CAPÍTULO 15

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KATERINA


Observo que Roxanne se mete en la casa con la pelirroja y Alice tampoco las pierde de vista. Me agrada charlar con ella, no pensé que podría comunicarme con ella.

—¿Como la soportas? —me pregunta y sonrío.

—¿De que hablas? Es un angelito —bromeó con ella y se ríe.

—Tienes serios problemas si crees eso —me dice.

—Es temperamental, pero conmigo es diferente.

—¿Que pasó entre ustedes? —me pregunta y suelto un suspiro.

—Supongo que sabías sobre Harper —ella asiente —pues yo recién me entero.

—¿Que? —dice sorprendida —¿llevas dls años con ella y hasta ahora lo sabes?

—Si, su miedo era más grande que su sentimientos, muchas veces presencié sus ataques de pánico, al principio creí que solo se trataba de lo que pasaron con su padre, pero con el tiempo me enteré que había alguien más en su mente.

—Lo que pasó no es algo fácil de superar y su mente le ha estado jugado en contra.

—Ahora lo tengo más claro —sonrío.

—Gracias por estar a su lado —dice Alice sonriendo —no cualquiera tendría el valor —bromea.

Nuestra sonrisa se va cuando las escuchamos reír, ambas vemos la escena de Roxanne cargando a Olivia y dando vueltas.

—Estoy pensando en qué tal vez estarías mejor sola —dice Alice y volteo a verla con el ceño fruncido y luego volteo hacia Roxanne que se acerca.

—A ese solecito solo yo le pongo las manos encima —susurro con la mandíbula tensa.

—¿Debo preocuparme? —pregunta Alice.

—Deberías –dice Roxanne —ya la hice reír.

Estoy pensando en las maneras de hacerla pagar por esto.

—¿Qué hiciste para lograrlo? —pregunta Hanna.

—Tengo mis métodos —guiña.

Observo a la pelirroja que no deja de sonreír ¿A qué juegan?

—¿Por qué me ves así? —me pregunta poniéndose seria y Alice solo ve a mi solecito de la misma manera.

—Estoy bromeando —dice Roxanne con una sonrisa nerviosa.

Quiero ir tras ella, pero Alice se adelanta y en un movimiento rápido la carga en sus brazos y avanza en dirección a la piscina, mi pequeño sol intenta huir y hacer que su hermana la suelte, pero Alice la ignora, me quedo observándolas hasta que el niño de Hanna las hace caer al agua, los demás entran al agua y yo solo puedo a ver Roxanne. Me levanto y camino a la piscina sin perderla de vista.

—Así de mojada... —me meto al agua antes de que termine su frase y coloco mi mano en su boca.

—Cállate Roxanne —le digo con voz demandante, ella quita su mano y sabe que hizo algo mal con solo verme.

—¿Por qué me dices Roxanne? —sonríe nerviosa y no aparto mis ojos de ella.

—Si me disculpan —digo tomándola en brazos sin prestar atención a los ojos que nos observan.

—¡Estoy bien! —grita Roxanne mientras salimos del agua —no se preocupen demasiado.

—Te dije que te callarás Roxanne.

—¿No te da vergüenza por mis hermanas? —me pregunta aferrándose a mi cuello.

—¿Porque debería?

HémeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora