CAPÍTULO 29

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ROXANNE


La distracción para sacar a Katerina de ahí me funcionó, pero las consecuencias no fueron las mejores, me golpearon y tuve que dejarme para que no se hiciera más grande el asunto, me tuvieron dos días encerrada en una celda oscura y sin comida. Estar encerrada mucho tiempo no lo estoy soportando, odio el encierro. Esta mañana me regresaron a la celda común y nunca había anhelado tanto comer algo, pero no voy a comer esa asquerosidad que dan en este lugar.

Alguien parece escuchar porque me llega comida de verdad y no lo pienso dos veces antes de devorarla, escucho pasos firmes provenientes del pasillo y veo a Hanna aparecer, se queda viéndome y le pide al hombre que la acompaña que abra la celda.

—Vuelve en veinte minutos —le dice y él le hace un saludo.

Hanna inspecciona la celda y me levanto cuando se gira en mi dirección y veo que tiene morado un ojo, ella nota que la veo y sonríe.

—Tu mujer tiene una buena derecha —dice tocando su ojo y alzo una ceja.

—Deja te emparejo —sin que lo vea venir le golpeo en su lado derecho.

—¡Joder! ¡¿Estás loca?! —grita enfadada y me encojo de hombros.

—Me llamaste asquerosa criminal —le digo y se sienta en la camilla.

—Ahora entiendo porque Alice te quiere golpear todo el tiempo —me acerco a ella y reviso el golpe, pero no fue tan fuerte como el de Katerina.

—También por no haberme dejado decirle nada a Kate, así que te mereces también el que te dio ella —le digo y me quita las manos.

—Estoy ayudándote y así es como me pagan —la abrazo y ella palmea mi espalda.

—Te quiero, pero pueden vernos —me dice y me aparto. —¿necesitas algo?

—Salir de aquí.

—Eso depende de tu mujer ¿que no le dejaste el mensaje como te dije?

—Lo hice, pero actuó por impulso al meterse aquí y parece que no ha descubierto el mensaje.

—Es que son tal para cuál, me sorprendió verla aquí y cuando quise decirle algo ya estaba en el suelo.

—Estamos hechas a la medida —le sonrió y rueda los ojos.

—Como sea, en dos días te llevarán a interrogatorio, para entonces espero que Katerina ya haya visto tu mensaje y tu abogada este aquí —me dice poniéndose de piel al escuchar pasos. —y lo siento —me dice.

—¿Por qué? —su puño impacta contra mis rostro y sonrío cuando veo al otro sujeto en la puerta.

—¿Estás bien Collins? —le pregunta viendo el golpe que le propine.

—Nada que no pueda controlar —le dice ella y sale a paso firme con él detrás de ella.

Me quedo sola en la celda y veo que Hanna dejo una barra energética en la cama y la guardo para cuando me de hambre nuevamente, loa horas pasan demasiado lento y eso no me gusta, estar tanto tiempo en silencio hace que mi mente comience a sobrepensar.

Hanna vuelve a pasarse por la celda en la tarde y aún no hay noticias de Katerina, solo espero que recuerde lo que dije cuando miré, no es tan difícil de descifrar y la siguiente pues es más obvia.

Al día siguiente Hanna vuelve a hacer que me llegue algo de comer y agua, no sé cómo le hace sin que hagan preguntas, pero siendo mi hermana sé que es capaz de mucho. Por la tarde el sujeto que siempre está detrás de Hanna pasa por mi celda para inspeccionarme.

HémeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora