CAPÍTULO 33

10.3K 757 436
                                        


KATERINA


Desde hace un tiempo he venido pensando algo sobre nosotras, sobre lo que haremos y lo quiero para nosotras, no estaba tan segura de hacerlo, pero ahora que volví a ver mi solecito así de vulnerable me lo estoy volviendo a replantear, no será fácil porque es la vida que nos dieron desde pequeñas, pero dejar todo esto me parece la mejor opción. Ya no quiero verla sufrir, no quiero que vuelva a estar en peligro cómo hoy porque no me lo perdonaría si algo llega a sucederle a mi pequeño sol.

La abrazo con fuerza transmitiéndole mi calor para que se sienta cómoda y segura en mis brazos, porque nadie más la hará sentir así y siempre seré su lugar seguro, su refugio.

—Si no me mato la loca lo harás tú —balbucea.

—Morirás en mis brazos —ella comienza a reír y la suelto despacio.

—¿Que harías si yo muero primero? —dice viéndome a los ojos y frunzo el ceño.

—¿Porque hablas de eso? —le preguntó acariciando sus mejillas.

—Solo es una pregunta cielo, no sabes quién de las dos lo hará primero —me dice —¿y si me hubiera pasado algo hoy?

—No te pasará nada Roxanne, no hables más de eso, pero para responder tu pregunta, moriría sin ti.

—Yo destruiría el mundo si tú me dejas Kate —dice juntando su frente con la mía —¿de qué serviría si tú no estás en él?

—Ya no hables más —la sujeto con fuerza pegándola a mi pecho. —te amo mi pequeño sol.

—También te amo cielo —susurra.

Se que lo que sucedió hoy la hará sobre pensar demasiado las cosas, su mente siempre le juega sucio y por lo que se, ella se ha dejado llevar muchas veces por eso. Mi pequeño sol se merece ser feliz después de tanto que ha pasado, por eso comenzaré de alguna manera a ir dejando todo esto de lado.

A la mañana siguiente Ivanna se despide de nosotras y aunque insistí en ir a dejarla al aeropuerto se negó diciendo que haría una escena, cosa que es imposible. Roxanne le jugó algunas bromas sobre Yuna, mi hermana decidió no prestarle mucha atención, aunque sus expresiones me decían que si lo hizo.

—Salgamos de casa —le digo tomando su mano —¿a donde te gustaría ir?

—A cualquier lugar que estes tú —dice sonriendo.

—¿No te gustaría visitar a Chiara? —le pregunto y sonríe aún más.

—Es una excelente idea —dice abrazándome —Pero le llegaremos de sorpresa.

—Esa sonrisa es porque algo quieres hacer solecito.

—Sorprenderla —dice encogiéndose de hombros.

Esa noche me reúno con algunos de los hombres que han presentado su verdadera lealtad y se han acoplado a las nuevas reglas, les explicó que estaré fuera por un tiempo y que confío en que todo estará bajo control mientras no esté en el país, recordándoles también quién es Roxanne y de loq ye seríamos capaces de hacer si algo se sale de control.

Regreso a casa y veo a Roxanne viendo hacia el jardín, me acerco a ella y coloco mis manos en su cintura colocando mi barbilla en su hombro.

—¿En qué piensas solecito? —le pregunto y suspira.

—¿Alguna vez has pensando en tener una vida tranquila? —dice tomando mis manos.

—Lo he pensando.

—¿Crees que funcionaria? ¿Crees que podríamos vivir lejos de todo esto?

—¿Eso es lo que te agobia solecito? —le digo dando un beso en su mejilla.

HémeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora