CAPÍTULO 22

9.4K 626 217
                                    



ROXANNE


A Katerina le gusta jugar conmigo, disfruta hacerlo, pero su actitud se vuelve sumisa cuando le hablo con autoridad, ella sabe perfectamente lo que le espera, su mirada ansiosa y su respiración la delatan.

Me acerco a ella depositando besos en sus piernas, en sus caderas, en su abdomen y así voy subiendo por sus pechos hasta llegar a su cuello, lo marco con mis labios y luego subo para rozar mis labios con con los suyos, sonrío cuando se estira para querer besarme y me aparto.

—¿Que pasa cielo? —le digo con una sonrisa —¿No quieres hablar? —niega enérgicamente. —bien hecho, recuerda que no puedes hablar ni jadear ¿De acuerdo? —ella asiente con el ceño fruncido.

Abro sus piernas con cuidado y sujeto el juguete que cuelga del arnés posicionándolo en su entrada, lo enciendo y su espalda se arquea reprimiendo lo que quiere salir de su garganta, jugueteó con ella causando que suelto en gemido y me aparto.

—¿No quieres? —le pregunto y asiente —entonces sabes las reglas.

Vuelvo acomodarme entre sus piernas y ella las abre sin que se lo pida, bajo para tomar sus pechos con mi boca mientras la estimulo con el vibrado, lo coloco en su entrada y lo introduzco despacio hasta que ella se ajusta, sujeto sus caderas y comienzo el movimiento de las mías entrando y saliendo de ella. Intenta enrollar sus piernas en mi cintura y sostengo sus piernas dejándola abierta. A estas alturas ya le es inevitable no soltar algunos gemidos, pero no me detengo hasta que esta a punto de venirse y salgo de su interior.

—¡He hecho lo que me pides! —dice y la callo con un beso.

—Pero no es lo que quiero aún —le digo.

Suelto las esposas y le doy la vuelta dejándola en cuatro, paso mis por su columna hasta llegar a su cuello y la inclino un poco más, sé que lo está disfrutando y quiere más. La tomo las detrás iniciando nuevamente el movimiento, llevo mis manos a sus pechos y los estimulo, suelta un jadeo ahogado y me detengo, ella mueve sus caderas buscando su propio placer y la detengo volviendo a salir.

—¡Mierda Roxanne! —grita en la almohada.

—¿Que se siente que jueguen contigo amor? —le digo levantándola y me mira con sus mejillas sonrojadas.

—Te odio —dice evitando verme.

—No mi amor, amas esto tanto como a mí —le digo apoderándome de sus labios.

Escucho que las camionetas estacionan afuera y sonrío cuando la veo que quiere huir, la sostengo con fuerza y le doy vuelta en la cama dejándola frente a mi, ella se mueve y sostengo sus manos arriba de su cabeza.

—Estas loca —dice y tapo su boca con la mano libre.

Me posicionó nuevamente entre sus piernas empujando el vibrador en su interior, vuelve a gemir con su respiración cada vez más acelerada con los movimientos, la dejó enrollas sus piernas en mi cintura y suelto sus manos para sostenerme mejor, uno mi frente a la suya sin apartar mi mano hasta que esta a punto de correrse, la quito y sonrío al escuchar su jadeo, sus manos se aferran a mi espalda y bajo los movimientos mientras su cuerpo se libera.

—Me encanta este lugar —le digo y me jala para besarme con deseo.

—¿Podemos seguir? —pregunta y no tiene que pedirlo dos veces.

—Claro, pero antes tengo que probarte —le digo bajando mi rostro hasta su entrepierna empapada.

Paso mi lengua por su vagina haciendo movimientos en los puntos que la vuelven loca y los disfruta mejor. Saboreó sus jugos y ella no se pierde ninguno de mis movimientos haciendo unos gestos que me motivan a seguir con lo que hago.

HémeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora