Capítulo XI, Revelación

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Parte I

Preparativos

Las horas pasaban lentamente, esa noche seria develada la identidad de la Dama del Retrato, por muy extraño que pareciese todas las personas que conocieron el retrato se encontraban en la Villa Clawson, reporteros estaban a la expectativa, sobretodo porque la rubia con la que salía Albert, esta vez no le acompañaba, nadie pensó en encontrar a Terrence Grandchester ni a la Señora Elroy Andley en aquella reunión.

La comida era fastuosa como todo lo que tenía que ver con Henriette Clawson, los alimentos eran para una fiesta en grande como a la señora Elroy le gustaban, lo que no entendía era porque también había invitado a todo el Clan Andley, eso era bastante extraño. La tarde la había pasado entre ires y venires, ayudando a supervisar todo lo acontecido con aquella reunión en la que Henriette había desaparecido, aparentemente. La comida ya estaba lista, la música era de lo mejor de Escocia, las flores eran extrañamente parecidas a las que había en Lakewood, en la lista de invitados había personas que conocía demasiado bien, extrañada por ver a Annie Brighter y Patricia O'Brien como invitadas especiales, sin sus maridos.

Candy daba de vueltas en su habitación, ya se encontraba bañada, perfumada, peinada y maquillada, solo faltaba el vestido que se había puesto en la pose de su retrato, mandado ha cer especialmente para ella, pero se encontraba nerviosa, nerviosa por la reacción de Terry, porque era bien sabido que poseía un carácter demasiado enérgico, lo que no conocía era lo que realmente significaba esa situación, ya que al tener Terrence el ducado había dejado de ser el mujeriego que se le conocía, a él se le complicaba llevar su puesto en el Parlamento, sus actividades empresariales en otro país y en otro continente y por demás seguir llevando la vida libertina a la que estaba acostumbrado, desde joven que no conocía el amor y ahora es cuando menos se imaginaba que estuviera pasando.

Terrence Grandchester era tal cual predecible, ya que casualmente o a propósito Henriette le había platicado algunas situaciones como que era el vivo retrato de Richard cuando era joven, que tenían el mismo carácter, impulsivo y sumamente celoso hasta de su propia sombra, que era inmensamente rico y sonrió al pensar que tal vez la riqueza de ella era igualada a la de él, claro que si hubiesen contactado al fideicomiso que su abuelo Frederick había dejado para ella tres años después del fallecimiento de su hija Josephine y que ellos se habían enterado por el abogado de la familia que estaba esa posición, le dieron a conocer de alguna forma que ella había fallecido tres años antes al dar a luz a una hija... reconociendo el abogado que efectivamente sabia donde debía buscar las primeras pistas, la familia Andley tenía el pleno conocimiento de donde estaba Josephine, al enterarse monto en cólera y juro meter a la cárcel a William Andley por el asesinato de Josephine Claude y también que la pequeña Candy de tres años viviría donde le correspondía; sin embargo George salió en defensa de la señorita Candy ya que ella no quería separarse de su padre y por ello, terminó confesando lo que sucedería en esos años, dejando sin palabras al viejo abogado de la familia Claude y William admitiendo que la culpa aún le atormentaba por lo que imploraba no faltarle a Candy hasta su mayoría de edad y por lo tanto, tampoco tener un amorío durante ese tiempo, situación que no le costó mucho trabajo ya que Candy había sido una niña muy inquieta y eso era bastante agotador primero, entre su crianza y sus estudios y luego entre su desenvolvimiento y curiosidad por aprender y su papel como Patriarca.

Era sin duda que Candy añoraba los viajes, pero el aseguraba que los disfrutaría mas si era en su compañía, contrario de lo que los demás pensaban Candy si había viajado pero no a América, conoció África país por el cual sentía Albert una gran pasión, hizo muchos amigos y ahí es donde Mickel y ella disfrutaron de una puesta y romántica tarde de puesta de sol, Mickel era médico y estaba haciendo su servicio en África.

La Dama del RetratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora