Hémera

CAPÍTULO 2

ROXANNE

Mi llanto no se detiene mientras sigo gritando que lo siento, no sé cuánto tiempo pasa hasta que alguien me levanta y me pega contra su pecho envolviéndome en sus brazos, mis disculpas siguen saliendo, pero se van calmando cuando la persona que me sostiene acaricia mi cabello.

—Tranquila —susurra en mi oído —no es tu culpa.

—Yo las traje aquí —le digo sollozando.

—No lo hiciste tú, ellos ya lo tenían planeado —me aferro a su cuerpo queriendo creer en sus palabras.

—Perdóname, yo no quería hacer esto...

—No pasa nada, mamá va a protegernos ¿Recuerdas que lo prometió? —me dice y asiento.

—Quisiera poder sacarlas de aquí —le digo y alzo la vista encontrándome con unos ojos intrigantes, más allá del color hay algo oscuro, pero no me asusta, me da seguridad su oscuridad.

—Te llamas Alice ¿Cierto? —le pregunto y asiente.

—Alice Young —me dice —Y tú eres Roxanne ¿no?

—Roxanne Volkova —le digo y me regala una sonrisa que me calma.

—Yo soy Hanna Collins —dice la otra que está con mamá —creo que soy la mayor.

—¿Y tu pequeña? —le pregunta a Chiara y ella me mira y se acerca.

—Ella es Chiara —les digo al ver que ella no dice nada.

—¿Ya se conocían? —pregunta Hanna.

—La conocí hace unas horas —le digo.

—¿Alguna sabía que teníamos más hermanas? —pregunta Hanna y todas negamos excepto Chiara que asiente.

Esperamos a que diga algo, pero no lo hace, mamá comienza a moverse y todas corremos a su alrededor para ver que se encuentra bien. Ella abre los ojos asustada como si recordara lo que sucedió y nos observa a las cuatro ahí junto a ella.

—¿Están bien? ¿Les hicieron daño? —pregunta y comienza a revisarnos a todas y luego nos envuelve en sus brazos.

—¿Tu estás bien? —le pregunta Alice.

—Estoy bien mi bebé, solo me duele un poco la cabeza, pero nada de que alarmarse —le dice y ella solo la mira como escaneándola.

—¿El abuelo vendrá por nosotras? —le pregunta Hanna y mi madre baja su mirada.

—Quiero creer que así será amor —le dice acariciando su mejilla.

—¿Que haremos mientras estamos aquí? —pregunta Alice observando al rededor.

—Buscaremos una manera de salir, pero si alguien viene solo quédense detrás de mí, en ningún momento intenten algo —nos advierte y asentimos, pero Alice solo desvía la mirada.

Nos sentamos junto a mi madre en el colchón, aunque ella intenta hacer que hablemos de algo más, pero solo respondemos lo más corto, cualquier ruido extraño nos hace voltear inmediatamente hacia el sitio, nos quemarnos dormidas luego de horas resistiéndonos.

—Mira que hermosura la que tenemos aquí —escucho la voz de un hombre muy en el fondo.

—¡Alejate! —el grito de mamá no hace despertar y lo primero que veo es al hombre de Roman sujetando el rostro de Alice.

Mamá corre a su sitio y comienza a golpearle el brazo, él suelta de manera brusca a mi hermana y le suelta un bofetón a mi madre, pero a ella parece no dolerle porque vuelve a levantarse de inmediato y cubre a Alice con su cuerpo.