CAPÍTULO 27

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ROXANNE



Veo a Alice bajar de su auto sin entender que es lo que está sucediendo, la citamos en la cabaña luego de su luna de miel, alguien estuvo haciéndose cargo de Viktor mientras estuvimos en nuestras pequeñas vacaciones.

Adhara está sentada esperando para explicarle todo a Alice y Kira se hace cargo de su hijo, Alice nota la presencia del niño que juega afuera y nos mira extrañada.

—¿Te robaste un Niño? —me pregunta.

—Bienvenida, también te extrañe —le digo acercándome a darle un abrazo.

—¿De quien es el niño Roxanne? —pregunta cuando la suelto.

—Mío —Adhara sale y baja la vista ante la mirada de Alice.

—¿De que va todo esto? —pregunta —¿Como que el niño es tuyo?

—Tengo mucho que explicarte —le dice.

Entramos en la cabaña y Alice toma asiento esperando a que expliquemos porque estamos ahí.

—¿Y bien? —pregunta y Adhara suelta un suspiro.

—Antes que nada, recuerda que nunca fingí contigo, siempre te he considerado mi amiga, pero... pero las circunstancias me hicieron actuar de esa manera.

—Si no hablas no podré entenderte —le dice Alice con tranquilidad.

Adhara comienza con su historia mientras Alice la escucha atentamente y en ocaciones me mira esperando a que le afirme lo que dice. No sé qué está pasando por la cabeza de Alice, pero se ve tranquila, no demuestra alguna reacción aparente, es lo que me asusta de ella, nunca sabes cómo actuará, por eso me ha tomado desprevenida a veces. Adhara termina su historia y Alice se queda viendo un punto fijo hacia la nada.

—¿Tu hijo está bien? ¿Le hiciste una revisión? —le pregunta sin voltear a verla.

—Está bien físicamente, psicológicamente tiene que ir a terapia. —Alice asiente.

—¿Tu estás bien? —le pregunta viéndola —¿Viktor alguna vez te hizo algo? —Adhara baja su vista y se queda en silencio —¿Donde está? —me pregunta.

—Abajo, Kate está con él —le informo.

—Llévame con el —dice levantándose y la guío hacia el sótano.

Al abrir la puerta los gruñidos de ese animal inundan mis oídos y el olor putrefacto se apodera de mis fosas nasales, pero estoy tan acostumbrado a esto que no me afecta en nada, al bajar veo a Kate jugando con un encendedor sobre la piel de Viktor y le dice cosas que no logro escuchar. Alice avanza hacia su sitio, Kate se detiene cuando la ve y se hace a un lado.

—Señorita —balbucea —lo que sea que le hayan dicho... —un fuerte golpe me sobresalta y veo que Alice tomo un martillo de la mesa.

—¿Pensabas hacerle daño a mi familia? —le pregunta y vuelve a lanzar el martillo contra su cara. —¿No te ha quedado claro las innumerables veces que fallaste? ¿Creíste que saldrías victorioso imbécil? —Alice le da con toda su fuerza decantando su mandíbula.

La veo acercase a la polea y lo baja dejándolo casi inconsciente en el suelo, se acerca a él y le quita las cadenas de los pies, su piel está llagada y desprende un mal olor, pero a mi hermana no le importa.

—Corre Viktor —le dice —¡Corre maldito imbécil!

El apenas y logra sostenerse, intenta ponerse de pie varías veces cayendo al suelo hasta que lo logra y nos mira, pero nos hacemos a un lado , él enfoca el camino limpiando sus ojos y comienza a avanzar, al ver que no hacemos nada se apresura un poco, el zumbido de una daga me hace voltear en dirección a Viktor que cae de rodillas contra el suelo, la daga le dio justo en la parte trasera de la cabeza, volteo a ver a Alice que está cruzada de brazos viéndolo con el ceño fruncido.

HémeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora