Bajo un cielo radiante, las aves entonan su canto y las mariposas danzan en compañía de flores en esplendor. Un panorama magnífico se despliega ante los ojos de la mujer.
Recordando el día anterior, cuando Darius se retiró, ella se percató del dilema que tenía por delante. No vio otra alternativa y debatió consigo misma durante mucho tiempo.
Ella no quería separarse de Pierina, pero entendió que si la joven se quedaba, moriría a su lado.
Al menos ahora puede afirmar que le ha salvado la vida.
Aunque sean personajes de un libro, se sienten reales. Cuando regrese a su casa, lo primero que hará será realizar algunos cambios. Por ejemplo, los extras no están escritos; podría hacer una resucitación masiva o invocar a un ser magnífico juntando algunas esferas, dándole así a Pierina una oportunidad.
La joven tuvo que marcharse al amanecer y a pesar del tiempo transcurrido, la mujer permanece en el mismo lugar, admirando por la ventana, perdida en sus pensamientos.
Concluye que, reales o falsos, son como ella, simples mortales y merecen un final feliz. Mientras reflexiona, se da cuenta de que ya es el quinto día que ocupa el rol de Milennia en este libro.
En resumen: el primer día fue la loca que atacaba a la gente, el segundo y tercero un cuerpo tirado sobre un colchón, el cuarto su reencuentro con Darius y el abrazo con Pierina.
Ahora es consciente de que desafiar el curso de la historia solo sería un obstáculo. Ya deberían haber recibido la fecha y el lugar del primer enfrentamiento contra el enemigo. Sin embargo, no ha habido ninguna indicación.
Una sonrisa amarga aparece en aquel semblante rígido. «¡Bien!, como diría mamá, si la vida te da la espalda, pellízcale el culo y ponte adelante». Debe contener su descontento, erguir la cabeza y patear traseros.
Lamentablemente, ella no se moverá de esa posición hasta la noche. Cuando el cuerpo al final se agota, se tumba en la cama y comienza a repasar la historia.
Sigue sorprendida de que su cuerpo sea el original y no el del personaje, lo que le provoca escalofríos.
Tal vez esté en un cajón siendo abono para la tierra o, si fantasea un poco, tal vez tenga suerte y se convierta en un zombie. Al menos de esa forma, viviría en la oscuridad y acecharía su casa por las noches. Incluso, si su alma se desprendiera, sería un feliz fantasma protegiendo a su hijo y a su madre. Cualquier alternativa es mejor que permanecer aquí.
Milennia tampoco tiene un mejor final; ser una santa es un castigo. La recolección de estas niñas se lleva a cabo desde hace cientos de años, y la verdad sobre el Templo del Norte nunca salió a la luz, quedando en un borrador. Porque cuando se vislumbró el trasfondo en un capítulo, los haters saltaron a través de la pantalla para insultar a la autora.
Es interesante; odian su historia, pero son fieles lectores.
Por suerte, no existe el dislike en la plataforma donde escribe. Aunque, al no darle la manito arriba, es lo mismo.
¡Pobre autora, lloraba por las noches!
Si no fuera por el usuario “Las montañas de Li”, habría abandonado su novela.
Pensando en Milennia, sabe que debe abordar ese tema. La conciencia le pesa.
Durante más de cuatro siglos, el sumo sacerdote ha estado encargado de localizar a cada niña que nazca con las características de la santa.
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La santa debe morir// En Corrección
FantastikUna Autora que transmigra a su mediocre y nefasta novela. ¡Esa autora decide morir! -Disculpe, sensual y atractivo protagonista podría dejarme en paz. ಠಗಠ -Lo siento, debe morir al final. -Tranquilo, le ahorro las molestias. -Una pena, pero la nec...