semana en lograr convencer a su madre de que le ayudara a convencer a su padre. Luego volvió a intentarlo, una semana más en la que no lo logró, entonces recurrió a las lágrimas y tristeza.
Por último, con la ayuda de su madre y una nueva propuesta tentadora a su padre, había logrado su objetivo. Cuatro semanas después de aquella cena en casa de los Malfoy, el señor Parkinson decidió enviar una lechuza al señor Malfoy indicándole su nueva decisión.
Draco estaba en el jardín de su casa, aburrido luego de que Antoine saliera con su padre a hacer quién sabe qué y lo dejaran solo. Narcissa Malfoy estaba enojada con su esposo y aunque nadie lo sabía, ella había hablado con la señora Parkinson.
Una lechuza de Pansy llegó al jardín de la mansión con una pequeña nota colgada en la pata, el platinado se levantó apresurado a recibirla y la lechuza picó su brazo con suavidad en busca de algo.
Draco sacó una de las galletas que había llevado con él y la lechuza la aceptó antes de irse volando tan rápido como llegó. Observó a su alrededor en busca de su padre solo por si las dudas y abrió la nota con cuidado.
"Te dije que consigo lo que me propongo, ex prometido.
Seguro tu padre recibirá una lechuza hoy, te deseo suerte mejor amigo"
Pansy, la mejor amiga de Draco.
Una pequeña sonrisa se formó en los labios del platinado al terminar de leer la nota de Pansy, no podía sentirse tranquilo del todo. Sabía que su padre no se quedaría tranquilo luego de que sus planes no salieran como él quería.
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Dahlia soltó un pequeño suspiro al terminar de limpiar la sala, la había dejado limpia como lo había pedido el tío Vernon. Últimamente se había vuelto más estricto con las cosas de la casa y cada que la tía Petunia salía, como en ese momento, aprovechaba en recordarles el favor que hacía al tenerlos en su casa.
Darles comida, ropa y un techo dónde vivir era un acto de caridad que su familia hacía por ellos, lo había dejado claro todas las veces que había podido.
—Listo — murmuró Dahlia dándole un vistazo a la sala, todos los cojines en su lugar y el piso brillante.
Fue a dejar las cosas en su lugar, pasando por la cocina dónde Harry estaba terminando de lavar los platos y secarlos. Sus miradas conectaron por un segundo en el que Dahlia desvió la mirada para salir de aquel lugar.
