La batalla es cruenta; el claro que se ha convertido en un campo de batalla cubierto de cadáveres. El grupo de caballeros está reunido en un círculo apretado alrededor de los caídos. Las armaduras desgastadas y manchadas de fluidos revelan la intensidad del enfrentamiento. Los rostros de los sobrevivientes reflejan la mezcla de cansancio y tristeza por la pérdida de sus camaradas. Diecinueve de los suyos han caído en la batalla, sacrificándose en la lucha contra los renacidos. Ahora, solo quince caballeros restan, marcados por las cicatrices físicas y emocionales de la confrontación.
El emperador se acerca al grupo, su mirada refleja dolor. La pérdida de sus hombres pesa sobre él. Si Milennia no hubiera intervenido, el resultado hubiera sido peor, y era consciente de ello.
La Santa queda atónita al escuchar las risas juguetonas y con la mirada fija, observa cómo un destello de luz emerge del bosque, dirigiéndose hacia la ubicación de Darius. Aunque su instinto le grita que acuda en su ayuda, comprende que Enoc debe despertar primero.
Le gustaría decir felizmente que puede sanarlos, pero en este libro, los hechiceros no están bien vistos, y menos si es una mujer. Las Santas, a pesar de poseer una formación mágica, son relegadas a roles de receptáculo. Sin embargo, desde su transmigración, la mujer optó por redefinir su propósito.
Lamentablemente, la sanación no figuraba entre las prioridades de la mujer. Esa es una de las razones por las que incluso Darius acepto la ayuda de Enoc, es el único con la capacidad de curación.
Y es que en este mundo, los magos atraviesan una formación académica estructurada y metódica, mientras que los hechiceros, según el propio dueño de la torre de magos, llevan una preparación algo primitiva. Esta diferencia provoca que los magos puedan ocupar roles formales, a diferencia de los otros que son considerados salvajes.
Sin embargo, esto no implica que los hechiceros no tengan sus propias reglas al formar su núcleo mágico.
La preparación mencionada es compartida tanto por el templo del Norte hacia las Santas como por los hechiceros de todo Obsidian. Este sistema mágico ancestral es conocido como "Los Nueve Estados del Mana", donde cada estado representa un pilar esencial, una senda que los aprendices deben transitar para desbloquear su potencial.
El primero de estos es la conexión interior, la base fundamental donde los hechiceros aprenden a equilibrar su cuerpo físico con el mana interno. Este proceso de autoconocimiento les permite descubrir la esencia de su poder y aprender a canalizarlo de manera armoniosa.
El segundo se sumerge en la simbiosis entre el individuo y la naturaleza. Convirtiendo a la naturaleza en su aliada, proporcionando una fuente inagotable de poder mágico.
El tercer estado es la forja de conjuros y hechizos propios. Experimentando y creando sus propias formas de hechicería.
Al llegar a este punto se produce una separación, y son pocos los que acceden al conocimiento completo.
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La santa debe morir// En Corrección
FantasiaUna Autora que transmigra a su mediocre y nefasta novela. ¡Esa autora decide morir! -Disculpe, sensual y atractivo protagonista podría dejarme en paz. ಠಗಠ -Lo siento, debe morir al final. -Tranquilo, le ahorro las molestias. -Una pena, pero la nec...