✨🥀Capítulo 14: ¡Alguien está en problemas!

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En este predecible mundo, es fácil calcular la brillante idea de Maurice.

El correo tradicional se utiliza entre campesinos y personas de escasos recursos, mientras que las palomas mensajeras, costosas y exclusivas, son para pocos. El emperador y los altos generales emplean un método más avanzado para asegurar la comunicación rápida y segura, incluyendo a los cuatro templos y la torre de los magos, quienes prefieren cartas selladas.

La antigua escritora sentía una fascinación por las criaturas extravagantes o hermosas. Aunque amaba las mariposas, no las consideraba adecuadas para este trabajo. Necesitaba algo más rápido: un colibrí.

Darius toma una de las bolillas de cristal que guarda en su cajón, del tamaño de una canica. La presiona en su frente, transfiriendo el mensaje y el destinatario, y luego la sopla con suavidad.

—Vuela —susurra.

La esfera, perteneciente al emperador, luce un resplandeciente color dorado. La pequeña esfera de cristal se transforma en un hermoso colibrí. Cuando este pequeño pajarillo llega a su destino, se desvanece y transfiere el mensaje de manera segura.

El colibrí emprende su vuelo hacia el encuentro con Philip. Aunque por distancia el tiempo estimado es de unas dos horas, no debemos olvidar que, después de todo, se trata de criaturas mágicas.

Darius se sienta y cruza los dedos.

—Espero que esto sea lo correcto.

El joven y atractivo Maurice responde:

—Mi señor, a lo sumo perderemos tiempo.

En el patio del orfanato, Milennia patea piedras y suelta insultos al viento

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En el patio del orfanato, Milennia patea piedras y suelta insultos al viento.

—¡Linxz! ¡Hijo de puta! ¡Debería cortarte la polla y metértela por el culo!

Aprieta los dientes con tanta fuerza que parecen crujir, el rostro rojo de ira.

Hace unos minutos concluyó la conversación con la directora y Philip recibió un colibrí mensajero. Pero a la santa no le interesa en lo más mínimo. Solo desea encontrar un tótem transportador que la lleve a la torre de magos para arrancarle las tripas al desgraciado.

Las manos tiemblan de rabia. «¡Monstruo infeliz! ¡Te voy a romper todos los huesos! ¡Juro que te voy a matar, Linxz!»

El escolta regresa con una expresión extraña y ella se ve obligada a calmarse.

—Señorita, debemos regresar de inmediato.

Milennia, aun agitada, cruza los brazos y consulta:

—¿Por qué? ¿No te quedarías dos días?

Philip permanece en silencio. Por lo que la mujer deduce que algo grave ha ocurrido.

—¿El emperador te regañó? ¿Te ofendió?

La santa debe morir// En Corrección Donde viven las historias. Descúbrelo ahora