| • ° † 𝓥𝓮𝓬𝓲𝓷𝓸 𝓡𝓾𝓲𝓭𝓸𝓼𝓸 † ° • | 𝐓𝐨𝐛𝐢𝐫𝐚𝐦𝐚 𝐒𝐞𝐧𝐣𝐮

❞𝐅𝐚𝐥𝐬𝐚𝐬 𝐢𝐥𝐮𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬❞

| • ° † 𝓥𝓮𝓬𝓲𝓷𝓸 𝓡𝓾𝓲𝓭𝓸𝓼𝓸 † ° • |

❞𝐅𝐚𝐥𝐬𝐚𝐬 𝐢𝐥𝐮𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬❞

Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ: 34

Desde que Tobirama comenzó con su estúpido juego de que somos pareja me está confundiendo mucho, ya no sé si todo lo que me dice es verdad o mentira, ya no sé cómo reaccionar a todo lo que hace o a lo que me dice cuando está mi madre, además de que su comportamiento hacia mí de alguna manera me gusta, pero como odio cuando me dice que soy una estúpida por creer en todo lo que me dice, y para no verme como una ridícula, siempre termino callandole la boca y bajandolo de su nube dónde se cree el todo poderoso.

Ya no quiero seguir con este estúpido juego a ser novios porque siento que me está causando mucho daño, siento que me está volviendo loca y estoy harta de todo lo que ese imbécil me está haciendo, de todo lo que me está haciendo creer. Afortunadamente hoy no vendría a mi casa, o al menos eso pensé está mañana, pues necesitaba estar al menos un día lejos de él, dejar de pensar en él, necesitaba pasar más tiempo con mi padre que con ese imbécil que lo único que hace es halagarse a sí mismo como si fuera la gran cosa.

Pero como siempre, mis planes se fueron arruinados, pues cuando escuché el grito de mi madre diciéndome que Tobirama estaba aquí no pude evitar bufar rodando los ojos, acto que mi padre noto y se rió un poco.

—¿Peleaste con Tobirama? —me preguntó poniendo una mano sobre mi hombro

—Algo así —lo miré cansada pidiéndole ayuda

—No te preocupes cielo, quizás está aquí para arreglar las cosas, así que no lo rechaces y habla con él —me sonrió

¿Cómo podría hablar con él sabiendo que lo único que ha hecho es molestarme?, ha estado jugando conmigo desde que inició con todo esto de que somos novios y no me gusta para nada que esté jugando así conmigo, por su estúpida culpa me estoy haciendo falsas ilusiones y no quiero sufrir después, no quiero tener mi corazón herido por un tonto egocéntrico que sólo se ama a sí mismo, ni siquiera sé porque demonios está aquí, está mejor allá en su casa dándole molestias a su familia, quizás por eso es que ninguno de ellos lo quiere.

—________, Tobirama está allá buscándote —dijo mi madre llegando al jardín

—No voy a ir —me cruce de brazos

—Vas a ir porque está allá casi llorando —señaló atrás de ella

¿Llorando? Ja, si claro, si es cosa parece que ni siquiera tiene sentimientos, todo para él es un estúpido juego que sólo yo sé, ellos no tienen ni la menor idea de que Tobirama sólo está riéndose de ellos por todas las cosas que les está haciendo creer, no puedo creer que hasta mi padre, un hombre realmente inteligente, también haya caído en su estúpido juego, pero no dejaré que sigan creyéndole a ese bueno para nada. Entre a la casa buscando a ese idiota, el cual estaba en la sala mirando algunas fotografías mientras reía bajo, risa que detuvo cuando me miró en la sala y su expresión de tristeza apareció, maldito mentiroso.

—Mi amor —se acercó a mí —Por favor perdóname —intentó tomar mi mano pero no pudo hacerlo, ya que mi mano había estallado sobre su mejilla

—¡________! —exclamó mi madre sorprendida

—Ya basta de tus juegos, ya estoy harta, dile a Hashirama que estás perdonado, pero ya no vuelvas por aquí porque no te soporto, ya déjame en paz.

Tobirama me miró molesto que me importó poco, y sin decir nada salió de la casa no sin antes haberme susurrado algo que no entendí, pero tampoco me importó y no lo iba a detener para que me volviera a repetir lo que me dijo, sólo lo dejé ir teniendo en mente de que ya me había dejado en paz, que ya no volvería a verlo y que podría tener mis días más tranquilos como antes, lo malo es que mis padres me miraban molestos, mi madre negaba con la cabeza y mi padre sólo se mantenía cruzado de brazos, pero tampoco me importó y sólo subí a mi habitación estando más tranquila de haberme librado de Tobirama.