Capítulo XIII, Revelación

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Parte III

Discusiones

Ya en la sala de té, se encontraban sentados todos los periodistas, Albert, Candice y Henriette comenzaban con las preguntas.

- Se le ha visto en compañía de Patricia O'Brian en el campus de la Universidad en Londres, ¿qué estudia? – le cuestionó una periodista estrella.

- Administración de empresas – contestó mirando a su padre de reojo.

- Pero cómo esta en la universidad si no hay ningún archivo de los otros colegios – preguntó otro contrariado.

- Sencillo señor, estudié siempre en casa. Tuve varios tutores y además aprendí arquería que desde el siglo pasado y antepasado se considera muy femenino y esgrima en el cual soy buena alumna – respondió orgullosa.

- No le molesta que le dijeran que era "amiga" de William Andley – le cuestionó insinuante.

- Tanto usted sabe como yo, que las personas tienden a cotillear en nuestros círculos cuando no conocen la verdad de las situaciones, así que es mejor no hacer caso de ello – soltó sin más.

- Buena contestación mi lady, hablemos de su madre. Sus padres debieron ser muy jóvenes entonces para tener a tan bella hija de veintiún años – preguntó cizañoso.

- Si mis padres eran muy jóvenes, pero la ventaja es que tengo un padre demasiado atractivo aún y no todas pueden decir lo mismo – respondió sonriendo.

- Jajajaja. Señor William, usted tiene una hija muy ocurrente – dijo el reportero.

- Lo bastante para manejar cualquier situación. Pero yo puedo ayudarles, mi querida Joe fue una madre muy valiente y dio la vida de mi hija a cambio de la suya – respondió triste el rubio, siendo su hija la que le abrazó al escuchar eso.

- No teme la reacción de la matriarca de la familia ante esta noticia – tenía que llegar esa pregunta.

- Temerle a mi tía no, pero sé que no será fácil para nadie de mi familia – respondió tomándose la barbilla con el índice y el pulgar.

- Bueno caballeros, esperemos que con el tiempo ellos den más información por el momento regresemos a la reunión – pidió Henriette.

- Todo estará bien princesa, salió muy bien – le dijo tomándola de los brazos.

- Si papá, ya no tendrás que esconderme más – respondió ella aliviada.

- No ya no, sabes que te amo mucho hija, además allá hay alguien que te espera. Te dejo con él – le respondió señalando a Terrence que se había quedado a una distancia prudente.

- Si papá, gracias – respondió ella sonrojada.

- Albert yo...lo siento, no sabía que ella era tu hija...- se acercó Terrence.

- Aún no te disculpes, aún falta lo más difícil, pero una cosa si te digo, si sale lastimada te la verás conmigo, por el momento con tu permiso... - se alejó soltando una carcajada.

- Ah, no te preocupes, se le pasará. Ahora está molesto y te hizo una broma muy pesada, solo eso – sonrió ella por la cara de Terrence y la actitud de su padre.

- Ay Candice, no me lo esperaba, fue una supresa para todos, bueno casi todos – le dijo Terrence.

- Si lo sé y para ti – le cuestionó mientras jugaba con un hilo de su chamarra y le miraba al mismo tiempo.

La Dama del RetratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora