Experimentar [Extra]

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Lilith


-¿Son materiales?

La voz de Larissa llega a mí atenuada por la puerta que separa al baño de la habitación, por el cristal de la ducha y por el sonido del agua corriendo sobre mi cabeza. Me apresuro todo lo que puedo pero la espuma nunca deja de brotar.

-Es algo... es de Joan -miento.

-¿Y por qué lo trajeron aquí? La etiqueta tiene tu nombre.

-Ay por Dios -mascullo para mí mientras cierro la llave.

No puedo creer que Larissa haya visto la caja. La recibió ella porque yo estoy duchándome. Llevo esperando este momento toda la semana, corriendo y adelantándome a abrir la puerta antes que ella para evitar esto. Y justo la paquetería llega hoy, en domingo, cuando yo no estaba disponible.

El cabello se me pega en la piel de la nuca y de los hombros. Cientos de gotas de agua me escurren entre los pechos. Tomo la toalla, me envuelvo en ella y aún estando empapada camino con prisa hacia la puerta. El aire que sopla al abrirla me golpea el rostro.

-¿Lo has visto?

Me sorprende el desespero con el que formulo la pregunta. A Larissa también porque frunce el ceño y por encima del hombro le echa un vistazo a la caja que reposa sobre la cama. Se levanta del tocador para acercarse a ella. Entonces el corazón me tamborilea en el pecho.

-¿Qué es? -cuestiona una vez más.

Yo no sé muy bien qué responder. Me quedo muda mientras la veo sentarse en el colchón. Y es aquí donde me reprendo a mí misma por haber hecho esta compra absurda. No sé en lo que estaba pensando. Pero ahora ya no hay vuelta atrás. Larissa sabe que algo no anda bien. Y yo no puedo mentirle a mi esposa.

-De acuerdo -digo, nerviosa. Me aclaro la garganta y me animo a ir con ella. Antes busco unas tijeras.

Me siento en la cama, y apenas lo hago, una mancha de agua oscurece la sábana. Larissa me mira con atención, el cómo yo paso el filo de las tijeras a través de la cinta adhesiva. La tienda en verdad que es discreta. La etiqueta no contiene nada más que lo necesario. Imagino que el logotipo estará adentro, con el objeto.

-Esto... -miro a Larissa. Los dedos me cosquillean cuando toco las tapas de cartón-. Lo compré en un impulso, ¿de acuerdo?

-¿Qué..?

Sin esperar a que diga algo más yo alzo las cuatro tapas marrones de la caja. Tenía razón; el logotipo viene adentro, impreso en el costal rojo. Larissa alza la vista de inmediato. Me mira con los ojos muy abiertos.

-Lili...

-Qué vergonzoso -murmuro.

Me cubro el rostro con las manos y me dejo caer de espaldas en el colchón. Por el movimiento la toalla se me alza hasta las caderas. Entonces Larissa me aprieta el muslo y luego me obliga a mirarla. Tira de mi brazo para que me levante. Después la veo sacar el costal.

-¿Qué es exactamente? -pregunta. La mirada le titila con curiosidad.

-Un arnés.

Larissa vuele a alzar la vista. Los dedos le rozan las tiras del costal a medio abrir. Me mira como si no creyera lo que acaba de escuchar. Como si no pudoera creer que yo haya respondido estas palabras.

-Y lo pediste por qué...

-Quería usarlo contigo -tan pronto como termino la oración las mejillas se me sonrojan. Siento que todo el rostro y las orejas me arden.

𝐋𝐢𝐥𝐢𝐭𝐡 | 𝐋𝐚𝐫𝐢𝐬𝐬𝐚 𝐖𝐞𝐞𝐦𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora