Parte II
¡Sorpresa!
Candy se encontraba dando de vueltas en su habitación, se sentó en la cama y se dejó caer momentáneamente cuando oyó que tocaban la puerta, Princesa suspiró y se levantó a abrir.
- ¡Hola! – saludó Terrence muy serio.
- ¡Hola Terrence! ¿Pasa algo? – preguntó un poco sorprendida viéndolo como caminaba hacia el escritorio.
- Pues un poco, quiero hablar contigo, ¿puedo? – le sonrió con hipocresía.
- Pues estoy un poco ocupada de hecho... - no la dejó terminar y la interrumpió.
- ¡Pero no lo estabas cuando Albert salió de aquí! – comentó alzando la voz.
- Ah viste eso... - dijo ella sonriendo, ya que sus celos volvieron a aflorar.
- ¿No lo niegas? – le cuestionó.
- No, vino a verme un momento – contestó caminando hacia él y colocándose enfrente, le dio un beso fugaz.
- Princesa, sólo un beso, a él si no le niegas tus caricias, ni... - Terrence se vio interrumpido por un sonido.
Plaf!
- No tienes ningún derecho a reclamarme nada – le grito tratando de apartarse.
- ¿Quién dice que no? ¿Por qué me haces esto Princesa? Te quiero y ¡no te importa! - declaró tomándola de las manos y acercándola más a él.
- Yo...Terrence, no entiendo por qué crees que Albert y yo somos amantes, de verdad también te quiero sin embargo yo no pienso nada acerca de tu relación con Georgiana ¿o sí? – le reclamó.
- Es diferente – sonrió y la soltó.
- Diferente de que, ella era tu novia o lo que sea hasta hace medio año y después te volviste al celibato o ¿qué? – le cuestionó burlona.
- Sí, me volví al celibato porque creí que no podría encontrar una mujer a la cual amar, pero...- la miró y la sujeto nuevamente, mirándola, observando esos labios que ya había saboreado tres veces en dos días.
- Pero... - le miro a los ojos y quiso besarlo.
- Vi el retrato, quise encontrarte y aquí estas, no soportaría que fueras de alguien más cuando sólo quiero que seas mía – declaró él y la beso, un beso suave y apasionado.
- Terrence, por favor no malinterpretes las cosas, esta noche decidirás si creerme o no – le pidió apenas cuando se alejó.
- Pero ¿por qué no me dices que sucede? – le pidió besándole ambas mejillas.
- Porque mi secreto no debe revelarse antes, Terrence por favor no me obligues a hablar ahorita, sólo ten paciencia, por favor – esos ojos, no podía negarle nada a esos ojos.
- Princesa, sólo dime que me quieres, solo dímelo y creeré todo lo que me dices – le pidió él con fervor.
- Terrence te quiero más de lo que te imaginas...- le respondió sonriéndole. Pero por lo mismo deberías dejar de seguirme – le reprochó.
- ¡Yo también Princesa! No lo haré – le contestó.
- Lo siento, interrumpimos – preguntó Annie.
- No chicas, adelante – les dio el siga.
- Te veo en la noche – le dijo.
- Por supuesto, te quiero y no lo olvides – se acercó para besarlo y se despidió.
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La Dama del Retrato
FanfictionÉl se ha quedado prendado de un retrato en una exposición en el Museo Metropolitano, la belleza de la persona que se encuentra dentro de este cuadro se centra en un par de ojos, buscando información acerca del cuadro se da cuenta que nadie conoce su...