| • ° † 𝓥𝓮𝓬𝓲𝓷𝓸 𝓡𝓾𝓲𝓭𝓸𝓼𝓸 † ° • |
"¡¿TÚ?!"
Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ: 5
Soporte los reclamos de Hiroshi durante toda la jodida tarde sólo porque no lo espere en la salida, aunque él tiene patitas para poder caminar, además de que ya se sabe el camino hacia su casa y yo no lo llevaría a mi casa para que se quede todo el día como si fuera suya, pero por culpa de ello estaba atrás de mí como si fuera mi perro guardián, me gustaba estar con mi mejor amigo pero que esté atrás de mi todo el tiempo no me está gustando para nada
—¡Ya déjame en paz joder! —medio grité mirándolo
—Tú jamás me habías gritado así
Y es aquí cuando lo dramático se le pega para joderme, por lo que ya no le comenté nada y seguí caminando hasta el salón de clases, sólo que me detuve en la entrada al mirar a alguien en mi lugar, ¿Qué hacía esa mocosa en mi silla?, ¿Qué no sabe que ese lugar es mío y que nadie debe de sentarse ahí?, Supongo que es nueva y por eso no sabe la pequeña regla que había puesto en el salón pero hoy mismo lo sabría de lo contrario tocaría jugar con ella un rato para que aprenda quien manda en el salón de clases.
Me acerqué a dónde estaba la chica que aún no podía observar su rostro por tener su cabeza agachada, acomode un poco mi pelo y mi uniforme para después pararme enfrente de ella haciendo que levantará la cabeza mirándome, y esa sonrisa que tenía se había borrado de mis labios al ver de quién se trataba
—¡¿TÚ?! —dijimos al mismo tiempo
—¿Qué demonios estás haciendo aquí? —pregunté molesto
—Pues estudiar, ¿Qué más se podría venir a hacer aquí?
—¡Hey!, _________ —dijo Hiroshi emocionado
—Hola Hiroshi —dijo sonriendo y saludándolo con la mano
—Pero que alegría de tenerte aquí —ella sólo sonrió que borro al verme
No me podía creer que está mocosa también tendría que estar aquí, y lo peor es que no recuerdo el porqué comencé a odiarla sin razón, sólo sé que la odio como jamás pude odiar a alguien, y si Hiroshi se quiere quedar con ella entonces que se quede no me importa, pero ella tiene que darme ese pupitre porque es el mío y yo no se lo dejo a nadie. Tomé su mochila sorprendiendo a los dos que se habían quedado hablando, la coloque en un pupitre lejos del mío para que pudiera irse pero envés de eso sólo me miró molesta
—Ese es mi lugar, largo de aquí
—No tiene tu nombre en él
Apreté mis dientes sacando de mi mochila un plumón permanente y le coloque mi nombre en grande
—Ahora lo tiene, ¡Largo! —señalé a dónde estaba su mochila
—No pelees con Tobirama, él nunca le da el paso de su asiento a nadie —dijo Hiroshi —Así que ven, siéntate conmigo —sonrió
—Gracias, después de todo este lugar ha de tener bichos raros pues uno más grande lo ocupa —me miró de arriba para abajo riendo
—¿Enserio? —preguntó Hiroshi sorprendido —¿Es una oruga?
—Jajaja no, Tobirama
—Aah —se rió con ella
Ahora recuerdo el porqué me cae tan mal, ahora recuerdo el porqué no puedo escucharla hablar ni mucho menos verla porque no la soporto, maldito Hiroshi me está haciendo de lado por una mocosa como esa, lamento que tenga un vecino como yo, hoy me las vas a pagar bien caro pequeña estúpida, eso te enseñará a no meterte con alguien como yo, ni mucho menos decirme insecto, veremos quién de los dos termina pidiendo perdón algo que por supuesto lo harás tú porque yo jamás en mi vida pediría perdón a alguien ni aunque fuera de mi familia, mucho menos lo haría contigo que eres tan insoportable.
Me senté en mi lugar mirando como varias chicas entraban al salón llamándome, yo sólo sonreí ladino recibiendo a las chicas mirando de reojo a Hiroshi y a la mocosa que me estaban mirando, yo por supuesto que los ignore mirando a la chica que me había traído unos chocolates, sé que me voy arrepentir de lo que voy hacer después, pero valdrá la pena. Tomé a la chica de la cintura sentándola en mis piernas haciendo su pelo para atrás dándome un poco de acceso a su cuello el cual le di pequeños besos sólo para ver la reacción de Hiroshi ya que la chica le gusta y esa es mi pequeña venganza por haberme dejado por esa mocosa.

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| • ° † 𝓥𝓮𝓬𝓲𝓷𝓸 𝓡𝓾𝓲𝓭𝓸𝓼𝓸 † ° • | 𝐓𝐨𝐛𝐢𝐫𝐚𝐦𝐚 𝐒𝐞𝐧𝐣𝐮
FanfictionQuizás el haber llegado a ese vecindario no había sido lo mejor que pudo haber hecho. Para Tobirama era gracioso tener que molestarla, hasta que se dió cuenta de que aquello era lo mejor para él. Entre tantas molestias ella fue siendo lo mejor que l...